[Foto original: Cortesía de Cepa 21 / Imagen impulsada por IA]
José Moro no quería dedicarse al vino. Nació en Pesquera de Duero, una localidad pequeña en Valladolid, donde ayudar en el campo era parte de la rutina familiar. Limpiaba barricas desde niño, pero soñaba con la ciudad. Salió a estudiar, cambió de entorno, ganó perspectiva. Y justo entonces, el desinterés se convirtió en vocación.
“Todo lo que no me gustaba de pequeño se convirtió en pasión”, dijo durante una entrevista exclusiva con Fast Company México. Así comenzó a “soñar en vino”.
Recordó cómo una infancia marcada por la humildad lo llevó, con los años, a fundar Bodegas Cepa 21, en Castrillo de Duero, una marca que hoy exporta a más de 45 países y es referencia en innovación enológica y comunicación estratégica.
La historia de Cepa 21 empezó con la idea de crear vinos diferentes en una zona conocida por su potencia estructural. El proyecto nació en 2002 con el objetivo de producir etiquetas que fueran elegantes, accesibles y fáciles de beber, pero sin perder el carácter de la Ribera del Duero. “Quería hacer un vino que me emocionara al abrirlo, que me pusiera los pelos de punta”, explicó Moro.
Cada etiqueta de Cepa 21 tiene intención

Hoy, Cepa 21 cuenta con cinco etiquetas principales: Hito Rosado, Hito, Cepa 21, Malabrigo y Horcajo. Cada una responde a una intención técnica distinta.
- Hito Rosado busca mostrar la versión más fresca y aromática de la tempranillo. La añada estuvo marcada por altas temperaturas y escasas lluvias, pero logró un vino con acidez equilibrada y aromas a frutos rojos y flores blancas.
- Hito (tinto) parte de los viñedos más jóvenes de la bodega y fermenta durante 12 días en acero inoxidable, con una crianza breve en barrica francesa. Su perfil busca equilibrio, fruta, un toque de madera y juventud, con notas propias del tempranillo y un final fresco.
- Cepa 21 fermenta durante 18 días en depósitos de acero inoxidable y completa su crianza en roble francés. En nariz y boca mantiene los aromas varietales del tempranillo y el tostado de la barrica.
- Malabrigo es un vino de crianza más compleja. Realiza la fermentación maloláctica en barrica y se produce con uva de una sola parcela que marca la identidad del vino. Muestra fruta negra, madera sutil y taninos suaves.
- Horcajo proviene de una parcela situada entre 850 y 900 metros de altitud. Su fermentación maloláctica se hace también en barrica. El resultado es un vino con aromas primarios del tempranillo, matices de roble francés y una estructura larga y envolvente.
Entender el negocio a través de la innovación

En el proceso, José Moro también se convirtió en vocero de una nueva manera de entender el negocio vitivinícola. A diferencia del bodeguero tradicional, buscó alianzas fuera del sector. “¿Dónde iba la gente del vino a vender? A ferias, a revistas del vino… pero esas solo las leemos nosotros. Yo me iba con el arte, con la música, con la cultura”, explicó.
Esa actitud lo llevó a obtener reconocimientos como el premio Best CEO del año en los Best!N Food 2024, por su trabajo en comunicación, liderazgo y creatividad en marketing alimentario. También fue el primer bodeguero incluido en la lista de Forbes España de los 100 líderes más innovadores.
Pero el camino no ha sido lineal. La crisis de 2008 casi frena el proyecto. “No había marca y cuando no hay marca, no vendes. La gente en tiempos difíciles va a lo seguro”, recordó. Para salir adelante, lanzó nuevas etiquetas como Hito y Malabrigo, y estuvo a punto de vender parte de la empresa a un fondo para continuar con la operación.
Hoy, la innovación en Cepa 21 se expresa también en la agricultura regenerativa. Estudian la microbiota del suelo para mejorar la nutrición de la vid. “Así como cuidamos nuestra flora intestinal, también debemos cuidar la del viñedo”, explicó Moro. El objetivo es producir vinos con menos intervención, pero con más conocimiento.
Y es que moro no le teme al uso de la tecnología es su campo. “Lo que para nuestros ancestros fue innovación, para nosotros es tradición; y las futuras generaciones verán lo que hacemos ahora, como tradición”, explica. Para él no solo es un capricho o moda, es una necesidad para tener un mejor producto.
Pero, esto. no quiere decir que se pierda por completo lo artesanal de la producción. Y es que para José Moro, Bodegas Cepa 21 es una declaración de principios. En cada etiqueta hay decisiones técnicas, y también memorias familiares, tardes de campo, terroirs conocidos con los pies y las manos. Es un proyecto que su presidente describe como “nacido para triunfar y triunfará”.
El cierre de las inscripciones a los World Changing Ideas Awards de Fast Company es el viernes 12 de diciembre. Aplica hoy.
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