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Cuando aprender se convierte en un acto de valentía —la visión de Freddy Vega de Platzi

En el aprendizaje no hay atajos mágicos, solo decisiones conscientes: qué aprender, cómo, y con qué compromiso.

Cuando aprender se convierte en un acto de valentía —la visión de Freddy Vega de Platzi [Foto original: Cortesía de Platzi]

Imagina a una plataforma digital que ha enseñado a millones de personas en todo el mundo a través de internet… que de pronto decide reunir a más de 6,000 en un solo lugar, cara a cara. Es PlatziConfMX, realizada en el World Trade Center de la Ciudad de México.

Para Freddy Vega, CEO y fundador de Platzi, tiene todo el sentido del mundo. “Las personas que crean tecnología necesitan un lugar para verse, conocerse, inspirarse. Y eso es lo que hicimos”, dice.

Freddy no solo habla, transmite. Cuando se sienta a conversar, lo hace con una pasión contagiosa por la educación, la tecnología y, claro, la inteligencia artificial. Y aunque podría sonar abstracto, lo que plantea es tan real como urgente: el mundo está cambiando a una velocidad vertiginosa, y quien no se adapte, simplemente se queda atrás.

Cómo no sentir miedo cuando todo cambia

“Es completamente normal sentir una ansiedad que aprieta el pecho con tanto cambio”, admite Freddy. El mundo es más complejo, la tecnología avanza rápidamente, y nuestras mentes a veces no logran seguirle el ritmo, explica. “Hoy, un adolescente con una laptop de 500 dólares puede producir un hit que escuchen 600 millones de personas. Hoy, desde una sala de estar, se puede crear una empresa global”, dice.

Freddy no propone luchar contra esa realidad, sino entenderla. “La disrupción cambia el contrato social. Antes te graduabas, conseguías un empleo y listo. Ahora, eso ya no alcanza. No podemos vivir pensando que un diploma nos define para siempre”.

Aquí viene una de esas preguntas incómodas que Freddy lanza sin anestesia: “Si copias y pegas lo que hace una IA para completar una tarea, ¿debería existir tu trabajo”. Suena duro, pero es una alerta, ya que para Freddy, si no desarrollamos habilidades humanas —como el pensamiento crítico, la creatividad o la empatía— podemos volvernos fácilmente reemplazables. “Somos reemplazables en la medida que permitamos que nos reemplacen”.

Aprender de verdad… duele (pero vale la pena)

Freddy dice que aprender no es un paseo por el parque. Es incómodo, exige esfuerzo, y muchas veces, duele. “Nuestro software (la mente) y nuestro hardware (la personalidad) toman tiempo para desarrollarse”, explica. No hay atajos mágicos, solo decisiones conscientes: qué aprender, cómo, y con qué compromiso.

Este es un mensaje dirigido también a las instituciones educativas. Freddy incluso sugiere prohibir el uso de computadoras y celulares en clase. “Los salones deberían ser templos de conexión humana. La hiperconectividad está dañando nuestra salud mental, nuestra comprensión lectora, nuestra capacidad matemática”.

Durante años nos dijeron que los jóvenes eran “nativos digitales”. Pero según Freddy, eso es un mito. “Muchos no entienden cómo funciona internet, no saben administrar archivos, ni dominan herramientas básicas. Han crecido rodeados de pantallas que lo hacen todo fácil, pero no aprendieron cómo se construye la tecnología que usan.

Curiosamente, los millennials —esa generación puente entre lo analógico y lo digital— tienen una ventaja. “Somos quienes conectamos la consola al televisor, quienes usamos disquetes, quienes vimos el salto entre lo viejo y lo nuevo”. Esa experiencia, Freddy cree, nos convierte en guías para la generación que viene detrás.

Eso sí, aclara que el mundo se mueve rápido. Quedarse quieto es ir hacia atrás. No es que aprendas lento: es que no te da la gana aprender rápido. Y eso tiene consecuencias”. No lo dice con desprecio, sino con la urgencia de quien ve venir un gran cambio que no todos podrán aceptar. “Desde la Revolución Industrial hemos tenido generaciones perdidas. La decisión de avanzar es personal”.

Liderar con propósito (y con personas increíbles)

Freddy comparte lo más valioso que ha aprendido como líder: “No hay nada más poderoso que hacer cosas difíciles con gente increíble”. Y una vez que vives eso, dice, ya no quieres volver a hacer cosas fáciles con personas que no te inspiran. Esa es su forma de liderar.

En Platzi no se imponen caminos. Se explican los objetivos y se mide el impacto, pero cada quien encuentra su manera de llegar. “Lo importante es entender el porqué. Las métricas deben ser claras. El cómo, puede cambiar”.

Freddy habla con franqueza, sin adornos, pero con visión. Su diagnóstico puede parecer duro, pero su propuesta es clara: seguir aprendiendo, sin descanso, sin garantías, sin atajos. Porque al final, lo que está en juego no es solo un trabajo ni un diploma… es nuestra capacidad de seguir siendo parte de la conversación del futuro.

Author

  • Emma Sifuentes

    Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad del Valle de México, cuenta con más de 20 años de experiencia en la comunicación, tanto en el sector público, como en el privado. Como editora, busca contribuir a la conversación sobre cómo moldear un futuro que valore la humanidad, la justicia y la igualdad.

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    Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad del Valle de México, cuenta con más de 20 años de experiencia en la comunicación, tanto en el sector público, como en el privado. Como editora, busca contribuir a la conversación sobre cómo moldear un futuro que valore la humanidad, la justicia y la igualdad.

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Sobre el autor

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad del Valle de México, cuenta con más de 20 años de experiencia en la comunicación, tanto en el sector público, como en el privado. Como editora, busca contribuir a la conversación sobre cómo moldear un futuro que valore la humanidad, la justicia y la igualdad.

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