Los clientes prefieren a los chatbots por encima de los humanos cuando hacen compras vergonzosas
Sin embargo, en momentos en que la vergüenza es inminente, los chatbots que simulan ser humanos pueden resultar contraproducentes.
Sin embargo, en momentos en que la vergüenza es inminente, los chatbots que simulan ser humanos pueden resultar contraproducentes.
A medida que los chatbots como ChatGPT se convierten en los nuevos motores de búsqueda, las empresas deben optimizarlos no para los clics, sino para la credibilidad.
Las consecuencias económicas, sociales y éticas podrían ser aterradoras.
Un estudio dirigido por Stanford muestra que los chatbots de IA son muy aduladores, incluso cuando los usuarios claramente cometen errores.
Los bots de IA eluden las normas e indexan el contenido de los editores a gran escala. Un nuevo informe revela cuánto y quiénes podrían beneficiarse.
Las empresas tecnológicas han cambiado su enfoque: de diseñar para las personas a priorizar los algoritmos.
Investigadores de la Universidad de Pensilvania descubrieron que los métodos de persuasión de ‘Influence’ funcionaron en el GPT-4o Mini de OpenAI, superando sus límites incorporados.
El nuevo modelo de ingresos de Perplexity tiene como objetivo pagar a los editores no solo por las páginas vistas, sino también por lo que sus bots de IA hacen con su contenido.
A medida que los chatbots mejoran, es cada vez más difícil distinguir entre textos producidos por IA o humanos, pero aún hay maneras de hacerlo.
Los investigadores dicen que los chatbots de salud mental pueden reforzar estereotipos dañinos y responder de manera inapropiada.