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Adiós, mal viaje: ¿puede Airbnb reconectar con su esencia?

Conexiones reales y experiencias únicas: así es como Airbnb pretende capturar de nuevo al público.

Adiós, mal viaje: ¿puede Airbnb reconectar con su esencia? [Ilustración: Milchangos]

¿Cómo comer como un lugareño de verdad y no caer en las trampas de la guía Michelin? ¿Cómo conectar o conocer otras personas con los mismos intereses? Viajar puede parecer un
concepto etéreo y sencillo de realizar. Y si el presupuesto no es un problema, ¿cuál es la dificultad en reservar un avión o un hospedaje?

La verdad es que planear una estancia es complejo, más si quieres vivir experiencias auténticas o lo más tailor made posible, conocer gente nueva y escapar de las trampas de turistas. O si tu conciencia es demasiado grande, ¿cómo hacer un turismo que beneficie de manera tangible a alguien?

Airbnb fue una de las tech que floreció en la segunda década de los 2000 para convertirse en “una de las más exitosas”, como señaló Brian Chesky durante el Summer Release 2025. El evento estuvo enfocado en resaltar que la plataforma busca regresar a sus orígenes, es decir, a la autenticidad de viajar, lo que incluyó el relanzamiento de Experiencias para ayudar a la democratización del turismo en los destinos donde están presentes.

“Airbnb ahora es más sobre la esencia auténtica de viajar. Volver a las raíces de la marca, de lo que originalmente éramos”, dice Hiroki Asami, Global Head of Marketing de la empresa a Fast Company México.

El proyecto inició porque los fundadores (Brian Chesky y Joe Gebbia) necesitaban pagar su renta en San Francisco —donde muchas big tech se han desarrollado—, que había incrementado 25%. Su solución fue postear la renta de una habitación durante un congreso que albergó la ciudad en 2007 y que había acabado con la disponibilidad hotelera. El espacio contaba con un colchón inflable (air matress) e incluiría desayuno y “servicios”, de donde surgiría el nombre de la compañía un año después.

Lo que no esperaban fue la relación con sus tres huéspedes. Si bien solo era transaccional, hasta cierto punto, como los jóvenes que eran terminaron en paseos, comidas y experiencias que culminaron en una amistad que perdura hasta estos días. Suena atractivo, ¿no?

Esto fue (y es) muy relevante en una época de desconexión social y “epidemia de soledad”—declarada en 2023 por el excirujano general de Estados Unidos, Vivek Murthy—, exacerbada por los confinamientos por covid-19.

Hoy, muchos anfitriones se unen a esta dinámica por la razón inicial de los fundadores: dinero. Pero también porque hay personas que buscan conectar con otros seres humanos. “Estaba en una situación económica complicada y la plataforma resultó ser una oportunidad para generar ingresos adicionales”, platica Ricardo López, un anfitrión de experiencias gastronómicas en Ciudad de México desde hace ocho años.

“A mí me encanta viajar y valoré mucho cuando la gente en algún país me ayudaba. A partir de esa interacción, el viaje cambia completamente. Entonces, de pronto, empecé de forma muy natural hacer lo mismo en Ciudad de México”.

“¿Sabías que en chino la palabra crisis también quiere decir oportunidad?”. “¡Sí! ¡Oportuncrisis!”. Este es uno de los diálogos de Los Simpsons que bien pueden definir la filosofía que los emprendedores deben tener ante las crisis. Airbnb no fue la excepción. “Las experiencias se lanzaron antes de la pandemia, pero esta realmente las paralizó porque no se podía tener contacto humano. Ese fue uno de los grandes desafíos”, señala Asami.

Ricardo fue uno de los muchos afectados con la emergencia sanitaria. Luego del confinamiento, anfitriones como él comenzaron a tener videollamadas con Airbnb. “Nos escucharon. Entonces, lanzaron las experiencias en línea —Online Experiences, en abril de 2020—. Fue una montaña rusa, de un momento muy complicado a, otra vez, gracias al apoyo de Airbnb, tener trabajo en la pandemia”, señala a Fast Company México sobre su aventura digital con “Make Mexican Street Tacos with a Pro Chef”.

Solo en 2021, la plataforma reportó que este producto generó ganancias de 500,000 dólares. Hubo categorías como Outdoor, que creció hasta 130% de acuerdo con el newsroom de la app. Por otro lado, los alojamientos en ciudades pequeñas, pueblos y lugares remotos aumentaron: en junio 2020, los anfitriones en zonas rurales de Estados Unidos ganaron más de 200 millones de dólares (MDD), mientras que en México el interés se elevó 29%.

En el informe financiero del primer trimestre de 2025, la empresa reportó que “los huéspedes gastaron casi 25,000 MDD en Airbnb. Nuestros resultados demuestran que, independientemente de lo que ocurra en el mundo, la gente sigue eligiendo Airbnb. Esto se debe a la adaptabilidad inherente de nuestro modelo”.

