¿Deberías tener derecho a días libres pagados después de una ruptura amorosa?

En la que podría ser la solicitud de permiso más directa del año, un empleado de la Generación Z envió un correo electrónico a su jefe pidiendo 10 días libres para recuperarse de una ruptura.

“Hace poco terminé una relación y no he podido concentrarme en el trabajo. Necesito un breve descanso”, escribió en un correo electrónico del que se tomó una captura de pantalla y se publicó en X.

El emprendedor y director ejecutivo Jasveer Singh compartió la solicitud inusualmente sincera en redes sociales, con el siguiente mensaje: “Ayer recibí la solicitud de permiso más honesta. ¡La generación Z no usa filtros!”. —Casualmente, Singh es cofundador y director ejecutivo de Knot Dating, una aplicación de citas.—

Independientemente de si el correo electrónico era auténtico o una ingeniosa estrategia de relaciones públicas, ha obtenido 14 millones de visualizaciones desde su publicación, lo que desató el debate: ¿debería una ruptura amorosa considerarse una razón legítima para tomarse un tiempo libre del trabajo?

En general, los entornos laborales son comprensivos con las ausencias por enfermedad o emergencias familiares. Pero cuando se trata de una ruptura sentimental complicada, esa empatía suele desaparecer rápidamente.

En países como Estados Unidos y México, la baja por duelo no es la norma. Decirle al jefe que necesitas unos días porque un familiar está enfermo parece razonable. ¿Admitir que has discutido con tu pareja y que te estás quedando en casa de un amigo? No tanto. 

Con frecuencia, los trabajadores pueden tomarse días libres por estos motivos, pero ciertamente no existe una política generalizada de permisos “remunerados para rupturas sentimentales. Sin embargo, en otros países, la idea no es tan descabellada. 

En Alemania, los empleados pueden tomarse un permiso por liebeskummer, que se traduce como “duelo amoroso”. Otras empresas permiten permisos por desamor bajo el pretexto de “días de bienestar” o “días de salud mental”.

Una ruptura amorosa sí puede afectar la productividad

Los estudios demuestran que nuestro cerebro registra el dolor emocional de la misma manera que el dolor físico, y en algunos casos, incluso puede provocar el “síndrome del corazón roto“, que afecta literalmente la capacidad del corazón para bombear sangre correctamente por todo el cuerpo.

Desde la perspectiva de un jefe, los empleados emocionalmente desconectados pueden costarle a las empresas tanto como el absentismo. Un estudio de la Universidad de Minnesota de 2022 reveló que el 44% de las personas que se estaban divorciando afirmaron que esto afectaba negativamente a su trabajo. Muchas manifestaron tener dificultades para concentrarse, dormir o controlar sus emociones.

Eso deja a los empleados con dos opciones: o bien decir mentiras piadosas para conseguir el tiempo libre necesario para recuperarse, o bien aguantar como pueden… probablemente con pausas regulares para llorar en el baño antes de volver a su escritorio con los ojos hinchados y la cara inflamada. 

En los últimos años, siguiendo la tendencia de mayor empoderamiento para los trabajadores surgida durante la pandemia, se ha impulsado la exigencia de beneficios adicionales que van más allá de la simple posibilidad de trabajar de forma híbrida o remota. En Estados Unidos, algunos estados ofrecen licencia por duelo por la pérdida de mascotas, una tendencia que ha cobrado fuerza. La licencia menstrual también se ha sumado al debate, al igual que la licencia por afirmación de género.

Cabe aclarar que no todo el mundo querrá o necesitará una baja por ruptura. Algunas personas prefieren refugiarse en el trabajo como una forma de distracción. Sin embargo, reconocer el fin de una relación como una fuente válida de sufrimiento podría contribuir en gran medida a crear un entorno laboral más empático. 

¿Y qué hay del desconsolado empleado de Singh? “Permiso aprobado sin preguntas”, confirmó.