Una reunión clave previa a la cumbre climática COP29 de la ONU terminó el viernes con frustración, ya que los países avanzaron muy poco sobre cómo financiar un nuevo acuerdo en beneficio de las naciones más pobres.
Se instó a los delegados a dejar de lado las diferencias y avanzar en las negociaciones durante los dos días de la “pre-COP29” en Azerbaiyán, país que albergará las conversaciones climáticas principales en noviembre.
No todos los países estuvieron representados, por lo que se esperaban pequeños avances en lugar de avances concretos durante la reunión en Bakú, la capital de Azerbaiyán.
Sin embargo, el encuentro finalizó sin que las naciones lograran resolver los mismos puntos conflictivos que han obstaculizado las conversaciones durante meses, según asistentes que hablaron con AFP.
“A pesar de algunas conversaciones esperanzadoras sobre la cooperación, los países siguen bastante distantes”, dijo Iskander Erzini Vernoit, cofundador y director de la Iniciativa IMAL para el Clima y el Desarrollo, quien estuvo presente en Bakú.
LO QUE SE DISCUTIRÁ EN LA COP29
En la COP29, los países deben acordar una nueva meta de “financiamiento climático” que responda a las necesidades de los países más pobres frente al calentamiento global.
La cantidad actual de 100,000 millones de dólares al año se considera insuficiente y los países ricos están bajo presión para aumentar sus contribuciones al menos por un factor de 10.
Los donantes aún no han anunciado cuánto están dispuestos a pagar, lo que frustra a quienes abogan por un compromiso financiero mayor por parte de los países más responsables del cambio climático hasta la fecha.
“Es indignante que, a solo semanas de la COP29, los países desarrollados no hayan dicho cuánto dinero están dispuestos a proporcionar para esta nueva meta financiera”, dijo Mariana Paoli, de Christian Aid.
Algunos países desarrollados quieren que el pacto incluya diferentes capas de financiamiento: una de los gobiernos, otra de prestamistas multilaterales y capital privado.
Sin embargo, Paoli advirtió que sin el compromiso de los países desarrollados de pagar de sus propios fondos sin condiciones, “cualquier cifra en la COP será un número vacío”.
La mayor parte del financiamiento climático viene en forma de préstamos, y los países en desarrollo afirman que esto empeora sus problemas de deuda.
Estos países están presionando por subvenciones incondicionales para financiar energías limpias y medidas de adaptación climática, y también quieren que se incluya financiamiento para la compensación por desastres, conocida como “pérdidas y daños”, en cualquier nuevo acuerdo.
Rebecca Thiessen, de la coalición de ONG CAN, dijo que era “positivo” escuchar a las naciones ricas en Bakú hablar de un pacto en términos de billones en lugar de miles de millones.
“Se ha reconocido la escala de la necesidad, pero aún no se ha puesto una cifra sobre la mesa”, señaló.