Las tiny houses han sido durante mucho tiempo una fuente de exploración creativa entre los diseñadores, desde conceptos ultra-minimalistas hasta viviendas asequibles impresas en 3D y modelos completamente eléctricos con batería. Pero un prototipo holandés amplía los límites de un mercado ya innovador al presentar una idea completamente nueva: una tiny house hecha a partir de una vieja turbina eólica.
El prototipo, que cuenta con alrededor de 36 metros cuadrados de espacio interior, es el resultado de una colaboración entre la empresa europea de energía renovable Vattenfall y el colectivo de arquitectura Superuse Studios. Actualmente se exhibe por primera vez en la Semana del Diseño de Holanda, que se celebra del 19 al 27 de octubre.
Esta tiny house construida a partir de una turbina eólica también es un experimento en la reutilización de materiales, algo que podría volverse más crítico a medida que los aerogeneradores en todo el mundo alcancen el final de su vida útil.
Extender la vida de la infraestructura envejecida
Vattenfall tiene varios objetivos de sostenibilidad a corto plazo. En 2023, 87% de la producción eléctrica de Vattenfall provino de fuentes renovables. La compañía busca cerrar esa brecha y volverse libre de combustibles fósiles para 2040; también, piensa en cómo hacer que el uso de sus materiales sea más circular.
Una de las principales consideraciones para la empresa son sus turbinas eólicas que suelen tener una vida útil de unos 20 años. Una vez que una turbina deja de ser útil, Vattenfall debe determinar qué hacer con sus componentes.
Es un reto enorme, considerando que las turbinas suelen superar los 90 metros de altura e incluyen una góndola (la caja de control que alberga el generador, los frenos y otros componentes), así como tres grandes aspas. Pero la necesidad de abordar ese desafío está en aumento. Aunque no existen estadísticas oficiales de desmantelamiento, Vattenfall estima que 5,000 turbinas eólicas en todo el mundo deberán ser desmantelados anualmente en los próximos años, ya que están llegando al final de su vida útil de dos décadas.
A nivel macro, esto se debe a que el primer auge de la infraestructura de parques eólicos a gran escala está llegando a su fin. Aunque la primera turbina eólica generadora de electricidad se remonta a finales del siglo XIX, los parques eólicos a gran escala se han vuelto mucho más comunes en los últimos 30 años. De hecho, la energía eólica global creció de unos 6,100 megavatios a 197,039 megavatios entre 1996 y 2010. Y eso significa que ahora es el momento de “encontrar mejores alternativas para utilizar los recursos que se desarrollaron y asegurarnos de aprovecharlos al máximo”, dice Thomas Hjort, director de innovación de Vattenfall.
“La mayoría de las partes de un aerogenerador —la base, la torre, las piezas de la caja de engranajes y el generador— están hechas de metal o concreto y, por lo tanto, son fácilmente reciclables”, explica el sitio web de Vattenfall. “El acero, por ejemplo, se puede fundir y reutilizar, pero la desventaja es que esto requiere mucha energía y genera emisiones”.
Para abordar esta preocupación, Vattenfall se asoció el año pasado con el laboratorio de diseño de la Fundación Holandesa de Diseño, pidiendo a los diseñadores que respondieran a una pregunta clave: “¿Y si una turbina eólica desmantelada pudiera convertirse en una mina de oro de recursos?”. Superuse Studios, con sede en Róterdam, presentó la idea de una casa diminuta, que finalmente se hizo realidad.
Convertir una turbina en un hogar
El prototipo de tiny house diminuta está hecho de la góndola, o caja de control, de un modelo de turbina eólica V80 de 2 MW que estuvo en el parque eólico Gols en Austria durante 20 años. Su góndola desmantelada tiene 10 metros de largo, cuatro de ancho y tres de alto. Hoy en día, las turbinas eólicas son considerablemente más grandes. De hecho, Superuse Studios eligió una de las góndolas más pequeñas disponibles para demostrar su teoría de que estos componentes podrían funcionar como futuras casas diminutas viables.
Convertir la góndola en una casa habitable presentó varios desafíos de diseño. Antes de que la góndola fuera utilizable, la empresa de desmantelamiento de turbinas Business in Wind tuvo que separarla del resto de la turbina, así como remover y reciclar sus componentes interiores. Luego surgió la cuestión del transporte. Debido al tamaño y peso de la estructura, el equipo necesitaba encontrar un camión lo suficientemente grande y una instalación de fabricación para albergar el proyecto.
Una vez que se resolvieron esos detalles, Superuse Studios diseñó el interior para cumplir con los códigos de diseño de tiny houses en Países Bajos, lo que incluye cumplir con los estándares de iluminación y espacio, además de incorporar el aislamiento adecuado y rutas de escape en caso de emergencia.
El diseño final cumple con todas esas normativas sin sacrificar otras comodidades esenciales. Dentro de la casa, los visitantes encontrarán un baño con ducha funcional, una cocina con fregadero y estufa, un sofá cama y una bomba de calor eléctrica para la regulación de la temperatura.
Paneles solares en el techo proporcionan energía adicional y la casa cuenta con una conexión bidireccional para vehículos eléctricos, lo que significa que puede cargar el vehículo o utilizar la energía del vehículo dentro de la casa. Además, los paneles de madera clara añaden un toque estético en todo el interior.
El futuro de las tiny houses hechas de turbinas eólicas
Por ahora, la casa diminuta hecha de una turbina es un prototipo único. Vattenfall no tiene planes de poner las casas en producción, pero Hjort espera que el prototipo demuestre la viabilidad de la idea a los posibles desarrolladores.
“Sería posible hacer 2,000 tiny houses al año, si se quisiera, con el mismo modelo [que creó Superuse Studios] durante los próximos cinco años”, dice Hjort. “Así que es posible construir un negocio haciéndolo. […] Vattenfall no está en el negocio de desarrollar bienes raíces en este momento, pero tampoco podemos ignorar la obligación que tenemos de ir más allá en todos los aspectos de nuestro ciclo de vida”.
Hjort dice que Superuse Studios y sus socios de colaboración están considerando actualmente la producción a mayor escala de estas tiny houses, aunque la idea aún está en sus primeras fases. Solo en la Semana del Diseño de Holanda, varias personas ya han mostrado interés en adquirir una góndola reutilizada para ellos mismos.
“Si esto despegará o no, quién sabe”, dice Hjort de Vattenfall. “Pero lo que definitivamente estamos diciendo es que es una oportunidad real. Hay interés por ello”.