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La humanidad ya sobrevivió varios apocalipsis —estas son 5 lecciones aprendidas

Si miramos el apocalipsis que se está produciendo en el mundo, tendremos la oportunidad de participar e incluso ser parte de la transformación.

La humanidad ya sobrevivió varios apocalipsis —estas son 5 lecciones aprendidas [Fuente Foto: Freepik ]

En Apocalipsis, Lizzie Wade redefine el término como una pérdida rápida y colectiva que transforma por completo el estilo de vida y la identidad de una sociedad. No se trata del fin absoluto, sino del colapso de una manera de existencia, lo cual permite replantear estos tiempos caóticos como oportunidades únicas de transformación y crecimiento. La historia de la humanidad demuestra que, una y otra vez, hemos estado al borde del colapso y sobrevivimos. De esos momentos oscuros surgieron enseñanzas valiosas y relatos de resiliencia que hoy pueden inspirarnos a enfrentar con esperanza y lucidez el presente turbulento.

A continuación, Lizzie Wade comparte cinco ideas clave de su nuevo libro, Apocalipsis: Cómo la catástrofe transformó nuestro mundo y puede forjar nuevos futurosEscucha la versión en audio, leída por la propia Lizzie, en la app Next Big Idea.

1. Ya estamos aquí

La vida en la década de 2020 era aterradora y sí, se volvió cada vez más aterradora. La década comenzó con la peor pandemia en un siglo, trastocando nuestras vidas, salud y política de maneras que apenas comenzamos a comprender. Desastres climáticos que parecían posibilidades lejanas ahora nos acechan, sin importar quiénes seamos o dónde vivamos. Sistemas políticos y económicos que antes parecían duraderos, incluso naturales, están demostrando ser terriblemente frágiles, resquebrajándose bajo el peso de un mundo cada vez más apocalíptico.

A medida que el mundo que conocíamos llega a su fin, es fácil sentirse solo. Pero al pasar tiempo con arqueólogos, aprendí que cataclismos como el cambio climático, el colapso social, las pandemias globales, las guerras e incluso la extinción humana no son problemas exclusivos de la actualidad. Nuestros antepasados ​​experimentaron esos apocalipsis.

Lo que es más importante, sobrevivieron a cada uno de ellos. Somos herederos de una larga historia de resiliencia, adaptación y creatividad que nos ayuda a superar los peores momentos. Nuestros antepasados ​​tienen mucho que enseñarnos sobre nuestro futuro, si logramos superar nuestras suposiciones y aprender a escuchar sus historias.

2. Comunidad y colaboración son claves para la superviviencia

Hace unos 47,000 años, los humanos del norte de Europa se enfrentaron a un clima inestable y errático. Las condiciones oscilaban entre frío y calor con relativa rapidez. Quienes se aventuraban a nuevas tierras durante los períodos cálidos podían verse aislados de alimentos, recursos y otras comunidades cuando el frío regresaba repentinamente. Los animales que cazaban comenzaron a morir o a migrar, y los humanos luchaban por adaptarse continuamente a un entorno en el que ya no podían confiar ni predecir. Estos humanos eran neandertales y pronto se encontrarían ante otro desafío, la llegada de Otros que se parecían y vivían lo suficiente como para depender de los mismos recursos.

El Homo sapiens y los neandertales no eran competidores ni enemigos, ni vencedores ni víctimas; o al menos, no solo esas cosas. Los primeros paleoantropólogos creían que lo que sucedió después fue el apocalipsis que lo desencadenó todo. Creían que esos Otros, el Homo sapiens, eliminaron a los neandertales mediante la violencia, la competencia y la dominación, en un proceso que se parecía sospechosamente a los genocidios coloniales del siglo XIX.

La investigación del siglo XXI reveló que el Homo sapiens y los neandertales no eran competidores ni enemigos, ni vencedores ni víctimas; o al menos, no solo esas cosas. Al secuenciar el genoma neandertal, los paleogenetistas pudieron encontrar fragmentos de él en casi todas las personas vivas hoy en día.

Esto demostró que los neandertales y el Homo sapiens tuvieron hijos juntos, en muchos lugares y en muchos momentos y que esos hijos tendrían sus propios hijos, con tanto éxito que nuestra ascendencia compartida se extendió por el mundo. Los neandertales se convirtieron en nosotros y nosotros también en ellos. Sobrevivimos, juntos.

