
No es un secreto que la Generación Z en el mundo tiene una perspectiva económica menos optimista que las generaciones anteriores. No sorprende, entonces, que muchos se acerquen al llamado nihilismo financiero, adopten una visión pesimista sobre el dinero y la inversión y generen una forma distinta de relacionarse con sus finanzas.
Los Zoomers crecieron con smartphones, internet y redes sociales en contextos complicados, como la crisis económica de 2008, la Gran Recesión y movimientos de protesta globales. Esto los hizo desconfiar de los métodos tradicionales, y esa desilusión también se refleja en cómo ahorran, invierten y planean su futuro financiero.
¿Qué es el “nihilismo financiero”?
El término, acuñado en 2021 por Demetri Kofinas, presentador del podcast Hidden Forces, describe la profunda desilusión de la Generación Z —y de algunos millennials jóvenes— con el sistema financiero tradicional. Para ellos, ahorrar para la jubilación o invertir en bolsa, bonos u otras formas convencionales puede parecer inútil. Este fenómeno surge frente a problemas globales y locales: estancamiento salarial, aumento del costo de la vida, deuda estudiantil y las dificultades para acceder a la vivienda.
En pocas palabras: muchos consideran que el “sueño americano” es casi inalcanzable y temen no poder independizarse ni tener casa propia.
Apostar por las criptomonedas, acciones meme y ETFs
En lugar de los instrumentos tradicionales, los jóvenes buscan alternativas más llamativas, aunque arriesgadas: criptomonedas como Bitcoin, monedas “meme“, acciones virales o incluso apuestas deportivas. Según CNBC, los miembros de la Generación Z son más propensos que otras generaciones a decir que sienten curiosidad o planean invertir en criptomonedas en los próximos cinco años, según una encuesta reciente de US Bank.
En síntesis, se observa una pérdida de confianza en el valor real del dinero y en los mercados tradicionales. Como resumió Andrew Edgecliffe-Johnson: “Es difícil culpar a alguien por querer enriquecerse rápido si ha perdido la fe en su capacidad de enriquecerse lentamente”.