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Trabajar 52 minutos, descansar 17: ¿Un truco infalible para la productividad?

Un investigador de Cambridge afirma que es una proporción eficaz, especialmente cuando se eliminan las distracciones tecnológicas.

Trabajar 52 minutos, descansar 17: ¿Un truco infalible para la productividad? [Fuente de la foto: Freepik]

Con los años, me he acostumbrado a concentrarme solo en intervalos de 25 minutos, con un cronómetro que marca el tiempo en mi visión periférica. ¿Los cinco minutos de descanso que siguen? Son como una recompensa

Actualmente se acepta que tomar descansos regulares durante la jornada laboral aumenta la productividad. Sin embargo, la duración de esos descansos depende del método de productividad que se utilice. 

Recientemente, una investigadora de salud mental de la Universidad de Cambridge sugirió que los descansos más largos podrían ser más efectivos para combatir el bajón de la tarde. “Las personas más productivas trabajan unos 52 minutos seguidos y luego toman descansos de 17 minutos”, compartió Olivia Remes en Instagram

La regla 52/17 lleva tiempo circulando, prometiendo aumentar la productividad y mejorar el equilibrio entre la vida laboral y personal, pero la publicación en redes sociales de Cambridge ha reavivado el debate. “Esto es mucho mejor que trabajar durante largos periodos”, añade Remes, doctora en salud pública y atención primaria por la Universidad de Cambridge.

El cerebro es un músculo que, como cualquier otro, puede sobrecargarse. El bombardeo constante de correos electrónicos y mensajes de Slack, la gestión de calendarios, la atención inmediata a las llamadas de Microsoft Teams, las constantes entradas y salidas de Zoom y la respuesta a mensajes de trabajo… todo ello puede provocar una sobrecarga de información y cognitiva

Trucos de productividad

Como muchos no tienen la opción de trabajar menos, han surgido una serie de trucos de productividad, desde el marco MTR y el bloqueo de tiempo hasta mi adorado método Pomodoro

Pero, incluso con todos estos trucos y herramientas, o apoyándonos en la IA para aliviar la carga mental, concentrarse, aunque sea solo unas horas al día, puede ser una tarea ardua. Por eso, no solo es importante cuándo tomamos estos descansos, sino también cómo los tomamos. 

Remes afirma que los investigadores descubrieron que, al practicar el método 52/17, “las personas más productivas, durante sus descansos, se desconectaban completamente de la tecnología”. Nada de revisar correos electrónicos a escondidas ni de navegar por X o TikTok

“En cambio, se desconectaron por completo y se dieron la oportunidad de relajarse y descansar”, añade. Así que no se trata solo de los 17 minutos, sino de cómo los usas —o no los usas—.

Claro que desconectar es más fácil decirlo que hacerlo. Sobre todo en un entorno laboral que quizá no ofrezca la flexibilidad de hacer pausas fuera de los descansos establecidos, o que pueda cuestionar por qué estás haciendo un crucigrama en plena jornada laboral. 

Aunque no puedas programar un temporizador para los 17 minutos completos, alejarte de tu escritorio cada hora para tomar un café, dar una vuelta por la oficina o simplemente mirar por la ventana y pensar en lo que cenarás podría marcar la diferencia.

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Sobre el autor

Es una articulista freelance basada en Nueva York, cubriendo cultura de internet y sociedad.