India sueña con los Juegos Olímpicos de 2036, ¿se puede hacer realidad?

India, el país más poblado del mundo, tiene un nuevo sueño: organizar los Juegos Olímpicos de 2036 como una muestra de su creciente influencia global. Sin embargo, este tema parece un poco controversial y genera varias dudas. No sabemos qué tan pertinente es que el país se postule, ya que el territorio tiene un escaso peso deportivo y un historial poco favorable en la gestión de eventos de gran magnitud.

El primer ministro Narendra Modi confirmó en 2023 este ambicioso proyecto como parte de su visión para posicionar a India en la escena global, especialmente frente a China, que ya organizó dos ediciones olímpicas. Desde su llegada al poder en 2014, Modi está impulsando una agenda ultranacionalista que busca sentar a India en “la mesa de los grandes”.

En una carta de intención al Comité Olímpico Internacional (COI), el Comité Olímpico Indio (IOA) argumentó que el país representa una “economía en ascenso” que aún no ha sido sede de los Juegos. Esta narrativa resonó en Thomas Bach, presidente del COI, quien destacó el “gran potencial” de India y el creciente espíritu olímpico del país.

Un sueño con desafíos internos y externos

Aunque albergar unos Juegos Olímpicos podría acelerar el desarrollo deportivo, la realidad del deporte en India es complejo. Más allá del cricket, herencia británica que desata pasiones nacionales, otros deportes no cuentan con el mismo respaldo ni relevancia. En los Juegos Olímpicos de París 2024, India se fue sin medallas de oro, una señal clara de sus limitaciones en el ámbito competitivo.

Expertos como Manisha Malhotra, extenista y presidente del Inspire Institute of Sport, señalan que los recursos para 2036 podrían concentrarse en una élite de deportistas, sin generar un impacto sostenible. Por su parte, Sharda Ugra, periodista deportiva, enfatizó que el problema no radica en la falta de infraestructura, sino en la gestión deportiva deficiente y en la falta de eventos que promuevan la práctica masiva.

A esto se suma la división interna dentro del Comité Olímpico Indio, liderado por el exvelocista P.T. Usha, y los antecedentes de corrupción que marcaron eventos como los Juegos de la Commonwealth en 2010. A pesar de las enormes inversiones, muchas de las instalaciones construidas para ese evento hoy se encuentran en un estado deplorable.

Ahmedabad, la posible sede

Ahmedabad, en el estado de Gujarat, aparece como la candidata principal para ser sede olímpica. Esta ciudad, cuna política de Narendra Modi, ya cuenta con el estadio Narendra Modi, con capacidad para 130,000 personas y con un presupuesto inicial de 710 millones de dólares destinados al desarrollo de infraestructura deportiva. Sin embargo, las acusaciones de corrupción contra Gautam Adani, multimillonario aliado del primer ministro y principal patrocinador del equipo olímpico indio, siguen causando inseguridad cuando se trata de la transparencia del proyecto.

¿Es inalcanzable?

La pregunta que divide opiniones en India es si un país con un débil historial olímpico y retos internos significativos deberían apostar por un evento de tal magnitud. Mientras algunos ven en los Juegos de 2036 una oportunidad para consolidar su lugar en el mundo, otros temen que el legado se limite a estadios vacíos y frustración por promesas incumplidas.

Para India, organizar los Juegos Olímpicos podría ser el empujón que necesita para transformarse en una potencia deportiva. Pero antes de prender fuego al pebetero, deberá superar desafíos que van más allá de la competencia: corrupción, gestión y una estrategia clara para que el deporte sea un motor de desarrollo inclusivo.

Con información de AFP.