
El mercado laboral es complicado. Por eso, cuando los candidatos consiguen una entrevista de trabajo, suelen presentar a la fuerza todas las habilidades, logros y experiencia posibles, con la esperanza de superar a la competencia.
Suena razonable, ¿verdad? Falso. Los responsables de contratación suelen ignorar estos casos, lo que provoca que las calificaciones rápidas resulten contraproducentes. Es lo que Marc Cenedella, director ejecutivo de la plataforma de empleo Ladders, llama “respuestas infladas”.
La inflación de respuestas ocurre cuando los profesionales experimentados responden a las preguntas de la entrevista con largas recitaciones de currículum e historias vagas que ocultan su valor real, explica.
Tomemos como ejemplo el clásico: “Háblame de ti”. Es la pregunta con la que empiezan la mayoría de las entrevistas. Y aunque parezca bastante sencillo, en realidad hay un arte en presentar un buen discurso para captar la atención del responsable de contratación desde el principio.
“Muchos candidatos piensan que el entrevistador está tratando de socializar o hacer una conversación informal, pero eso rara vez es el caso”, dijo Cenedella a Fast Company.
Esta pregunta puede revelar mucho al entrevistador. Cuando te hacen una pregunta abierta, ¿te tomas la oportunidad de responder con atención? ¿Puedes priorizar y organizar tus ideas bajo presión? ¿O divagas y te agarran desprevenido?
“Háblame de ti” tampoco es una oportunidad para detallar toda tu historia de vida. Una respuesta llena de detalles irrelevantes y roles anticuados tiene más probabilidades de distraer al responsable de contratación a mitad de camino que de impresionarlo con tus décadas de experiencia.
Si bien, tú puedes pensar que cuanta más información puedas incluir, mejor, Cenedella dice que a menudo ocurre lo opuesto.
Los responsables de contratación lo ven una y otra vez: los profesionales con experiencia tienden a asumir que su larga trayectoria requiere explicaciones más extensas —explica—. Como resultado, responden a las preguntas de la entrevista con historias interminables que ocultan su verdadero valor. O simplemente enumeran todos sus puestos y logros anteriores, como si fueran una lectura de currículum.
En lugar de eso, elimina lo superfluo y reemplaza las descripciones vagas con logros cuantificables.
“Piensa en los desafíos clave que enfrentan los managers de contratación y cómo tu experiencia previa podría ayudar”, explica Cenedella. “Cada respuesta que des debe derivar en una narrativa clara y convincente sobre por qué eres la solución a su problema actual”.
Él recomienda tomar dos o tres ejemplos concisos que demuestren el impacto y dejar que los números hablen por ti.
Imaginemos que estás en proceso de conseguir un puesto de gerente de proyectos. En lugar de hablar sin parar sobre tus años en gestión de proyectos, usa este guion como ejemplo: “En mi último puesto, heredé un proyecto con tres meses de retraso y lo resolví en seis semanas implementando canales de comunicación más claros y reuniones periódicas con el equipo”, dice. Es claro, conciso y no está plagado de respuestas infladas.
Recuerda la regla de oro para una entrevista de trabajo: mostrar, no contar.