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Cómo estas sillas y bancas rosa fosforescente se convirtieron en un símbolo de las protestas en Los Ángeles

La firma de arquitectura Rios diseñó el mobiliario urbano del Gloria Molina Grand Park para tener “configuraciones infinitas”. Nunca imaginaron que lo usarían para protegerse.

Cómo estas sillas y bancas rosa fosforescente se convirtieron en un símbolo de las protestas en Los Ángeles [Foto: Etienne Laurent/AFP/Getty Images]

Desde el viernes, las protestas por las redadas migratorias estallaron en todo Los Ángeles. Las manifestaciones escalaron después de que el presidente Trump desplegara a la Guardia Nacional en la ciudad el sábado. Las tropas utilizaron tácticas agresivas para dispersar a los manifestantes, como disparos de balas de goma, granadas aturdidoras y gas lacrimógeno. Las imágenes que surgieron durante el fin de semana son inquietantes.

Un símbolo inesperado de lo que ocurre en la ciudad apareció en las fotos de manifestantes cerca del Gloria Molina Grand Park refugiándose detrás de bancas, sillas y mesas color rosa fosforescente. En las protestas, es común que se usen elementos del entorno como barricadas: botes de basura, bancas, señales de construcción, cualquier cosa que se pueda mover. Pero esos asientos rosa neón cuentan una historia particular de Los Ángeles y del conflicto actual.

1 sillas rosa fosforescente Fast Company México Cortesía
[Foto: Apu Gomes/Getty Images]

Diseñado por la firma de arquitectura Rios, el Grand Park ha sido un epicentro de las manifestaciones proinmigrantes. Está justo al lado del Ayuntamiento de Los Ángeles y a unas cuadras del Centro Metropolitano de Detención, donde se han reunido los manifestantes y donde el ICE mantiene detenidas a varias personas. El parque fue diseñado para representar a la población multicultural de Los Ángeles y como “un parque para todos”.

Rios insistió en que el espacio público incluyera mobiliario móvil —como en Bryant Park de Nueva York o los Jardines de Luxemburgo en París— para que los visitantes tuvieran flexibilidad en cómo usar el parque (aunque no para dormir en él). Diseñaron una colección personalizada con ese propósito.

El mobiliario está hecho de aluminio recubierto con pintura electrostática y el color rosa brillante hace referencia al tono de las flores que crecen en países ecuatoriales, de donde provienen muchos de los habitantes de la ciudad, así como a las bugambilias que se encuentran por toda Los Ángeles. Cuando el parque se inauguró hace 11 años, se equipó rosa fosforescente con cientos de piezas: 26 bancas independientes, 41 bancas montadas en muro, 120 mesas tipo café y 240 sillas, todas fabricadas por la empresa californiana Janus et Cie.

2 sillas rosa fosforescente Fast Company México Cortesía
Grand Molina Park en 2012. [Foto: Channone Arif/Flickr]

“El parque es un lugar para que la gente se reúna y forme comunidad”, dice Andy Lantz, codirector ejecutivo y director creativo de Rios. “Esta idea de poder reconfigurar el espacio con mobiliario móvil fue fundamental para que fuera un parque para todos”.

Desde su apertura, el parque se ha convertido en ese punto de encuentro que Rios imaginó: fiestas de baile los fines de semana, clases de yoga matutinas, camiones de comida y concentraciones políticas. La naturaleza comunitaria del parque representa exactamente lo que está en riesgo con las redadas. Las y los angelinos están preocupados por sus amigos y vecinos, y hacen lo que pueden para proteger a sus comunidades y valores cívicos. En ese contexto, el mobiliario encontró un nuevo uso: servir de refugio y protección.

Aunque “configuraciones infinitas” formaba parte del diseño original del mobiliario, Lantz nunca imaginó lo que eso significaría en el contexto de una protesta. Sintió una avalancha de emociones al ver por primera vez las imágenes de manifestantes utilizando el mobiliario de aluminio como escudo. Las bancas, de aproximadamente 1.80 metros de largo y 32 kilos de peso, tienen las dimensiones ideales para cubrir el cuerpo humano al colocarse de lado; una silla, de unos 11 kilos, puede levantarse por su estructura metálica y servir de protección en cuclillas. “He visto esas fotos varias veces hoy. Me sentí orgulloso, me sentí molesto, me sentí sobresaltado”, dice. “Ver nuestro trabajo reutilizado en un momento de acción colectiva fue conmovedor y poderoso”.

Desde la apertura del Grand Park, Rios ha usado la colección Civic de mobiliario urbano en otros parques que ha diseñado, como en Palm Springs y Houston. También existen versiones en azul brillante en el Brooklyn Bridge Park, en Nueva York.

Lantz se pregunta si los eventos ocurridos en los últimos días en Los Ángeles inspirarán a otros diseñadores a repensar los parques que crean. “Como diseñadores, ¿debemos empezar a pensar el espacio público como un lugar que puede y debe ser defendido?”, plantea. Parece que el brief de diseño para el mobiliario urbano acaba de volverse mucho más complejo.

Author

  • Diana Budds

    Es una escritora basada en Nueva York interesada en cómo el diseño revela historias de cultura, política e historia.

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Sobre el autor

Es una escritora basada en Nueva York interesada en cómo el diseño revela historias de cultura, política e historia.

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