
Hay muchas razones por las que alguien puede tener un segundo trabajo o algún tipo de actividad extra mientras trabaja para ti. Puede que tenga necesidades financieras mayores a las que puedes pagar. Puede que tenga experiencia que le permita asesorar o colaborar con otras empresas. Puede que tenga un proyecto apasionante o una startup que esté impulsando mientras trabaja para ti.
Sea cual sea el motivo de tus empleados, su otro trabajo puede afectar su desempeño. Es importante comprender lo que hacen los miembros de tu equipo y el impacto que esto tiene en sus responsabilidades.
Algunos lugares de trabajo —como el mío— exigen declaraciones explícitas de conflictos de intereses que incluyen cualquier empleo externo. Aunque no sea un requisito, conviene animar a los miembros de tu equipo a que te mantengan informado sobre sus demás compromisos —incluido su trabajo con organizaciones sin fines de lucro que puedan mejorar la imagen de su organización—.
En último término, es importante conocer tres cosas sobre cualquier empleo externo de los miembros de tu equipo: los inconvenientes, las sinergias y la posibilidad de una salida.
Los inconvenientes reales y percibidos
Descubrir que alguien que trabaja para ti también tiene otro empleo puede ser desconcertante. Incluso podría parecer una traición. Es importante separar las verdaderas desventajas de este acuerdo de tus sentimientos.
Claramente, un problema con un empleado que tiene un segundo trabajo es que podría no dedicar suficiente tiempo a su trabajo principal. Si tu organización tiene una política formal sobre el número de horas que trabaja un empleado, debes asegurarte de que realmente las dedique. Esto puede ser especialmente difícil cuando tu personal trabaja en remoto. Sin embargo, si te preocupan las horas y el esfuerzo, habla con tu empleado y desarrolla un sistema de rendición de cuentas.
Otro problema importante es la posibilidad de conflictos de intereses. Por un lado, tu empleado podría estar tomando información o la interacción con el cliente y desviándola hacia su otra empresa. Por otro lado, podría querer sesgar su trabajo en direcciones que beneficien a su otra empresa. Es importante crear documentación clara sobre cómo tu equipo toma decisiones y exigir a los empleados transparencia sobre sus otras funciones para garantizar que las decisiones no se tomen de manera que beneficien la interacción secundaria de tus empleados.
Dicho esto, tampoco conviene penalizar a tus empleados por realizar otras tareas. Desconoces su situación personal, y un ingreso extra puede ser crucial para su supervivencia. Además, la fuerza laboral moderna no da a los empleados motivos para creer que la organización los cuidará en tiempos difíciles. Por lo tanto, no se debe castigar a los empleados por cuidar de sí mismos. Sé comprensivo con las necesidades y ambiciones de tus empleados en lugar de tomarlo como una ofensa personal.
Las sinergias
Un aspecto menos obvio del empleo secundario es que puede beneficiar a la organización o al rendimiento de los miembros de tu equipo. Algunas industrias lo reconocen explícitamente. Por ejemplo, he sido profesor durante más de tres décadas. Las universidades suelen animar a su profesorado a realizar consultorías o trabajos para otras empresas. A menudo, el profesorado puede trabajar hasta un día a la semana para una entidad externa. En ocasiones, los profesores tienen nombramientos compartidos, ocupando puestos en empresas y en la universidad.
Estos acuerdos permiten que el conocimiento y la experiencia desarrollados en la universidad beneficien a la comunidad en general, aporten prestigio a la universidad y puedan repercutir positivamente en la investigación de un miembro del profesorado. Estas actividades externas también generan oportunidades para los estudiantes y fortalecen los vínculos entre la universidad y los posibles empleadores de los graduados.
De igual manera, tus empleados están desarrollando habilidades adicionales en su trabajo secundario. Estas habilidades pueden ayudarles a aportar nuevas perspectivas al trabajo que realizan para ti. Es probable que pienses en cómo los empleados desvían tiempo e ideas de su empleo principal a un segundo empleo. No olvides que el flujo de conocimientos y habilidades también puede ir en la dirección opuesta.
¿El segundo trabajo de tus empleados es una rampa de salida?
Otra razón para hacer un seguimiento de los otros trabajos y actividades extracurriculares de los empleados es que pueden reflejar un proyecto que les apasiona y que esperan que se convierta en una fuente de ingresos y satisfacción a tiempo completo. Conocer los objetivos de los miembros de tu equipo puede ayudarte a planificar el futuro. Quieres conservar a tus empleados productivos, pero cuanto más anticipado sea el aviso sobre la salida de un empleado, mejor podrás planificar la sucesión.
De hecho, si sospechas que uno de tus supervisores está buscando una trayectoria profesional alternativa, conversa con él. Apoya sus esfuerzos a cambio de un plazo más amplio para encontrar a su sustituto. Contar con unos meses de antelación a la salida de un empleado clave te permite contratar a alguien nuevo y permitir que el nuevo miembro del equipo reciba la capacitación del anterior.
Además, los trabajos extra de tus empleados suelen estar en el mismo barrio que tu empresa. Tratar bien a tus empleados te permite mejorar la relación con la nueva empresa a la que se incorporan o crean. Nunca se sabe cuándo esa relación positiva puede convertirse en una colaboración mutuamente beneficiosa en el futuro. Ofrece tu apoyo sin esperar nada a cambio, pero reconoce que tus buenas acciones pueden dar buenos frutos en el futuro.