
OpenAI nunca quiso construir un chatbot, piensa en algo más grande, como una súper app. Como uno de los primeros evaluadores beta del modelo GPT-3 de OpenAI, puedo garantizar que la empresa quedó sorprendida por el éxito de ChatGPT.
Un correo electrónico que OpenAI me envió el 28 de noviembre de 2022 ni siquiera mencionó la nueva interfaz. Recibí el correo apenas dos días antes de que ChatGPT saliera al mercado y diera inicio a una lucha de IA de varios años y 1,000 millones de dólares dólares que sacudieron la economía.
Más bien, el correo se jactó del entonces revolucionario modelo “DaVinci” de la compañía y de cómo podía “ofrecer contenido más claro, más atractivo y más convincente” y permitir a los desarrolladores “asumir tareas que antes habrían sido difíciles de lograr”.
Por el tono entrecortado, estaba claro que OpenAI tenía ambiciones mayores que crear una herramienta basada en texto para ayudarte a discutir con tu compañía de seguros o escribir fanfics de KPop Demon Hunters.
Como Nick Turley, director de producto de OpenAI admitió esta semana, la empresa “se distrajo un poco” con ChatGPT.
Ahora las verdaderas ambiciones de OpenAI son cada vez más evidentes. En palabras de Turley, OpenAI “nunca tuvo la intención de crear un chatbot”. En cambio, la compañía siempre planeó “crear un súper asistente”. Y eso es exactamente lo que hace.
Están de moda en otros países
En Estados Unidos, el panorama de las aplicaciones está fragmentado. Sí, si quieres saber a qué velocidad crece el bambú o entender los acordes de “Wendell Gee” de REM, puedes abrir las aplicaciones ChatGPT, Claude o Gemini y preguntarles a los bots.
Sin embargo, si quieres publicar en las redes sociales, probablemente recurras a Instagram, TikTok o X (quizás preparándote para la posibilidad de encontrarte con MechaHitler).
¿Necesitas usar el banco? Abre la app de mala calidad de tu sucursal local con la interfaz de usuario de 2012 y espera a que cargue. ¿Comprar algo? Para eso están Amazon o Mercado Libre. ¿Quieres saber en secreto cuánto dinero acumularon tus amigos? ¡Zillow al rescate!
En otras partes del mundo, las aplicaciones no son iguales. Muchos países, especialmente en Asia, tienen súper aplicaciones que integran esas funciones y más en una sola herramienta, que casi siempre son controladas por una sola empresa con mucha influencia.
En China, WeChat ofrece mensajería y juegos, pero también pagos móviles, redes sociales y miniaplicaciones para cosas como solicitar viajes, pagar facturas e incluso obtener servicios urbanos.
En muchos países del suroeste asiático, Grab ofrece servicios financieros, viajes, entrega de comida a domicilio y mucho más. En Oriente Medio, Careem tiene funciones similares. África, Latinoamérica y muchas otras zonas geográficas cuentan con súper aplicaciones similares.
Estados Unidos necesita una súper app
Estados Unidos es la excepción. Y para las empresas tecnológicas estadounidenses, eso representa un problema.
Debido a su alcance tan amplio, sus creadores controlan cantidades increíbles de capital y poder. Tencent, la empresa detrás de WeChat, registró ingresos de más de 90,000 millones de dólares y ganancias cercanas a los 30,000 millones en 2024 —gran parte de ellas impulsadas por WeChat— y crece a gran velocidad.
Se trata de una suma colosal en China, lo que convierte a Tencent en una de las empresas más rentables del país, sólo detrás de un puñado de bancos y conglomerados en gran medida controlados por el Estado.
Aquí en Estados Unidos, Elon Musk tenía la ambición de convertir X en una súper aplicación, pero su política y su inclinación por el humor de segunda clase se interpusieron en el camino.
Nadie más asumió el reto. Hasta ahora.
OpenAI se come todo
En su ‘Día del Desarrollador’ de octubre de 2025, OpenAI dejó claro que su objetivo es crear una súper app y que invertirá prácticamente recursos ilimitados para lograrlo.
Durante el evento, la compañía anunció la posibilidad de ejecutar aplicaciones directamente en la interfaz de ChatGPT. Estas son similares a las “mini aplicaciones” que hicieron a WeChat tan popular. Entre los socios iniciales se encuentran Spotify y Zillow, pero la lista crecerá.
Al mismo tiempo, la empresa implementó varias funciones que la hacen parecer menos un creador de chatbots y más una empresa de súper aplicaciones.
La semana pasada, OpenAI lanzó nuevas funciones que permiten que el bot pague con tu tarjeta, así como un protocolo para permitir la compra directa de cualquier comerciante que se registre.
La red social Sora de OpenAI, donde el contenido es falso, compite con TikTok y se posicionó inmediatamente como la número 1 en la App Store de Apple. A principios de este año, OpenAI anunció sus planes de lanzar un navegador para competir con el omnipresente Google Chrome.
De repente, OpenAI parece estar en todas partes, haciéndolo todo. Esa ambición de amplio alcance es el sello distintivo de un creador de súper aplicaciones. Y, por si las señales no fueran lo suficientemente claras, Turley prácticamente confirmó la nueva dirección de la compañía con sus comentarios sobre el “súper asistente”.
Entonces, ¿funcionará?
La ambición de OpenAI
Si alguna empresa puede crear una súper app, esa es OpenAI. Gracias a su gran éxito entre los consumidores, la empresa tiene acceso a una cantidad inagotable de capital. ChatGPT cuenta con 800 millones de usuarios activos semanales y esa cifra aún crece.
OpenAI es la primera empresa en una generación en crear una forma completamente nueva de interactuar con las computadoras. Su interfaz de chat inteligente facilita la integración con otras aplicaciones y servicios. Mi propia experiencia con Instant Checkout confirma que comprar a través de la interfaz de ChatGPT es realmente sencillo.
Aun así, los gigantes tecnológicos estadounidenses no se quedarán callados. Según informes, Google expande su propia aplicación Gemini y su sistema Nano Banana demuestra que aún puede captar la atención del público. Meta ya tiene su propio doble de Sora.
Y aunque OpenAI crece rápido, sus ingresos son de apenas unos 10,000 millones de dólares, una gota en el océano comparado con los 350,000 millones de dólares de Google y todavía una fracción de los ingresos de sus súper aplicaciones rivales chinas.
A OpenAI le encantaría dominar todos los aspectos de tu vida digital. Y podría lograrlo. Pero a pesar de la expectactativa, la compañía aún tiene un largo camino por recorrer.