Con la amenaza de robos y secuestros, los migrantes latinos se ven forzados a pagar a redes de tráfico de personas para llegar a Estados Unidos lo más a salvo posible.
El barco, llamado Clipper Eris, funciona con fuelóleo pesado, un combustible criticado por sus altos niveles de emisiones de azufre, partículas finas y CO2.