
La inclusión financiera es un tema pendiente en México. En especial para las mujeres. Priscila Barrantes, Country Manager de PayJoy México, lo sabe bien. Durante el FinTech México Festival 2025, habló en exclusiva con Fast Company México para explicar cómo la tecnología puede ayudar a cerrar esa brecha y cómo el rol de las mujeres dentro y fuera del sector financiero empieza a transformar las reglas del juego.
Desde que nació en 2015, PayJoy se propuso llevar servicios financieros a quienes el sistema tradicional no consideraba: personas sin historial crediticio o que nunca habían tenido una cuenta bancaria. Barrantes lo explica así: “No solo en México, sino en todo el mundo, hay mucha desigualdad en cuanto a la inclusión financiera, sobre todo en mercados emergentes”.
Dice que el acceso es solo parte del reto. Para muchas personas, tener una cuenta bancaria no significa usarla ni sacarle provecho. “Requiere más que simplemente abrir una cuenta bancaria. Requiere un cambio cultural y de acceso”, agrega.
PayJoy apostó por otro camino. En vez de abrir sucursales o pedir papeleo tradicional, usa tecnología. Todo sucede desde una app. Así, cualquier persona con un celular puede solicitar crédito, aunque no tenga historial. “Nosotros trabajamos con tecnología. El acceso a los productos financieros se da a través de aplicaciones móviles”, dice Barrantes.
El producto estrella es simple: crédito para comprar un celular. “Un agente que va a comprar un celular y no ha tenido crédito previamente, puede aplicar para crédito para esa compra”, explica. Así, el teléfono se convierte en llave para entrar al sistema financiero. Una vez dentro, las personas pueden acceder a otros productos, como seguros o tarjetas de crédito.
La brecha sigue, pero el camino está claro
Barrantes recuerda que, por años, se creyó que las mujeres no sabían manejar sus finanzas. Menos aún si había tecnología de por medio. “Había este mito de que las mujeres no le sabían a la parte tecnológica o financiera, y que el marido tenía que controlar la cuenta porque, si no, ella iba a destrozar todo”, cuenta.
Ese mito se ha ido diluyendo, pero aún queda un sesgo. “Todavía se cree que las mujeres no están tan acostumbradas al uso de la tecnología para gestionar sus finanzas”, dice.
Los datos de PayJoy muestran otra cosa. “Vemos que el 49% de los que toman crédito con PayJoy son mujeres y el 51% son hombres”, comparte Barrantes. Para ella, este dato es una señal de que la brecha de género empieza a cerrarse.
A pesar de esos avances, las mujeres en mercados emergentes siguen enfrentando obstáculos. “En algunos mercados, las mujeres todavía tienen dificultades para acceder de manera sencilla al ecosistema financiero porque provienen de una cultura donde el hombre tradicionalmente manejaba el dinero”, explica.
Por eso, PayJoy trabaja en diseñar productos pensados para mujeres. “No se trata solo de crear productos genéricos. Debemos diseñar productos con perspectiva de género, entendiendo lo que las mujeres realmente necesitan”, dice Barrantes.
Detrás de cada crédito hay una historia. Barrantes recuerda el caso de Luisa, una mujer que vendía micheladas y que pudo mantener su negocio gracias a una línea de crédito de PayJoy. “Luisa me dijo que tener acceso a una línea de crédito le dio la independencia que necesitaba. Ya no tenía que pedirle dinero a la tía o la comadre cuando se le acababan los insumos”, cuenta.
Ese tipo de historias dejan claro que el crédito es más que dinero prestado. Para muchas mujeres, es una forma de sostener su negocio y ganar independencia. “El crédito productivo, como el que ofrecemos, permite que las mujeres como Luisa puedan tener acceso a los insumos que necesitan para su negocio y, con ello, mantener su independencia económica”, explica.
Educación financiera, la pieza que falta
Barrantes dice que no basta con dar acceso a productos. Sin educación financiera, ese acceso puede terminar en sobreendeudamiento o malas decisiones. “Es necesario enseñar a las personas a manejar sus finanzas desde temprana edad. Si no educamos financieramente, solo estamos abriendo la puerta a más deuda”, advierte.
PayJoy ya trabaja para que sus clientes no solo reciban crédito, sino también información práctica para usarlo bien.
México es clave para PayJoy, pero Barrantes dice que el plan es llegar a dos países nuevos cada año. El objetivo es el mismo en cada nuevo mercado: “abrir la puerta a personas excluidas y ayudarlas a entrar al sistema financiero de manera informada y segura. Y en esa misión, la tecnología es aliada y las mujeres son clave”, dice.