[Fuente de la ilustración: Draco77/Adobe Stock]
¿Alguna vez has querido armar tu propia versión de los “Vengadores” en el trabajo? Eso, en esencia, es crear un “equipo flash”: reunir al grupo exacto de expertos, justo en el momento en que se les necesita, para resolver una tarea compleja y urgente. Hoy, gracias a nuevas herramientas tecnológicas que optimizan la manera en que organizamos el trabajo, este sueño dejó de ser fantasía y se volvió un proceso realista, rápido y repetible para los líderes.
1. Hay expertos en todas partes, todo el tiempo
Uno de los mayores cambios de mentalidad de los “equipos flash” es reconocer que la experiencia es abundante. Entrenaron a los gerentes para pensar que contratar a un experto requiere semanas de publicaciones de empleo, entrevistas y aprobaciones. Pero sea cual sea la experiencia que necesites, probablemente puedas acceder a ella en minutos, no en meses.
El fundador de una startup de 35 millones de dólares nos contó que tenía un cliente que necesitaba replantear la venta de un camión de juguete muy querido tras el cierre de sus tiendas. Utilizó el enfoque de equipos y rápidamente contactó a un antiguo socio de McKinsey en el sector minorista, a alguien del departamento de desarrollo corporativo de Toys R Us y a un experto en oferta de Amazon. No se conocían, pero su rendimiento fue tan bueno que el cliente los volvió a contratar para gestionar la ejecución.
Hemos demostrado esa misma velocidad en nuestras aulas. Les pedí a mis alumnos que contraten a un diseñador profesional de Upwork y obtengan un logotipo de equipo, que terminen en menos de 80 minutos. Siempre lo lograron.
Los líderes pueden dejar de asumir que el talento es un cuello de botella. Una vez que reconoces la abundancia de expertos, empiezas a diseñar proyectos de manera diferente: asumes retos más audaces, experimentas con mayor rapidez y atraes la experiencia justo cuando la necesitas. Esto permite que los gerentes pasen de temer al talento escaso o difícil de encontrar a orquestar la abundancia de talento.
Esto es posible gracias a los mercados laborales en línea modernos y las plataformas digitales que constituyen la infraestructura. Ofrecen acceso a millones de profesionales en el mundo, sistemas de reputación que te ayudan a evaluar la calidad y sistemas rápidos de contratación y pago que eliminan la fricción.
La tecnología reduce el costo de transacción para encontrar, evaluar y reunir a expertos, de modo que los líderes puedan aprovechar la abundancia de expertos ya disponibles. Vivimos en una economía de abundancia de expertos. Con la mentalidad y las herramientas adecuadas, tú puedes reunir a las personas adecuadas en el momento preciso.
2. La IA puede ayudarte a diseñar equipos y organizaciones
Con los “equipos flash”, las herramientas digitales potencian las funciones clásicas de la gestión. Plataformas como Slack o los tableros de proyectos permiten a los gerentes tener visibilidad en tiempo real del flujo de trabajo. Los sistemas con IA alertan cuando un traspaso empieza a fallar, sugerir ajustes en los procesos o incluso simular diferentes configuraciones de equipo antes de tomar una decisión. En este modelo, las habilidades humanas que realmente importan —liderazgo, integración y gestión de proyectos— no desaparecen; se amplifican.
La IA puede influir en cómo se estructuran y funcionan nuestros equipos y organizaciones:
- ¿Cómo debería colaborar este equipo?
- ¿Deberíamos tener un liderazgo horizontal o imponer una jerarquía estricta?
- ¿Quiénes deberían estar en este equipo o son los adecuados para este proyecto?
Muchas de las decisiones necesarias para formar un equipo eficaz pueden respaldarse con información de IA. Como personas, tendemos a explorar poco. No probamos suficientes opciones. Probamos un par de cosas diferentes, vemos qué parece funcionar y luego decimos: “Sí, parece bueno”. Pero así es como caemos en la rutina.
Con equipos de IA más flash, instrumentas los conceptos básicos y le das permiso al sistema para proponer pequeños experimentos, como:
- Prueba con una persona directamente responsable (DRI) para tomar decisiones esta semana.
- Rotar a un miembro para tener una mirada nueva.
- Acortar las reuniones y agregar un control asincrónico a mitad de semana.
Si produce mejoras, la IA aprende a conservarlo; si no ayuda, podría desecharlo. A medida que las personas se incorporan o se retiran, las recomendaciones se adaptan. Este tipo de cosas nos otorgan superpoderes de gestión. Los “equipos flash” mejorados con IA lo hacen posible.
3. Los clásicos de la gestión son clásicos, solo que reinventados
En cierto modo, los equipos flash parecen algo completamente nuevo (expertos a la carta, herramientas de IA, organigramas dinámicos), pero los clásicos de la gestión son clásicos. Simplemente se ven un poco diferentes en este nuevo mundo.
Tomemos como ejemplo la gestión de proyectos. En nuestra investigación, estudiamos cientos de equipos de desarrollo rápido. Los mejores equipos no triunfaron solo por contar con los expertos adecuados.
Triunfaron porque un gerente de equipo se aseguró de que todo encajara: sincronizó las entregas, mantuvo la información transparente y se aseguró de que la visión del cliente se mantuviera conectada con el trabajo diario del equipo. Un ingeniero nos dijo sin rodeos: “El gerente de proyecto (PM) es quien hace o deshace al equipo”.
