En los últimos cinco años, el porcentaje de profesionales con más de un empleo simultáneo creció un 32% a nivel global, según datos del World Economic Forum. Este fenómeno, conocido como politrabajo, no solo está redefiniendo la forma en que trabajamos, sino también desafiando las estructuras corporativas tradicionales y los modelos de gestión del talento.
¿Qué es el politrabajo? El término es autodescriptivo, es una persona que realiza varias actividades laborales simultáneas, ya sea como freelancer, empleado formal o empresario. Aunque siempre han existido casos de personas con trabajos secundarios, y en América Latina lo sabemos muy bien, el politrabajo como tendencia moderna surgió tras el auge de la economía digital, con plataformas como Upwork, We Work Remotely, LinkedIn, entre otras, facilitando múltiples oportunidades laborales.
El concepto ganó tracción después de la pandemia de covid-19, cuando la adopción masiva del teletrabajo y la incertidumbre económica llevaron a muchos profesionales a buscar ingresos adicionales. Según un estudio de McKinsey & Company publicado en 2023, el 42% de los trabajadores de tiempo completo en América Latina tienen al menos una fuente de ingresos secundaria.
Un horizonte más grande
La digitalización y la globalización laboral permitieron a las oportunidades laborales crecer más allá de los límites geográficos, posibilitando a miles de profesionistas el considerar trabajos adicionales –incluso fuera de sus países– para incrementar sus ingresos debido al aumento de costo de vida y a la inflación, y –en otros casos– para tener la libertad de trabajar desde donde decidan.
El politrabajo se vincula también a conceptos como “porfolio career”, propuesto por el futurista Charles Handy, que describe la tendencia de desarrollar una carrera basada en varios roles complementarios en lugar de un empleo tradicional de tiempo completo; y también al término de “generación slasher” (y no, no me refiero a las películas de terror), creado por la cronista Marci Alboher, que hace referencia a la manera en que, especialmente los y las jóvenes, enlistan todas sus identidades profesionales separándolas por una barra inclinada (este signo se llama slash, en inglés).
¿Y las empresas?
A estas tendencias se suma el incremento en la búsqueda de personas especializadas para proyectos cortos que están haciendo cada vez más empresas para evitar hacer contrataciones a largo plazo, y el también aumento en la búsqueda de talento remoto y trabajos híbridos, de acuerdo con el informe Future of Jobs 2025. “El politrabajo no solo es una tendencia, es el futuro del empleo flexible. Las empresas que entiendan cómo colaborar con este tipo de talento tendrán una ventaja competitiva”, explica Matt Klein, director global de Foresight en Reddit.
Los nuevos modelos de trabajo no solo presentan oportunidades y desafíos para empresas y trabajadores, también para los gobiernos. En el caso de México, por ejemplo, el Congreso sigue discutiendo normativas relacionadas con el tema, como la regulación de la “estancia turística eventual” para nómadas digitales extranjeros o qué impuestos deberían pagar y bajo qué condiciones.
El politrabajo es otro reflejo de cómo las estructuras laborales tradicionales se están adaptando a una era más flexible y tecnológicamente interconectada. Su potencial para transformar carreras y organizaciones dependerá de un equilibrio entre la innovación empresarial, las políticas públicas y las necesidades humanas.
DROP OF KNOWLEDGE
Una discusión, aparentemente contraria al politrabajo, que también resulta interesante, es la reflexión que estudiosos como Mariano Sigman y Santiago Bilinkis hacen sobre el sentido del trabajo y la posibilidad de “vivir sin trabajar” que podría darse a partir del desarrollo de la inteligencia artificial generativa. ¿Qué tan lejano y viable es que exista, por ejemplo, el ingreso básico universal? Buen tema.