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La gente renuncia más en diciembre porque se siente agotada y menospreciada

Diciembre concentra un alto número de renuncias. Un estudio del IPBI de Tecmilenio revela las razones detrás del desgaste laboral y la crisis de bienestar.

La gente renuncia más en diciembre porque se siente agotada y menospreciada [Imagen original: Mohamed_hassan/pixabay]

El cierre de año no solo implica vacaciones y balances. También se ha convertido en una de las temporadas con más renuncias en México. De acuerdo con el Instituto del Propósito y Bienestar Integral (IPBI) de Tecmilenio, la salida en diciembre es una señal de desgaste acumulado, más que una decisión impulsiva.

“Esta ‘hipermovilidad laboral’ revela una crisis de lealtad, no del colaborador, sino de la empresa hacia su gente”, indicó el comunicado. Para muchos, cambiar de trabajo se vuelve una estrategia para recuperar salud mental y bienestar.

Los datos del reporte Factor Wellbeing 2025 reflejan una paradoja. A pesar de que el compromiso laboral alcanza 4.6 puntos sobre 5, el cansancio sigue presente. La frase “al salir del trabajo tengo tiempo y energía para convivir” obtiene apenas 3.56 puntos.

Zygmunt Bauman, citado por el IPBI, explica que la modernidad líquida genera relaciones laborales frágiles. El trabajo deja de ser un ancla y se convierte en un acuerdo revisado constantemente por quienes lo ejercen.

¿Qué impulsa las renuncias durante diciembre?

La situación se agrava por las condiciones de carga. México ocupa el primer lugar en horas trabajadas dentro de la OCDE, con un promedio de 2,200 horas al año. Según datos del INEGI, 27% de los trabajadores labora más de 48 horas por semana. Este escenario, apuntó la OIT, eleva el riesgo de estrés crónico y problemas de salud como afectaciones cardiovasculares.

La rotación aumentó 15% en un año. Las razones principales: desgaste, desequilibrio entre vida personal y laboral, y falta de compensaciones adecuadas.

Las cifras del IPBI apuntan a una deuda gerencial: solo 50% de las empresas cuenta con un responsable formal de bienestar. Solo 39% ha desarrollado un modelo integral propio y apenas 32% tiene un comité que represente la voz del colaborador.

“La ausencia de una arquitectura institucional sólida para el bienestar, sumada a la mala gestión de la carga laboral y la falta de oportunidades reales de crecimiento, daña profundamente el tejido emocional, económico y profesional de los trabajadores”, dijo Iván Guerrero, director de Factor Wellbeing.

El problema no es la falta de compromiso de las personas, sino la carencia de condiciones para sostenerlo. Guerrero señala que la renuncia se convierte en una decisión orientada a la recuperación.

Otro estudio citado, Market Research 2025 de Pandapé, respalda esta lectura. Las personas evalúan el nivel de desgaste, pero también observan si hay posibilidades reales de crecer o si su bienestar es respetado.

El aguinaldo, explica el comunicado, permite materializar una búsqueda que ya estaba en marcha. El Termómetro Laboral de OCC Mundial indica que 76% de las personas practican la búsqueda silenciosa de empleo. Diciembre, entonces, aparece como una salida con colchón financiero.

“El espejo de diciembre ofrece una verdad ineludible: las renuncias no son un problema de lealtad, sino un fracaso sistémico de la gestión”, concluye el IPBI. Para revertir la hipermovilidad laboral, se necesita una estrategia clara, sostenida y ética de bienestar. De lo contrario, las empresas seguirán perdiendo lo más valioso que tienen: su gente.

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