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Los jefes deberían hablar de política en el trabajo y esta es la razón

Afrontar los problemas del día a día puede no ser fácil, pero eso no significa que no valga la pena hacerlo.

Los jefes deberían hablar de política en el trabajo y esta es la razón [Imagen de origen: ismagilov/iStock/Getty Images Plus]

Al abrir la sección de noticias o encender la pantalla, es imposible evitar las imágenes de conflicto. La geopolítica no es dominio exclusivo de diplomáticos y políticos. Para muchos, es un tema profundamente personal y emotivo; una calamidad lejana puede golpear muy cerca de casa. Y la gente no deja de lado sus opiniones cuando va a trabajar. 

De hecho, muchos trabajadores esperan que sus jefes se posicionen ante cuestiones sociales y geopolíticas. En el Barómetro de Confianza de Edelman de 2025, casi el 80% de los encuestados afirmó que los directores ejecutivos están justificados al abordar un problema social cuando pueden marcar la diferencia. Además, las empresas siguen generando más confianza que el gobierno, el sector social o los medios de comunicación. Ese cargo conlleva responsabilidad. 

Un ambiente cargado de geopolítica

Pero es un tema complejo. Sobre todo en las grandes organizaciones globales, las opiniones varían con seguridad: el lugar donde las personas crecen, sus experiencias y cómo consumen las noticias influyen en su respuesta a los acontecimientos geopolíticos. Los líderes deben estar preparados para gestionar un entorno altamente tenso donde un solo comentario puede generar controversia. Los errores pueden provocar la pérdida de confianza, talento y reputación. 

La comprensión, la supervisión y la previsión son necesarias para desarrollar la resiliencia geopolítica. Existe también una cuarta dimensión: una agenda de personas. Así como los líderes empresariales desarrollan una estrategia para guiar las decisiones operativas, deben hacer lo mismo para interactuar con su fuerza laboral en materia de geopolítica. Esto implica aprender a hablar sobre temas delicados; cómo equilibrar la transparencia con la confidencialidad; cómo satisfacer las crecientes expectativas de los empleados, clientes, reguladores y otras partes interesadas; y cómo unificar a la organización en torno a un compromiso compartido con una buena ciudadanía global. 

Un enfoque estratégico para la participación puede construirse sobre cinco pilares: multipolaridad, movilidad, mensajes, motivación y misión.

Multipolaridad

En un orden global fragmentado con nuevas oportunidades en los mercados emergentes, emitir decretos desde la sede central no es suficiente. Los empleados desean que se comprendan y reflejen los riesgos y oportunidades únicos de sus mercados locales. Para demostrar una mentalidad multipolar, los líderes pueden celebrar reuniones de la junta directiva en diferentes regiones, garantizar que los puestos importantes, como los de los comités de riesgo global, estén ocupados por personas que reflejen la naturaleza global de la organización, solicitar la opinión de expertos y asesores con una amplia gama de perspectivas, y obtener asesoramiento local al desarrollar marcos de riesgo en mercados con sensibilidades geopolíticas.

Movilidad

Las empresas pueden ayudar a sus empleados a desarrollar la comprensión y la confianza con sus colegas creando oportunidades para que experimenten la vida y los negocios fuera de sus mercados locales. Un minorista global, por ejemplo, lleva cada año a su clase de analistas recién llegados de China a su sede estadounidense. Muchas empresas también ofrecen programas rotativos para ayudar a los líderes emergentes a comprender mejor cómo y dónde opera la empresa.

Mensajería

Los líderes empresariales deben definir y comunicar un conjunto de principios que justifiquen claramente en qué temas la empresa adoptará una postura y en cuáles no. Se deben considerar la situación legal específica, los valores de la empresa, el modelo de negocio y el impacto en la marca. 

Estas ideas inspiraron el mensaje de McDonald’s cuando decidió retirarse de Rusia tras la invasión de Ucrania en 2022. Si bien el mensaje debe provenir de las altas esferas, su comunicación puede hacerse de manera más amplia. De hecho, los mensajeros son tan importantes como el mensaje.

Los mensajeros podrían necesitar estar presentes en mercados que experimentan disrupciones para aprender de colegas locales y otras partes interesadas, y mostrar apoyo en persona. Los empleados tienden a confiar más en sus supervisores inmediatos que en los líderes sénior; estos últimos suelen tener más tiempo para escuchar y aprender. De igual manera, los ejecutivos experimentados con sólidas relaciones en la organización podrían desempeñar el papel de diplomáticos itinerantes y ayudar a los empleados a comprender la postura de la empresa, a la vez que sirven como cajas de resonancia y transmiten las perspectivas de primera línea a los líderes sénior.

Motivación geopolítica

Los empleadores comprenden que la fuerza laboral valora la seguridad laboral, la remuneración y la oportunidad de progresar. Sin embargo, a menudo se subestima el deseo de propósito y de comunidad. La gerencia puede fortalecer el sentido de pertenencia de los empleados durante una crisis, por ejemplo, ofreciendo fondos equivalentes para contribuciones benéficas. Si problemas geopolíticos obligan a una empresa a suspender sus operaciones en un mercado, la gerencia puede demostrar su compromiso con los empleados ofreciendo apoyo a quienes viven en la región afectada.

Misión

Una declaración de misión clara puede trascender las diferencias geopolíticas y servir como punto de encuentro en momentos de división interna. La misión de una gran multinacional estadounidense, por ejemplo, incluye hacer que sus servicios sean universalmente disponibles. Esto orienta los debates de los líderes sobre si la empresa debería atender a ciertos mercados. 

Mantener la paz en el entorno laboral en un mundo convulso puede ser un desafío. Al revisar su visión del mundo hacia una visión conectada pero a la vez controvertida, los líderes también podrían necesitar revisar su manera de interactuar con su gente sobre un tema personal. Además de tomar medidas para reducir riesgos, desde procesos de selección hasta protocolos de acceso a datos, los líderes también deben tomar medidas proactivas para convertirse en organizaciones resilientes capaces de resistir las fuerzas centrífugas y aprovechar nuevas oportunidades.

Author

  • Ziad Haider

    Es director global de geopolítica y socio de la oficina de McKinsey & Company en Singapur. Anteriormente, se desempeñó como Representante Especial para Asuntos Comerciales y Empresariales del Departamento de Estado de EU.

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    Es director global de geopolítica y socio de la oficina de McKinsey & Company en Singapur. Anteriormente, se desempeñó como Representante Especial para Asuntos Comerciales y Empresariales del Departamento de Estado de EU.

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Sobre el autor

Es director global de geopolítica y socio de la oficina de McKinsey & Company en Singapur. Anteriormente, se desempeñó como Representante Especial para Asuntos Comerciales y Empresariales del Departamento de Estado de EU.

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