Los usuarios de TikTok no paran de quejarse de sus compañeros de trabajo “tipo B”

“Punto de vista: tienes un compañero de trabajo tipo B”, publicó el creador de TikTok Eric Sedeño la semana pasada. En el trend viral sobre personalidades, el “compañero de trabajo” llega a la oficina después de las 10 de la mañana y saca su laptop con solo 5% de batería. 

“Anoche me acosté como a las 4 de la mañana”, confiesa. “Neta, hoy el trabajo está durísimo”, se queja antes de echarse una siesta en el sillón. Cuando sí está trabajando, la música suena a todo volumen y, al mismo tiempo, está en Instagram Live. “¿Cuándo es esa presentación importante?”, pregunta. Es hoy.

Si no tienes un compañero de trabajo tipo B así, probablemente seas tú. 

“Las personas del tipo B esperan que todo les salga bien, y siempre es así”, comentó uno. “Esta es literalmente la persona que realmente asciende”, escribió otro. 

En TikTok, los videos sobre el tipo B aumentan y acumulan miles de visualizaciones y comentarios de quienes se identifican con el caos. Muchos también se burlan o expresan sus frustraciones con las personas tipo B en sus vidas. 

La conversación reciente básicamente pinta al tipo A como alguien con la vida bajo control, y al tipo B como una personalidad relajada que se deja llevar por la corriente.

La mayoría siente cierta afinidad, similar a cómo nos etiquetamos como introvertidos o extrovertidos, o nos enorgullecemos de ser INTJ o ISFP, según el Indicador de Tipo Myers-Briggs. Estos sellos de personalidad pueden ser útiles para explicar tendencias específicas o para encontrar maneras de aprovechar las fortalezas o inhibir las debilidades, especialmente en el ámbito laboral. 

Pero, ¿qué pasa cuando te identificas como una persona muy controladora en la oficina, pero fuera del horario laboral tu vida es un desastre? Además, ¿has oído hablar de un introvertido extrovertido o un introvertido extrovertido? Porque existen.

El problema de identificarse de una forma u otra es que la personalidad suele existir en un espectro. Encasillar a las personas en una u otra opción corre el riesgo de asignarles rasgos que tal vez no tengan. Alguien puede ser trabajador y organizado (rasgos asociados al tipo A), pero a la vez ser flexible y creativo (rasgos típicos del tipo B). 

Ninguno es mejor que el otro. La gente tiende a destacar los rasgos más favorecedores asociados a cada tipo, mientras que pasa por alto los menos deseables. 

Según una investigación de 2023 publicada en Nature, las empresas emergentes que priorizaban una gama diversa de personalidades tenían más probabilidades de tener éxito. 

La idea de dividir a las personas entre “tipo A” y “tipo B” existe desde mucho antes de TikTok. Se introdujo por primera vez a finales de la década de 1950 por cardiólogos que relacionaban los rasgos de personalidad en hombres blancos de clase media con el riesgo de infarto. Actualmente, ya no se considera una forma científicamente validada de comprender la personalidad, sino más bien un tema de conversación divertido o una útil sugerencia para Hinge. 

Aun así, la psicología popular sigue siendo uno de los temas favoritos de internet para analizar (por si les interesaba: tipo A. Introvertido. Extrovertido. INFJ).