Estás contemplando el futuro centro del cosmos de ladrillos: el nuevo Campus de Innovación de Lego. En este momento, las personas que crean tus productos de ladrillos favoritos están repartidas en diferentes edificios alrededor de la ciudad de Billund, en Dinamarca, sede de la empresa. Pero en 2027, se reunirán en el nuevo campus de Lego, en seis edificios codificados por color y construidos con madera sostenible.
Lego ha estado experimentando un rápido crecimiento, reuniendo múltiples funciones desde el concepto hasta el lanzamiento. “Nuestro portafolio se ha expandido significativamente, y estamos entrando en experiencias más inmersivas. Ya no se trata solo de ladrillos físicos, sino de experiencias digitales, juegos, productos conectados y el contenido que los rodea”, dice Julia Goldin, directora de Producto y Marketing de Lego Group, en una entrevista en video. Actualmente, los equipos de Lego están dispersos por toda la ciudad, e incluso aquellos que trabajan en el mismo edificio pueden tener un largo camino para conectarse. Goldin también menciona que muchas de sus funciones han superado por completo sus espacios actuales.
El diseño del nuevo campus en sí es una manifestación del espíritu modular del sistema Lego, donde cada pieza se conecta sin problemas en un mundo más amplio, explica Goldin. “El edificio tiene seis áreas grandes, todas conectadas por una ‘supervía de juego’ central, permitiendo que las personas se muevan fluidamente entre las diferentes etapas del proceso de innovación, desde la conceptualización hasta la creación rápida de prototipos, la iteración y la retroalimentación”, destaca. “También hay espacios inmersivos para diferentes tipos de experiencias. La idea es construir nuestro músculo de innovación y crear un lugar de trabajo que actúe como catalizador para ello”.
Su planificación refleja esta filosofía, visible en componentes arquitectónicos clave como la PlayWay, un salón central que conecta todos los edificios del campus. También hay atrios en los patios iluminados por luz natural a través de tragaluces que se abrirán con buen tiempo, y espacios abiertos que Lego llama “loops” donde las personas pueden reunirse espontáneamente. Todo está interconectado como una forma de, en teoría, inspirar la polinización cruzada de ideas entre los equipos. Todos estos elementos en el Campus de Innovación de Lego actúan como centros de conexión, facilitando un diálogo abierto entre diferentes funciones y permitiendo que los equipos se nutran de la energía y experiencia de los demás.
La PlayWay es un salón central que conecta todos los edificios del campus y sus elementos. También contiene espacios diseñados para fomentar colaboraciones espontáneas de los empleados, de forma similar a como diferentes niños se conectan para jugar en la Lego House, el museo interactivo de la empresa apodado “el hogar del ladrillo”.
El nuevo campus parece compartir la misma filosofía que impulsó el diseño de la Lego House, que tiene una división similar de áreas codificadas por color interconectadas con un atrio central abierto, que presenta un gigantesco Árbol de la Creatividad hecho de ladrillos que crece cada año. En la Lego House, cada una de esas áreas está dedicada a las competencias clave establecidas en la filosofía de “Aprender jugando”, un conjunto de ideales educativos que codifica cómo los humanos aprenden y crean. Goldin comenta que, en lugar de un solo atrio central, tienen seis edificios modulares conectados para maximizar la creatividad y la colaboración, cada uno con sus propios atrios. Estos módulos pueden expandirse, señala, permitiendo crecer mientras se mantiene la misma apariencia cohesiva.
Sin embargo, Goldin menciona que no todos los espacios del campus estarán abiertos para la colaboración. “Las necesidades de diferentes equipos –diseño interactivo, desarrollo de juegos digitales, marketing creativo– fueron todas consideradas en el diseño del edificio”, describe. También el proceso creativo de los diferentes empleados: “Algunas personas necesitan espacios tranquilos, otras prosperan con energía y colaboración, y queríamos acomodar todos estos diferentes estilos de trabajo”.
LADRILLOS, LADRILLOS, LADRILLOS
El nuevo campus fue creado por la firma danesa CEBRA Architects, con sede en Aarhus, pero cientos de empleados de Lego brindaron aportes en varias etapas del diseño. “Realizamos alrededor de 140 talleres con representantes de las diferentes funciones que trabajarán en el edificio”, dice Goldin. “Muchas de estas personas son creativas por naturaleza, como diseñadores, comercializadores, etc., y usar ladrillos de Lego fue una forma natural de expresar sus ideas. Esto ayudó a crear la simplicidad y la modularidad del diseño final”. El proceso creativo implicó crear y construir el campus usando ladrillos, y luego reconstruirlo para iterar ideas. El bucle infinito de diseñadores usando ladrillos para diseñar edificios que serán el hogar de diseñadores que usarán ladrillos para diseñar nuevos objetos hechos de ladrillos podría abrir un oscuro portal mágico a una dimensión paralela donde Todo es Asombroso.
Una característica muy cool del Campus de Innovación es la biblioteca de elementos de Lego más grande del mundo, que cuenta con una colección de aproximadamente 20,000 piezas. Está ubicada en lo que Goldin llama el “corazón del campus”, el espacio central donde los diseñadores trabajarán realmente en el prototipado de sets físicos con piezas de Lego. Es un archivo vivo de creatividad y un homenaje al rango de posibilidades inherente en un solo ladrillo. La biblioteca no es solo un archivo, sino un recurso del que los diseñadores y desarrolladores de productos se nutrirán mientras conceptualizan futuros sets, ideas y experiencias.
Más allá de fomentar la creatividad, el Campus de Innovación de Lego tiene otro enfoque: la sostenibilidad. Esto ha sido una parte fundamental de los planes corporativos de la empresa danesa, a pesar de sus dificultades para encontrar un reemplazo ecológico para el plástico a base de petróleo utilizado para hacer los ladrillos de Lego. Pero Lego dice que el nuevo campus está construido en torno a este principio, desde la selección de materiales hasta las estrategias de uso de energía.
El edificio está completamente construido con madera certificada por el Consejo de Administración Forestal (FSC, por sus siglas en inglés) para su núcleo y paredes. La certificación FSC garantiza que la madera proviene de bosques gestionados de manera responsable, minimizando el impacto ambiental al tiempo que se mantiene la integridad estructural requerida para un espacio tan extenso. “Por cada árbol que usamos, plantamos uno nuevo”, dice Goldin.
El campus también está diseñado para maximizar la luz natural y está lleno de espacios verdes exuberantes, tanto en interiores como en exteriores. “Todo el edificio funciona con paneles solares, y el diseño crea una atmósfera cálida, como de taller, rodeada de naturaleza”, comenta Goldin. Cuando el clima es favorable, las ventanas se abren de manera inteligente para que el aire fresco inunde los edificios.
El diseño apunta a obtener la certificación LEED Platino, uno de los estándares más altos para edificios sostenibles, que evalúa todo, desde la eficiencia energética hasta la conservación del agua. Lograr la certificación Platino implica reducir el uso de energía en al menos un 30%, restaurar la biodiversidad local mediante plantaciones de especies nativas e implementar sistemas avanzados de reciclaje de agua para minimizar el consumo.