¿Qué cargos enfrenta Benjamin Netanyahu y qué está en juego si se le concede el indulto?

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, solicitó el indulto en su largo juicio por corrupción. Esta medida ha hecho sonar las alarmas entre sus críticos de que intenta eludir el estado de derecho.

En un mensaje de video, Netanyahu dice que la actual situación “política y de seguridad” de Israel le impide comparecer ante el tribunal varias veces a la semana.

Su solicitud de indulto al presidente de Israel es solo el último giro en un caso que se ha prolongado durante años. Podría tener implicaciones significativas para el sistema legal israelí y para el futuro político de Netanyahu, con las elecciones previstas para el próximo año.

¿Qué cargos enfrenta?

Netanyahu es, sin duda, la figura política más importante de la política israelí moderna. Lo eligieron como primer ministro por primera vez en 1996 y actualmente se encuentra en su sexto mandato.

Se le imputaron cargos de cohecho, fraude y abuso de confianza, relacionados con investigaciones que se remontan a 2016. Hay tres casos conocidos: Caso 1000, Caso 2000 y Caso 4000. El juicio comenzó en 2020.

En el caso 1000, Netanyahu presuntamente recibió regalos por valor de unos 200,000 dólares estadounidenses (más de 3.6 millones de pesos), incluidos puros y champán, del productor de Hollywood Arnon Milchan y del multimillonario australiano James Packer.

El caso 2000 está relacionado con presuntas reuniones que Netanyahu mantuvo con Arnon Mozes, editor del destacado periódico Yediot Ahronot. La fiscalía afirma que Mozes ofreció a Netanyahu una cobertura favorable a cambio de la imposición de restricciones a uno de sus periódicos rivales.

Y el último caso, el 4000, está relacionado con el conglomerado de comunicaciones Bezeq. El fiscal general alega que hubo otro acuerdo recíproco. A Netanyahu se le retrataría positivamente en la plataforma en línea, según se alega, a cambio de que apoyara cambios regulatorios que beneficiarían al accionista mayoritario de Bezeq.

Netanyahu ha negado sistemáticamente cualquier irregularidad en los casos, afirmando ser víctima de una “cacería de brujas”. En 2021, calificó los cargos de “inventados y absurdos“. Al testificar en 2024, declaró:

“Estas investigaciones nacieron del pecado. No había delito, así que lo hallaron.”

Los expertos han señalado que el indulto solo se puede conceder tras la condena de un delito. Pero Netanyahu no se ofrece a admitir ninguna responsabilidad ni culpabilidad en el caso, y probablemente nunca lo hará. Simplemente pide el indulto para poder continuar con su trabajo.

Israeli Prime Minister Benjamin Netanyahu asked the country's president for a pardon in his long-running corruption trial, arguing that criminal proceedings were hindering his ability to govern https://t.co/Za2xQtnrMj pic.twitter.com/4ONkrr58Vp

— Reuters (@Reuters) November 30, 2025

Independencia del sistema judicial de Israel

Desde que comenzó el juicio en 2020, numerosos testigos han testificado en el caso. Entre ellos se incluyen algunos exasesores de Netanyahu que llegaron a acuerdos con la fiscalía y se convirtieron en testigos del estado. Por lo tanto, se ha presentado material bastante contundente contra Netanyahu.

Pero ha sido extremadamente astuto y políticamente inteligente al utilizar otras cuestiones —en particular la guerra de Gaza— en cada oportunidad para intentar posponer o interrumpir los procedimientos.

Tras los ataques de Hamás de octubre de 2023, el número de días de juicio se limitó por razones de seguridad. Según informes de prensa, Netanyahu ha solicitado con frecuencia la cancelación de sus audiencias debido a su gestión de la guerra.

Los partidarios de Netanyahu no parecen tener problemas con su pedido de indulto. Sin embargo, este arroja luz sobre cuestiones más amplias en torno a la independencia del sistema legal israelí.

A principios de 2023, el gobierno de Netanyahu presentó planes para reformar el sistema judicial. Según los críticos, esto debilitaría la Corte Suprema y el sistema israelí de pesos y contrapesos. Netanyahu no participó en la iniciativa porque el fiscal general afirmó que representaría un conflicto de intereses debido a su juicio por corrupción, pero otros ministros de su gabinete la impulsaron.

En respuesta a esta medida, se produjeron protestas masivas con regularidad en todo Israel. Los críticos la interpretaron como un ataque frontal a los fundamentos del sistema legal israelí.

La solicitud de indulto forma ahora parte de esta historia más amplia, aunque ambos asuntos no estén formalmente vinculados. Los opositores de Netanyahu afirman que es una nueva indicación de que él y su coalición tienen una concepción fundamentalmente diferente del estado de derecho.

La supervivencia política de Netanyahu

Se trata de la supervivencia personal y política de Netanyahu. Se le reeligió como líder del partido Likud este mes y ha declarado su intención de volver a postularse a primer ministro en las elecciones del próximo año, y que espera ganar.

La Ley Básica israelí sugiere que Netanyahu no podría presentarse como candidato si se le condena por un delito grave. Aunque no está claro si en realidad estaría bloqueado en este momento.

Los medios de comunicación han sugerido que Netanyahu quiere adelantar las elecciones de noviembre a junio. Esto con la esperanza de lograr acuerdos para normalizar las relaciones con Arabia Saudita e Indonesia para entonces. Esto encaja con su tendencia a usar los logros en política exterior para compensar sus problemas internos.

Con las elecciones a la vuelta de la esquina, está intentando todas las maniobras posibles para mejorar su posición, y el indulto es solo una de ellas. Probablemente sea la única opción que le queda ahora para que el caso se desestime, ya que el juicio se ha prolongado demasiado y en algún momento el tribunal tendrá que tomar una decisión.

Michelle Burgis-Kasthala es profesor de Derecho Internacional, Universidad La Trobe.

Este artículo fue publicado en The Conversation. Lee el original aquí.