O liderazgo. En uno de nuestros experimentos, cuando un cliente cambió repentinamente los requisitos a mitad del proyecto, los equipos que prosperaron no fueron aquellos con los expertos más destacados. Fueron aquellos en los que un líder intervino para integrar diferentes perspectivas, reequilibrar prioridades y ayudar al grupo a adaptarse rápidamente. El liderazgo —la capacidad de inspirar, coordinar y adaptarse— es importante, quizá más que nunca.
E integración. Incluso con una gran claridad de roles, surge una complejidad inesperada a diario. Alguien no cumple, dos roles entran en conflicto o el trabajo se entrega desordenado. Esa es la “complejidad residual”, que solo los gerentes pueden resolver. El ejemplo es un equipo que escribía poemas para un juego de cartas obtuvo resultados hermosos pero dispares.
Rápidamente ascendieron a una persona al puesto de Director de Poesía por un día, el tiempo justo para integrar las partes en un todo coherente. Esa es la jerarquía reimaginada: temporal, ligera, pero crucial.
Con los “equipos flash”, las herramientas digitales respaldan las funciones de gestión clásicas. Plataformas como Slack o los paneles de proyectos ofrecen a los gerentes visibilidad en tiempo real del equipo. Los sistemas con IA pueden ayudar a los líderes a detectar retrasos en las entregas, recomendar ajustes en el flujo de trabajo o incluso simular diferentes configuraciones de equipo antes de comprometerse. Las habilidades humanas de liderazgo, integración y gestión de proyectos se potencian.
Estos equipos revitalizan las habilidades de gestión atemporales. Las herramientas pueden ser modernas, pero los fundamentos —un liderazgo claro, una buena coordinación y una integración reflexiva— son los que determinan el éxito o el fracaso de un equipo.
4. Simulaciones organizacionales con IA y escenarios “¿qué pasaría si…?”
Los “equipos flash” abren esta increíble oportunidad de tener una “máquina hipotética”:
- ¿Qué pasaría si organizáramos el equipo así? ¿Trabajaría mejor o peor?
- ¿Qué pasaría si incorporáramos a esta persona al equipo? ¿Sería de ayuda?
- ¿Qué pasaría si nos dividiéramos en dos unidades más pequeñas? ¿Nos moveríamos más rápido y tomaríamos mejores decisiones?
Imagina ser gerente y obtener una vista previa rápida y concreta de lo que podría suceder: qué podría salir mal, qué es probable que mejore y qué podría empeorar. Esto es posible gracias a la aplicación inteligente de grandes modelos de lenguaje, como ChatGPT.
Podemos usar esta nueva generación de IA para crear simulaciones ligeras de su organización. Piensa en gemelos digitales: pequeñas copias digitales de los miembros de su equipo que actúan y se comporten prácticamente igual. Con estas simulaciones, podrías configurar el gemelo digital de tu equipo u organización de diferentes maneras (reconfigurar el equipo, cambiar las reglas de colaboración, etc.) y comprobar si se coordinan con mayor fluidez.
Esto es posible mediante agentes generativos. Estos son agentes de IA que simulan personas y se basan en un poco de conocimiento sobre ellas. Quizás realices una breve entrevista con los miembros del equipo y la uses para crear un gemelo digital de ellos, o quizás todos acuerden usar un fragmento de su historial de Slack o correo electrónico para crear gemelos digitales de tu equipo. Una vez que tengas eso, tu equipo puede convertirse en un objeto dinámico y que pueda consultarse.
Haces una pregunta, ejecutas un escenario rápido y observas cómo se desarrolla. Es un ensayo rápido y plausible: un “¿qué pasaría si…?”.
De esta manera, también podemos detectar señales tempranas de alerta para un equipo. Permite a los líderes detectar si un equipo es propenso a fracturarse (a dejar de querer trabajar en conjunto) con solo observar entre 60 y 90 segundos de su conversación.
Un vistazo rápido a cómo se comunican y coordinan las personas puede revelar señales fuertes. De repente, podemos predecir si este equipo funcionará como un excelente socio a largo plazo o si deberíamos reconsiderarlo. Es casi como una cita rápida de organización.
Imagina tener el súper poder de crear escenarios hipotéticos organizacionales. Te ofrece un increíble entorno de gestión. Estos equipos convierten tu organización en una máquina de escenarios hipotéticos segura y que se pueden consultar, para que puedas crear prototipos de la estructura antes de implementarla.
5. Ya tienes una caja de herramientas de Flash Teams
No necesitas un doctorado en IA para hacer estas cosas. Puedes hacerlo hoy mismo, sin software o alguna otra herramienta. Solo necesitas la idea y acceso a un modelo de lenguaje grande y moderno como ChatGPT. Resulta que todo lo que teníamos que codificar manualmente durante meses se puede generar sobre la marcha con un LLM si eres específico en lo que necesitas.
La IA puede ayudarte a diseñar o perfeccionar tu equipo. Una opción es obtener un título avanzado en informática y aprender sobre redes de bandidos multiarmados, para luego desarrollarlo internamente. Pero la otra opción es simplemente mantener una hoja de cálculo donde registraste el progreso y las decisiones de gestión que tomaste hasta el momento. Introdúcela en GPT-5, pídele que implemente este enfoque y hará los cálculos por ti.
Los coautores Melissa Valentine y Michael Bernstein compartieron cinco ideas clave de su nuevo libro, Flash Teams: Leading the Future of AI-Enhanced, On-Demand Work.
Melissa es profesora asociada de ciencias de la gestión en la Universidad de Stanford, donde codirige el Centro para el Trabajo, la Tecnología y la Organización. Michael es profesor asociado de informática en Stanford, donde es becario de la Universidad Bass. Ambos publicaron sus trabajos en importantes publicaciones, como The New York Times y Wired.
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