
Aunque la inteligencia artificial ha transformado la manera en que nos comunicamos, aprender un idioma podría todavía valer la pena. Y es que, durante años, las herramientas de traducción han mejorado con ayuda de la inteligencia artificial.
Hoy podemos tener reuniones subtituladas en tiempo real, traducir mensajes en aplicaciones o navegar con páginas que se ajustan automáticamente a nuestro idioma. Incluso Apple presentó los AirPods 3 con la promesa de traducir al instante lo que alguien dice.
Sin embargo, los sistemas actuales funcionan en contextos simples, pero fallan cuando entran en juego los modismos, el sarcasmo, las conversaciones técnicas o las emociones. Como ocurre al usar un traductor web, la tecnología ayuda, pero no sustituye por completo la interpretación humana.
Aprender un nuevo idioma ofrece otras ventajas
1. Beneficios cerebrales y cognitivos
Dominar dos o más lenguas fortalece la memoria, la capacidad de realizar varias tareas a la vez y la flexibilidad cognitiva. Estudios han mostrado que también puede retrasar el avance de enfermedades como el Alzheimer. A diferencia de una aplicación que traduce palabras, pensar en otro idioma activa procesos cerebrales más complejos. En el caso de los niños y jóvenes, este aprendizaje se convierte en un ejercicio que prepara para enfrentar retos futuros y profesiones que todavía no existen.
2. Confianza y conexión
Los traductores automáticos son útiles para comprender la idea general de un texto, pero no captan el tono emocional ni las referencias culturales. Hablar directamente en otro idioma genera confianza en entrevistas de trabajo, reuniones o viajes. ““Aprender inglés permite captar y expresar matices culturales y emocionales que las máquinas no pueden traducir con precisión es clave para mantener el ‘acento humano’ en las conversaciones. La interacción humana auténtica, con sus sutilezas y expresiones idiomáticas, es esencial para establecer conexiones genuinas, algo que la traducción automática aún no puede replicar”, comenta Andrés Moreno, fundador y CEO de Open English.
3. Acceso a oportunidades
En México, el inglés se mantiene como el segundo idioma por definición. Es clave para el comercio, la ciencia, la política internacional y la tecnología. Su dominio se traduce en mejores sueldos, empleos globales y acceso a industrias donde es una exigencia. El uso de IA no elimina esta ventaja. Por el contrario, quienes ya dominan el idioma aprovechan mejor las herramientas digitales y corrigen errores que un traductor automático podría pasar por alto. “La IA no reemplaza al inglés, o al aprendizaje de cualquier idioma, lo potencia”, señala Moreno.
4. No es una u otra
Plantear la relación entre inteligencia artificial y aprendizaje de idiomas como una competencia es un error. La IA amplifica la ventaja de quienes conocen otra lengua. Un ingeniero, un investigador o un creador de contenido que maneja el inglés puede aprovechar de manera más efectiva plataformas como ChatGPT o DeepL en su versión original. La traducción automática apoya, pero no sustituye la comprensión directa del idioma.
5. Emergencias y problemas técnicos
La tecnología puede fallar: quedarse sin batería, perder señal en un viaje o enfrentar una emergencia son situaciones en las que la autonomía de hablar un idioma es irremplazable. Conocer la lengua brinda seguridad y confianza en momentos críticos. Incluso una frase tan simple como “Help” puede marcar la diferencia cuando no hay dispositivos que funcionen.