Bill Gates dijo una vez que es algo en lo que hay que confiar a menudo. Steve Jobs hablaba de ella constantemente. Einstein la llamó “la única cosa realmente valiosa”. ¿A qué se referían estos líderes legendarios? A la intuición.
En un mundo donde la tecnología avanza a una velocidad vertiginosa y la inteligencia artificial está transformando el lugar de trabajo, mantenerse a la vanguardia significa perfeccionar algo que las máquinas no pueden replicar: las habilidades humanas únicas como la creatividad, la innovación y la inteligencia emocional. Y en el corazón de estas habilidades está la intuición.
¿El desafío? La intuición a menudo es descartada como algo vago o incluso místico. Pero aquí está la verdad: está profundamente arraigada en la neurociencia. Es la sensación visceral que guía ideas revolucionarias, la chispa que conduce a decisiones audaces y la ventaja que diferencia a los grandes líderes.
Entonces, ¿cómo puedes aprovechar tu intuición y usarla para prosperar en esta era impulsada por la IA?
CÓMO TU CEREBRO INCONSCIENTE ALIMENTA LA INTUICIÓN
Piensa en un archivo con una sala separada para los documentos más antiguos. Cuando la sala principal se llena, los documentos viejos se archivan para crear más espacio. Si necesitas acceder a ellos, simplemente vas al archivo.
Lo mismo sucede en tu cerebro. Solo puedes manejar cierta cantidad de información en tu mente consciente al mismo tiempo. El resto no se pierde, simplemente se archiva y está listo para ser llamado cuando lo necesites. Cuanto más aprendemos y experimentamos, mayor es este “archivo” inconsciente.
Es posible que no te des cuenta, pero tu cerebro inconsciente procesa simultáneamente diversos datos en segundo plano, sin que lo pienses conscientemente. La intuición, por lo tanto, es una colección de recuerdos y experiencias pasadas que podemos usar para informarnos en el presente.
La intuición no puede ser accedida desde tu mente lógica o analítica. Si estás sobreanalizando, eso no es intuición. La intuición es rápida, clara y, a menudo, puede parecer ilógica.
Lo grandioso de la intuición es que funciona mucho más rápido que la parte racional del cerebro, lo que la hace ideal para emergencias en las que necesitamos actuar rápidamente.
También es útil para la toma de decisiones. Los líderes necesitan tomar decisiones todos los días y, de manera ideal, esas decisiones deberían combinar intuición y lógica. Según la ley de las consecuencias no deseadas, nunca puedes saber el resultado de una decisión hasta que está en acción y comienza a desarrollarse. Por ello, al decidir qué camino tomar, la intuición es una excelente manera de llegar a una buena decisión más rápido.
Aunque la intuición es una respuesta inconsciente que tiende a manifestarse en las circunstancias adecuadas, podemos aprender a hacer este proceso consciente para usarla en el trabajo y en la vida diaria.
CÓMO CONECTAR CON TU INTUICIÓN
El comienzo para hacer este proceso más consciente es la preparación. Aquí tienes dos consejos simples para crear el entorno adecuado para que opere la intuición.
Apaga tu mente
Una de las áreas del cerebro involucradas en el acceso a la intuición es la Red de Modo Predeterminado (DMN, por sus siglas en inglés). La DMN está particularmente activa cuando estás soñando despierto, reflexionando sobre tus experiencias o dejando que tu mente divague. Este tiempo mental de descanso es crucial para la intuición. Es durante estos momentos tranquilos que tu cerebro puede hacer conexiones inesperadas, lo que lleva a esos destellos repentinos de inspiración que parecen surgir de la nada. ¡La mejor manera de resolver un problema es dejar de pensar en él!
La meditación no siempre es la respuesta para crear este estado relajado. Recomiendo a mis clientes experimentar para descubrir cuándo surgen esos destellos para ellos. Puede ser corriendo, caminando en la naturaleza, tomando una ducha. ¡Pruébalo y descúbrelo!
Toma nota de tu estado emocional
La intuición es precisa. Sin embargo, las emociones fuertes probablemente signifiquen que lo que sientes no es intuición, sino una respuesta emocional.
Por lo tanto, si estás sintiendo una emoción intensa, ese no es el momento adecuado para intentar acceder a tu intuición. Necesitas procesar la emoción o dejar la decisión para más tarde, cuando te sientas más neutral.
Un punto a destacar es que, como la intuición se presenta en un destello, puede desencadenar una emoción después de ese destello en respuesta a la información, acción o plan que estás siendo guiado a implementar. Este efecto posterior no cambia la precisión inicial.
La pregunta que debes hacerte es: ¿estaba emocional antes o después de que ocurriera el “destello”?
Cuanto más confíes en la intuición, más pruebas encontrarás de que funciona, y se convierte en un bucle de retroalimentación positivo. Todo comienza con crear el espacio y la neutralidad emocional para que el cerebro inconsciente se manifieste.
La intuición no es solo un concepto místico; es una herramienta poderosa fundamentada en la neurociencia, la experiencia y la inteligencia emocional. En una era donde la tecnología domina la toma de decisiones y la IA maneja tareas rutinarias, la intuición sigue siendo una ventaja exclusivamente humana: una que permite la creatividad, la resolución rápida de problemas y la toma de riesgos informados. Al crear el espacio mental para que la intuición emerja y reconocer las señales emocionales que la moldean, los líderes pueden aprovechar esta habilidad innata para tomar decisiones mejores y más rápidas. Cuanto más confíes y refines tu intuición, más te guiará.