Una breve historia de Calibri, la fuente “woke” que la administración Trump está reemplazando

Calibri y Times New Roman llevan años en conflicto. Y ahora, ambas fuentes vuelven a enfrentarse entre sí después de que el Departamento de Estado de Estados Unidos (EU) anunciara que cambiará su tipografía oficial actual, Calibri, por Times New Roman. Se cierra el círculo, considerando que el Departamento de Estado abandonó Times New Roman por Calibri en 2023.

El secretario de Estado, Marco Rubio, escribió que el cambio a Calibri fue un “desperdicio” y “no logró nada excepto la degradación de la correspondencia oficial del departamento” en un memorando interno del departamento obtenido por Reuters y The New York Times.

Una polémica decisión

El diseñador tipográfico detrás de la fuente sans-serif Calibri califica la decisión de Rubio de “hilarante y lamentable”.

Lucas de Groot diseñó Calibri en 2007 específicamente para facilitar su lectura en pantallas de computadora. El ancho y la curvatura de su sencilla forma de letra se optimizaron para facilitar su lectura y, en 2007, sustituyó a Times New Roman como fuente predeterminada en Microsoft Office —antes de ser reemplazada por Aptos en 2023—.

En 2023, el Departamento de Estado decidió sustituir Times New Roman por Calibri en todas las comunicaciones y memorandos oficiales. Esto supuso una apuesta por una mayor accesibilidad en toda la organización. En aquel momento, el entonces secretario de Estado, Antony Blinken, declaró que Times New Roman “puede presentar problemas de accesibilidad para las personas con discapacidad que utilizan tecnología de reconocimiento óptico de caracteres (OCR) o lectores de pantalla”.

No todos estuvieron contentos con la decisión, pero de Groot cree que fue la elección correcta.

“Hubo buenas razones para dejar de usar Times”, explica de Groot a Fast Company por correo electrónico. “Calibri funciona excepcionalmente bien en tamaños pequeños y en monitores de oficina estándar, mientras que las fuentes serif como Times New Roman tienden a verse más distorsionadas”.

Una tipografía DEI

En el memorando, enviado con el asunto “Retorno a la tradición: Se requiere fuente Times New Roman de 14 puntos para todo el papel del departamento”, Rubio calificó a Calibri de “informal” y dijo que “choca” con el membrete del Departamento de Estado. También lo criticó como una iniciativa “radical” de diversidad, equidad, inclusión y accesibilidad.

Blinken, predecesor de Rubio, implementó el cambio a Calibri en 2023 por recomendación de la oficina de diversidad e inclusión del departamento debido a su accesibilidad y facilidad de lectura para personas con discapacidad. Ahora se ve envuelto en la amplia “guerra contra la concienciación” de Trump.

Las tipografías serif, con sus pies pequeños, o serifas, en la forma de las letras, a veces se perciben como más conservadoras. Mientras tanto, algunos creen que las sans serif se leen como más modernas y progresistas, aunque esto no es una regla inflexible. Después de todo, a Trump le encantan las sans serif, y el senador Bernie Sanders ha optado por la tipografía serif para sus logotipos de campaña.

“Las fuentes serif suelen percibirse como más tradicionales, pero también son más exigentes para usarlas de manera efectiva”, dice de Groot, señalando que el espaciado es notablemente inconsistente en Times New Roman en mayúsculas en palabras como “Chicago”, y la fuente parece demasiado delgada y nítida cuando se imprime en alta calidad.

La fuente también es gusto personal

Sin embargo, para muchos lectores, la preferencia de fuente tiene menos que ver con la política que con el gusto personal y lo que están acostumbrados a ver. Hubo quejas internas cuando el Departamento de Estado de EU cambió a Calibri que se parecen mucho a las quejas habituales de oficina cuando uno tiene que cambiar de Slack a Teams para la mensajería.

“Creo que la idea de que una tipografía sea progresista es un tanto ridícula”, dice el diseñador tipográfico Jonathan Hoefler, quien diseñó la tipografía Biden-Harris y es el cocreador de Gotham, una tipografía que ahora ha sido utilizada por candidatos presidenciales de ambos partidos estadounidenses.

Las tipografías no son buenas ni malas, dice Hoefler. Simplemente están diseñadas para resolver diferentes problemas. Times New Roman se diseñó para texto de periódico, y Calibri para pantalla.

“Ninguna de estas tipografías es mala; simplemente están diseñadas según sus circunstancias”, señala.