
La administración de Trump ha dejado en claro que no quiere que los compradores vean cuánto les están costando sus nuevos aranceles, basándose en su enérgica reacción a un informe.
El revuelo comenzó con una historia relativamente escasa de Punchbowl News, un medio de noticias enfocado principalmente en primicias políticas, que informó que Amazon había planeado mostrar cuánto del precio de un producto se deriva de los aranceles junto a su precio total en los listados del sitio web.
La administración Trump no respondió con neutralidad a la idea de una etiqueta de transparencia de precios. En una rueda de prensa, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, calificó la supuesta actualización de diseño de Amazon, aún no confirmada, como “un acto hostil y político”. Independientemente del supuesto interés de DOGE en la transparencia, la administración, por lo demás, parece considerarla una idea “hostil”.
¿Qué ha hecho Trump con sus aranceles?
Tras el castigo de Trump, Amazon negó la afirmación y afirmó que, si bien su competidor de bajo costo Temu, Amazon Haul, había considerado la idea de incluir cargos por importación en ciertos productos, la compañía nunca consideró incluir recargos arancelarios en su sitio principal y que tal plan “no va a suceder”.
Al apresurarse a condenar la posible nueva característica de Amazon, la Casa Blanca prácticamente transmitió que le preocupa que las empresas expongan cuánto les cuestan a los consumidores los aranceles del presidente y que está preparada para nombrarlas y avergonzarlas para evitar que eso suceda.
Pero su reacción autoritaria también muestra cómo, con solo unos pocos ajustes de diseño, las empresas privadas podrían aprovechar la debilidad política autoinfligida por la administración para ganarse la confianza del consumidor e influir en el mensaje público sobre los aranceles, si son lo suficientemente valientes. —Amazon no lo fue, y Trump elogió a su fundador, Jeff Bezos, por haber hecho “lo correcto” tras la declaración de la compañía—.
El costo generalizado de los aranceles de Trump
Las políticas arancelarias del presidente han tenido un enorme impacto en la cadena de suministro de muchas empresas que fabrican en el extranjero, y se prevé que esto sea aún mayor. El arancel de 145% sobre los productos fabricados en China ya ha provocado una caída de hasta 60% en los envíos de carga a Estados Unidos desde principios de abril, según una estimación de Flexport, empresa de logística de cadenas de suministro.
Desde que anunció su amplio plan arancelario a principios de abril, Trump ha suspendido con frecuencia los aranceles propuestos y emitido exenciones para ciertos bienes luego del cabildeo de empresas tecnológicas como Apple y la reacción de Wall Street, lo que demuestra que su plan no está exactamente exento de problemas y deja a los consumidores confundidos sobre qué es lo que en realidad se está volviendo más caro.
Gigantes minoristas como Adidas, Target y Walmart han advertido que los precios podrían subir y que los estantes comenzarán a vaciarse si se mantienen los aranceles. Mientras tanto, otras empresas que dependen en gran medida o exclusivamente de fábricas chinas ya han incrementado sus precios, como Amazon, Shein y Temu, que utilizan productos baratos fabricados en China para impulsar sus modelos de negocio. Varias marcas de lujo, como Labucq, Jolie y Dieux Skin, también han anunciado aumentos de precios basados en aranceles.
Lo que piensan los estadounidenses
Los aranceles han resultado ser un desastre para las relaciones públicas y los índices de aprobación de Trump, quien durante la campaña prometió a los votantes que reduciría los costos diarios, pero en cambio es culpable de aumentarlos. Según una nueva encuesta de NPR/PBS News/Marist, el índice de aprobación de Trump es actualmente de 42%, el más bajo registrado para cualquier presidente recién elegido en más de 50 años. Una encuesta de CBS News/YouGov reveló que 69% de los estadounidenses cree que Trump no se está enfocando lo suficiente en bajar los precios, mientras que 62% cree que dedica demasiado tiempo a imponer aranceles.
En base a esta recepción pública, tiene sentido que la administración de Trump quiera que los aumentos de precios basados en aranceles sigan siendo intangibles para los consumidores estadounidenses.
Amazon dio marcha atrás, pero más marcas deberían mostrar los recibos
Al mismo tiempo, desde la perspectiva del consumidor, es difícil mantenerse al día sobre cómo se ven afectadas las tarifas por cada empresa y cuál podría ser la magnitud real de los próximos aumentos de precios para productos cotidianos como el papel higiénico y los comestibles sin realizar comparaciones directas en el punto de venta. Esta decisión de política comercial ha tenido consecuencias costosas, y la propuesta de Amazon podría haber sido una solución sencilla, priorizando al usuario, para mostrar al público los recibos de las tarifas.
Los grandes minoristas como Target y Walmart podrían aclarar parte de la confusión haciendo exactamente lo que Amazon se ha negado a hacer desde entonces: agregar una etiqueta a los listados en línea e incluso a los artículos en las tiendas, que explique en qué medida los aranceles de Trump han impactado el precio de venta para los consumidores.
Este simple gesto podría servir como una herramienta política eficaz para moldear la percepción pública y cambiar las políticas sobre un tema clave. Y para las marcas, también comunicaría a los consumidores que la transparencia de precios es más importante que los caprichos del presidente.