Sin filias ni fobias, desde el punto de vista de comunicación, ¿qué se podría resaltar de la primera conferencia mañanera de Claudia Sheinbaum? Las mañaneras demostraron ser espacios muy eficientes para definir y amplificar la narrativa oficial durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, así que no sorprende que la presidenta haya decidido mantener esta estrategia, ¿pero cómo decidió comenzar?
Después de un discurso de toma de posesión que tuvo momentos poderosos y emotivos, subrayando el hecho histórico de ser la primera mujer presidenta de los Estados Unidos Mexicanos, haciendo una reivindicación a las mujeres del país e integrando a toda la población con un “no llego yo sola, llegamos todas”, la primera mañanera careció de ese impulso, y aquí les comparto las razones de mi postura:
¿Qué nos dejó la primera mañanera de Claudia Sheinbaum?
- Hay una estética diferente, sobria, con un diseño sencillo y con colores claros que representan mejor su estilo, pero la selección de temas y su planteamiento fueron muy tradicionales, sin dejar espacio para su marca personal en el discurso. Dejó clara la continuidad que quieren transmitir, pero no así el cambio que significa que ella esté liderando ahora.
- Si bien se esperaba que hiciera alusión al 2 de octubre de 1968, dejó muy poco espacio para otros temas. Un video histórico de 11 minutos, la participación de Pablo Gómez sobre el mismo tema reforzando una idea de “ellos y nosotros” para seguir ampliando la distancia entre estilos de gobierno, la disculpa pública… Fueron alrededor de 40 minutos para una primera mañanera en donde se esperaba escuchar más de cómo iniciaría y haría suyos los primeros días de gobierno.
- Los nombres de las secciones especiales no son reflejo de los 100 compromisos de su gobierno, salvo el de “Vida Saludable” de los lunes, hizo una descripción muy breve de cada tema, pero no quedó claro por qué eligió estos sobre cualquier otra opción.
- Hay un anclaje muy marcado al pasado con el martes de “Humanismo”, el jueves de “Mujeres en la historia” y el viernes de “Suave Patria” con historias ciudadanas que “nos hagan sentir orgullo”. ¿Por qué no hacer secciones especiales sobre su visión de futuro o para las agendas de medio ambiente y seguridad que generan tanto interés ciudadano?
- López Obrador es su mentor, es claro y lo ha mencionado en múltiples ocasiones, pero la alusión constante a lo que hizo o escribió podría desgastarse muy rápidamente y le resta autonomía.
- Temas importantes como los primeros 100 días, Sinaloa, Acapulco o Guerrero quedaron en la sección de preguntas y respuestas, sin una posición proactiva que habría sido importante escuchar en su primera conferencia.
Para mí, hubo dos estrategias de comunicación muy distintas: una Claudia que buscó transmitir emoción y entusiasmo con argumentos claros el 1 de octubre, y una Claudia anclada en el pasado que no dejó espacio para el presente y el futuro en una primera mañanera que era tan esperada para tener una primera mirada de cómo será su estilo para gobernar.
Drop of knowledge
El discurso de toma de posesión de Claudia Sheinbaum constó de aproximadamente 2,900 palabras y el de Andrés Manuel López Obrador en 2018 tuvo aproximadamente 4,600 palabras.