La policía que investiga el asesinato del CEO de UnitedHealthcare, Brian Thompson, el 4 de diciembre de 2024, anunció que el presunto agresor utilizó un arma impresa en 3D. En los últimos años, varios crímenes de alto perfil han involucrado este tipo de armas caseras o parcialmente caseras.
Conocidas a menudo como “armas fantasma” debido a la dificultad de rastrearlas, estas armas de fuego pueden ser fabricadas parcial o completamente con componentes producidos en metal o plástico mediante impresoras 3D comerciales. La Corte Suprema de los Estados Unidos está considerando la legalidad de las restricciones federales actuales sobre estas armas de fuego.
El primer caso criminal conocido que involucró un arma impresa en 3D resultó en el arresto de un hombre en el Reino Unido en 2013. Desde entonces, la policía de todo el mundo ha informado un aumento en el número de estas armas encontradas.
Aumento de arrestos y decomisos
Los arrestos y decomisos relacionados con armas impresas en 3D están aumentando rápidamente. Entre 2017 y 2021, las agencias de aplicación de la ley en Estados Unidos confiscaron y reportaron cerca de 38,000 armas fantasma sospechosas, según un informe de 2024 de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés). Solo en 2021, se rastrearon 19,273 armas fantasma sospechosas, un aumento significativo respecto a las 8,504 de 2020. En el estado de Nueva York, el número de armas impresas en 3D incautadas aumentó dramáticamente de 100 en 2019 a 637 en 2022.
Los arrestos también están en aumento. En la primera mitad de 2023, se registraron 108 arrestos relacionados con armas impresas en 3D, en comparación con los 66 de todo 2022.
Norteamérica lidera en arrestos relacionados con estas armas, con 166 casos entre 2013 y junio de 2023. Europa sigue con 48 arrestos, mientras que Oceanía ocupa el tercer lugar con 24.
En Estados Unidos, 36% de los arrestos globales relacionados con armas impresas en 3D en 2023 ocurrieron allí, seguido de Canadá con 34%, el Reino Unido con 10% y Australia con 8%.
Amenaza creciente para la seguridad global
Informes policiales y mediáticos indican que muchos intentos de adquirir o fabricar armas impresas en 3D están relacionados con planes de acciones violentas.
Estas armas han sido utilizadas por diversos grupos, incluidos extremistas de derecha, separatistas étnicos, yihadistas, anarquistas de izquierda, organizaciones criminales en Europa y rebeldes prodemocracia en Myanmar.
Entre 2019 y mediados de 2022, hubo al menos nueve casos documentados en Europa y Australia de extremistas, terroristas o grupos paramilitares que producían o intentaban producir armas con tecnología de impresión 3D. Un análisis de 165 casos de armas impresas en 3D desde 2013 hasta mediados de 2024 revela que 15% estaban vinculados al terrorismo. Los grupos de extrema derecha parecen ser los usuarios más frecuentes en casos relacionados con el terrorismo.
Diversidad en los marcos legales
Las armas impresas en 3D suelen ser armas caseras sin números de serie, lo que las hace atractivas para los criminales, ya que son más difíciles de rastrear. Sin embargo, los enfoques legales para regular estas armas varían significativamente entre países.
Japón aplica estrictas leyes sobre la fabricación, posesión y venta de armas de fuego, incluidas las impresas en 3D. En 2014, un hombre japonés de 28 años fue sentenciado a dos años de prisión por producir armas plásticas impresas en 3D.
En 2023, Canadá prohibió efectivamente las armas fantasma, ilegalizando su posesión o fabricación sin una licencia gubernamental.
En Australia, la fabricación de armas impresas en 3D es ilegal y, en algunos estados, incluso poseer planos digitales para crearlas constituye un delito. En Nueva Gales del Sur, una persona condenada por poseer planos puede enfrentar hasta 14 años de prisión, mientras que en el estado de Tasmania la pena puede llegar a 21 años.
En la Unión Europea, la fabricación o posesión de armas caseras, incluidas las impresas en 3D, está generalmente prohibida, aunque las leyes y sanciones varían. En el Reino Unido, donde las armas de fuego están altamente restringidas, las armas impresas en 3D se consideran ilegales. En noviembre de 2022, el gobierno actualizó las leyes para prohibir específicamente la posesión, compra o producción de piezas para estas armas.
Regulaciones federales en Estados Unidos
La Constitución de los Estados Unidos presenta desafíos únicos para regular las armas fantasma, especialmente a nivel federal.
La ley federal requiere que las armas regulares tengan un número de serie único. Sin embargo, la impresión 3D plantea problemas adicionales debido a la Primera Enmienda, que protege la libertad de expresión, incluyendo la difusión de archivos digitales, y la Segunda Enmienda, que protege el derecho a portar armas.
Aunque vender armas impresas en 3D requiere una licencia federal, producirlas o poseerlas para uso personal está permitido, siempre que cumplan con las pautas específicas establecidas por la ley.
A medida que avanza la tecnología y evolucionan las normativas, los criminales que utilicen armas impresas en 3D continuarán representando amenazas para la seguridad pública, y los gobiernos seguirán esforzándose por regular efectivamente estas armas.
Nir Kshetri es profesor de administración en la Universidad de Carolina del Norte en Greensboro.
Este artículo se publica nuevamente en The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lee el artículo original.