Eric Schmidt, ex-CEO de Google, criticó recientemente las políticas de trabajo remoto de la compañía, sugiriendo que el progreso lento y los problemas de Google con la IA se deben a que permite a las personas trabajar desde casa. Aunque Schmidt ha reconsiderado su postura desde entonces, no es el único que piensa que el trabajo híbrido y remoto perjudica la productividad. Este sentimiento –junto con inversiones en bienes raíces y el deseo de mayor control– ha llevado a muchas empresas a replantearse las políticas de trabajo establecidas durante la era del covid-19 y a llamar a las personas de regreso a la oficina.
Sin embargo, no hay evidencia sólida de que el trabajo híbrido frene la innovación o la productividad. De hecho, más del 80% de los empleados híbridos reportan estar altamente comprometidos en el trabajo, en comparación con el 72% de los empleados presenciales. Además, investigadores de Stanford han encontrado que el trabajo híbrido mejora la moral de los empleados y aumenta las ganancias corporativas.
Esto se debe a que los modelos de trabajo híbrido permiten a las organizaciones equilibrar el trabajo remoto y presencial, aprovechando las fortalezas de cada uno. El tiempo en la oficina fomenta la lluvia de ideas, la construcción de relaciones y la conexión cultural, mientras que el trabajo remoto permite una resolución de problemas más enfocada. Cuando se optimizan, estos entornos permiten que los equipos colaboren, innoven y se concentren de manera efectiva, satisfaciendo las diversas necesidades de los empleados.
Pero ninguno de estos beneficios puede lograrse completamente sin la infraestructura adecuada. Aquí te explicamos por qué la tecnología obsoleta es la verdadera razón por la cual el trabajo híbrido puede obstaculizar a los equipos.
Los trabajadores necesitan acceso confiable a los datos
Para que el trabajo remoto sea exitoso, los empleados necesitan acceso oportuno y constante a recursos actualizados, lo que les permite realizar bien sus tareas desde cualquier lugar. Las organizaciones deben invertir en soluciones seguras y diseñadas específicamente para apoyar la colaboración fluida y garantizar la precisión de los datos.
Almacenar datos y archivos compartidos en la nube es una forma de asegurar la continuidad del negocio cuando los empleados trabajan de forma remota. Los datos de la empresa basados en la nube deben ser seguros, protegidos y de fácil recuperación. También es útil contar con alguna capacidad de almacenamiento en caché o una capa de máquina virtual que agilice la recuperación de archivos y minimice los costos de salida. Sincronizar nueva información y actualizaciones rápidamente con ubicaciones periféricas asegura que los empleados remotos nunca trabajen con datos obsoletos. Esta infraestructura respalda tanto el trabajo remoto como los flujos de trabajo de IA, lo cual es vital para las fuerzas laborales híbridas, asegurando que los datos permanezcan accesibles, precisos y listos para su análisis en equipos distribuidos.
Aunque un enfoque de gestión de archivos basado en la nube puede tener sentido intuitivo, no siempre es fácil de implementar en la práctica. El acceso remoto a archivos puede ser complejo de administrar y gestionar desde el punto de vista de TI. Dependiendo de la naturaleza del negocio, los datos pueden almacenarse en archivos grandes que no son fáciles de distribuir a nivel mundial. Además, los ataques de ciberseguridad son cada vez más sofisticados. Los gerentes de TI no pueden perder oportunidades para abordar vulnerabilidades y establecer firewalls que protejan los datos esenciales. Incluso las empresas que han regresado a modelos de trabajo en oficina pueden beneficiarse de estas herramientas. Las soluciones basadas en la nube mitigan los riesgos asociados con interrupciones locales o fallos de hardware, asegurando la continuidad del negocio y apoyando la resiliencia de los datos para iniciativas impulsadas por IA.
Incluso las empresas que han vuelto a un modelo en oficina pueden beneficiarse de las herramientas de intercambio de archivos de nueva generación. Interrupciones locales de internet, fallos de hardware, daños catastróficos y otras circunstancias imprevistas pueden comprometer las ubicaciones físicas. Mantener los datos en una plataforma basada en la nube con los controles de acceso adecuados mitiga el riesgo asociado a estos eventos. Los empleados pueden volver a trabajar desde oficinas en casa o espacios de coworking rápidamente y con una interrupción mínima.
Los equipos pueden aumentar la productividad aprovechando la IA de forma estratégica
La IA está revolucionando la forma en que las organizaciones abordan el modelo de trabajo híbrido, trascendiendo el debate entre el trabajo presencial y remoto. Con los datos y la capacitación adecuados, la IA puede automatizar y acelerar procesos, incrementando la eficiencia y la productividad a nivel individual. Para las fuerzas laborales híbridas, los flujos de trabajo impulsados por IA son esenciales, ya que aseguran transiciones fluidas entre tareas remotas y presenciales, manteniendo a los empleados conectados y productivos sin importar su ubicación.
Creo que para empoderar completamente a los empleados, las organizaciones deben equiparlos con herramientas de IA, como chatbots y agentes virtuales, que se basen en datos en tiempo real y confiables. Estas herramientas brindan acceso al conocimiento institucional a través de consultas en lenguaje natural, agilizando los flujos de trabajo y reduciendo la entrada manual. Un chatbot que entiende y responde a consultas en lenguaje natural reduce drásticamente las barreras para la adopción de la IA, permitiendo una integración fluida en los procesos existentes. En segundo plano, procesos avanzados de IA –como la extracción de texto, incrustaciones y vectorización– mejoran el rendimiento general. Esto permite que las organizaciones se enfoquen en desarrollar soluciones de IA que aporten verdadero valor empresarial, facilitando el acceso a la información en entornos de trabajo híbridos.
Los líderes también deben establecer políticas claras sobre el uso adecuado de la IA, especialmente en lo que respecta a la protección de información confidencial y propiedad intelectual de la empresa. Esto implica asegurar que ningún dato confidencial se exponga o corra el riesgo de ser accesible en internet. Implementar medidas de gobernanza sólidas es fundamental para mantener la seguridad mientras se maximiza el potencial de la IA.
Con acceso a datos en tiempo real y herramientas de IA, la productividad y la innovación de los empleados pueden prosperar, ya sea que trabajen desde casa o en la oficina. La clave está en adoptar las tecnologías adecuadas para asegurar un acceso fluido a la información y en empoderar a los empleados con soluciones impulsadas por IA que respalden diversos estilos de trabajo en el mundo digital actual.