La temporada navideña es una temporada perfecta para el estrés. A menudo, hay muchas cosas que hacer en poco tiempo. Están las obligaciones familiares, los pendientes de fin de año en el trabajo, además de las compras de regalos y si eres como yo nunca estás seguro de si esos regalos serán bien recibidos.
Entonces, ¿qué puedes hacer para minimizar el estrés y planear mejor antes de que llegue la Navidad?
1. Comienza lo más pronto posible
Puede que necesites guardar este consejo para el próximo año, pero adelántate a pensar en la temporada navideña. Parte del estrés durante las fiestas se debe a que sabes que hay cosas por hacer, pero parecen abrumadoras. De hecho, a las personas se les dificulta planear con anticipación porque no quieren ver lo que se viene en navidad. Pero, por lo general, te sientes mejor cuando estás organizado. Así que procrastinar en tu planificación navideña solo empeora las cosas.
Si necesitas viajar, define las fechas lo antes posible. Comienza a organizar los pendientes de trabajo que puedas tener. Haz una lista de los regalos que necesitas comprar para los demás. Anótalo todo para que tu cerebro no sienta que tiene que recordar cada detalle.
2. Organiza tus tareas laborales
Piensa en las herramientas que usas para planear tu trabajo. Muchas personas tienen un calendario diario y una lista de tareas pendientes. Pero tal vez no te tomes el tiempo extra para planificar exactamente cuándo vas a terminar las cosas importantes. Y eso generalmente está bien, siempre y cuando logres hacer lo que necesitas.
Sin embargo, en las fiestas, casi siempre hay varias fechas límite que se acumulan. Si es así, puede ser útil establecer un calendario que te ayude a visualizar todas esas fechas y ajustar tu agenda para asegurarte de que puedas cumplir a tiempo. De esta forma, no pasarás la última semana de trabajo corriendo para resolver pendientes de semanas enteras.
Por supuesto, si eres dueño de tu propio negocio o dependes de proyectos, las fiestas pueden ser estresantes por el contrario. Muchas empresas dejan de contratar o tomar decisiones importantes en diciembre. Puede que tengas que trabajar más en verano y otoño para asegurarte de estar ocupado en diciembre y enero. Planea tus gastos con la idea de que diciembre y enero pueden ser meses lentos, para que no añadas problemas financieros al estrés.
3. Busca flexibilidad
Viajar en las fiestas es un dolor de cabeza. Todos intentan llegar al mismo lugar y a la misma hora. Eso hace que los aeropuertos y las carreteras estén llenos, los precios suben y nadie está de ánimo.
Si tienes que viajar para ver a tu familia, habla con tu jefe para ver si puedes trabajar de manera remota unos días antes y después de las vacaciones. Si logras evitar los momentos de mayor afluencia, estarás más tranquilo y hasta podrías ser más productivo.
Si eres el jefe, considera ofrecer flexibilidad para trabajar desde casa durante las fiestas. Un poco de buena voluntad puede hacer una gran diferencia. Además, muchas veces son los empleados que menos ganan los que tienen menos flexibilidad en estas fechas. Esto genera gastos extra para las personas que menos pueden permitírselo. Tu flexibilidad se convierte en un regalo valioso para ellos.
4. Cuando tengas dudas, pregunta
Por último, un consejo para planear los regalos de navidad. Es fácil sentirse frustrado al tener que comprar regalos para otros, ya que nunca sabes si estás eligiendo lo adecuado. La buena noticia es que hay dos cosas que puedes hacer para facilitarte el proceso de regalar.
Primero, si compras regalos para compañeros de trabajo, realmente lo que cuenta es el detalle. Más que cualquier otra cosa, es bonito saber que tus colegas pensaron en ti. Así que cualquier cosa que compres tendrá el impacto deseado (eso sí, antes de comprar algo comestible, asegúrate de preguntar sobre alergias o restricciones dietéticas).
Segundo, si realmente quieres impresionar a alguien con un regalo, nunca está de más preguntar qué le gustaría. La mayoría de las personas (incluso las parejas que llevan mucho tiempo juntas) tienen dificultades para adivinar lo que otro quiere. Por eso, las personas que más probablemente acertarán con un regalo son las que preguntan directamente sobre los gustos de los demás. Puede parecer algo cursi, pero hay muchas cosas que las personas quieren y que dudan en comprarse a sí mismas, pero estarían felices de recibirlas como regalo.