Esta adaptabilidad no solo queda en la plataforma, sino en los millones de usuarios que la utilizan. Cuando las personas viajan son “su mejor versión, porque tienen una mente abierta, están dispuestos a probar cosas nuevas y a experimentar lugares diferentes. Hemos notado que, entre nuestros huéspedes, la gente se va con conexiones profundas —dice Asami—. Creo que la gente está un poco cansada de la ‘conexión social’ que se da en los dispositivos; la gente realmente quiere interacción humana”.

Así como Chesky, existen anfitriones como Ricardo que también han creado relaciones significativas:
“Hace poco fui hasta Nueva York a la boda de un amigo que conocí en Airbnb”, platica.

Pero hay una realidad paradójica: hoy, mucha gente siente que la tecnología los desconecta (73% de los encuestados para el reporte Loneliness in America: Just the Tip of the Iceberg, de Harvard Graduate School of Education, lo afirma). “La tecnología no necesariamente crea comunidad, pero sí posibilita comunidades que ya existen o están comenzando”, señala Asami.

Conexiones reales

De esta manera surgió el rediseño del perfil de Airbnb, que pretende crear conexiones más auténticas entre sus más de 200 millones de usuarios verificados. En ellos puedes compartir los destinos explorados y conectar con la gente que has conocido en ellos —Conexiones—, es decir, con
quienes compartiste una reserva o una experiencia. “Es como una red social en el mundo real”, sentenció
Chesky durante la presentación de este cambio.

Esto se refiere a que, usualmente, las personas que coinciden en una experiencia tienen intereses comunes. “Me dedico a brindar experiencias gastronómicas y la gente que me reserva comparte el mismo valor conmigo. Entonces, automáticamente conectamos”, dice Ricardo.

Él hace hincapié en que “estos cambios [los lanzamientos 2025], la forma en la que funciona el chat ahora dentro de Airbnb, el hecho de que tengas más información del anfitrión y del huésped, todo está pensado para propiciar la conexión. Creo que son cambios que nos emocionan muchísimo [como anfitriones]”, comenta el empresario.

Es un hecho que Airbnb tiene un impacto, pero no es en blanco o negro. Su crecimiento ha impactado a anfitriones y economías —los huéspedes gastaron alrededor de 94,000 millones de pesos en negocios locales en México solo durante 2021—, pero también están los problemas de gentrificación, las situaciones migratorias irregulares y la evasión de impuestos relacionados al turismo, dinero que otros negocios en el giro, como los hoteles, sí pagan.

La pandemia atrajo a miles de extranjeros que podían trabajar desde casa, y con una moneda más valorada que el peso. Esto aceleró problemas como la escasez y el costo de los hogares en la capital mexicana. Pero es un problema de cuatro partes: gobierno, app, huéspedes y anfitriones.

Por su parte, Airbnb en México contempla el cobro de impuestos a las rentas de corto plazo. En la capital, se buscó la restricción de 50% en las noches al año para este tipo de rentas, ante lo cual la compañía se amparó, señalando que menos de 1% de las viviendas en Ciudad de México se utilizan para las rentas de corto plazo. De hecho, en 2023 reportaron una nueva distribución del turismo fuera de los centros urbanos, y las experiencias buscan potenciar esta nueva tendencia.

“Existe un gran problema de gentrificación y sobreturismo en zonas específicas. Por eso, queremos redistribuir los viajes en las comunidades —señala Asami—. Creo que, con la experiencia y los servicios, podemos empezar a descubrir los matices y las características auténticas que tienen los barrios fuera de los principales distritos turísticos y las grandes ciudades, así como los servicios que pueden ofrecer y las comodidades necesarias”.

Esto nos lleva de regreso al tema de ofrecer viajes auténticos y experiencias o the grid. Para facilitarlos a los huéspedes, el equipo de Airbnb ha trabajado para sinterizar la esencia de cada destino y mostrar su versión más genuina. En México, algunos de esos pilares son la gastronomía y la naturaleza, dos activos ubicuos en el país: “Airbnb ahora es más sobre la esencia auténtica de viajar. Volver a las raíces de la marca, de lo que originalmente éramos”, comenta Asami.

El siguiente reto para la compañía es la Copa Mundial 2026, un evento que dejará una derrama de 558 MDD en el país y permitirá vivir experiencias originales, como participar en un entrenamiento privado con el exportero de la selección estadounidense Tim Howard o ver un partido del Mundial de Clubes en las gradas junto al legendario mediocampista Cobi Jones.

Al final, no puedo decir que una aplicación tecnológica tiene la solución a la autenticidad de un viaje, pero sí puede ser una herramienta para acercarte a ese “algo especial” que buscamos al momento de armar las maletas. Y también puede ser una buena oportunidad para explorar cosas y conocer gente fuera de lo común.

Author

  • Marissa Espinosa

    es editora de Fast Company México. Ha trabajado en National Geographic Traveler, TV Azteca y Business Insider México. También ha colaborado en títulos como Fortune en Español.

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Sobre el autor

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