3. Los apocalipsis destruyen viejos mundos, pero también crean otros nuevos

Defino el apocalipsis como una pérdida rápida y colectiva que cambia fundamentalmente el estilo de vida y el sentido de identidad de una sociedad. Una sequía aislada puede provocar algunas malas cosechas y algunos años difíciles, pero no obligará a la sociedad a abandonar por completo la agricultura. Sin embargo, una sequía que dura décadas sí podría hacerlo. También podría llevar a la desintegración del gobierno que no logró evitar dicha crisis. De esta manera, el apocalipsis ambiental desencadena uno político en un círculo vicioso de destrucción.

Eso fue lo que ocurrió en el antiguo Egipto hace 4,200 años, cuando las catastróficas inundaciones del Nilo azotaron Egipto durante y justo después del reinado de un rey débil e ineficaz. La construcción de grandes monumentos como las pirámides se detuvo abruptamente, las provincias se independizaron del gobierno real y los escribas escribieron sobre un mundo trastornado, tan lleno de sufrimiento que la gente comenzó a suicidarse con cocodrilos. El Egipto del Imperio Antiguo había estado unificado durante 800 años hasta que este apocalipsis lo destrozó.

Pero al destruir el estado egipcio, este apocalipsis también destruyó la estricta jerarquía social y económica que había regido y limitado la vida de los egipcios durante siglos.

La riqueza que se había concentrado en la capital fluyó a las provincias recién independizadas, y surgieron nuevos líderes que se jactaban de cuidar de sus seguidores durante los momentos más difíciles, en lugar de extraerles mano de obra y recursos como lo había hecho el faraón.

Las excavaciones arqueológicas revelan que la gente común no solo sobrevivió, sino que también prosperó durante la sequía y el colapso del estado egipcio. Fueron las élites del antiguo orden las que más sufrieron en el nuevo mundo, más igualitario, creado por el apocalipsis. Y es desde su perspectiva que la historia escrita se preserva y propaga, en detrimento de nuestra imaginación.

4. Vivimos en un mundo post apocalíptico

A la mayoría de nosotros se nos enseña a ver la historia de la humanidad como una marcha de inevitable progreso tecnológico, político y cultural. Nos dijeron que el mundo en el que vivimos hoy es la cúspide de ese progreso, y que cualquier interrupción en él es una tragedia aterradora. Al enfrentarnos a nuestros propios apocalipsis, es fácil sentir que tenemos todo que perder y nada que ganar.

Pero la arqueología puede ayudarnos a ver que el mundo moderno ya es postapocalíptico. Se construyó a partir de los escombros de los apocalipsis gemelos del colonialismo y la esclavitud. Estos apocalipsis conectaron al planeta por primera vez, dando lugar a nuevas identidades, jerarquías e ideas, incluyendo el capitalismo y el consumismo.

También resultaron en la muerte de cientos de millones de personas, la esclavitud de millones más y el intento de destrucción de comunidades y culturas antiguas. A diferencia del Apocalipsis que destruyó, pero también renovó al Antiguo Imperio de Egipto, el colonialismo y la esclavitud impidieron las condiciones necesarias para la recuperación.

A través de siglos de extracción descontrolada de recursos, crearon un mundo peligroso para los que lo habitamos, y continúan asegurando que nuestros apocalipsis presentes y futuros se transformen en las peores versiones de sí mismos.

5. Un apocalipsis es la mejor oportunidad para la sociedad de cambiar

El próximo apocalipsis ya no es un espectro en el horizonte. Está aquí, por mucho que deseemos retrasarlo o negarlo. Pero eso no significa que estemos condenados al peor escenario posible. Significa que podemos tomar acción.

Esta es nuestra oportunidad de aprovechar la energía transformadora del apocalipsis para construir un mundo nuevo, diferente y mejor. Malinterpretamos los apocalipsis como interrupciones en la historia humana, desviaciones desafortunadas del camino de progreso y crecimiento que se supone debemos seguir. Pero en mi investigación, aprendí que los apocalipsis son la historia humana. Cada uno de ellos fue un punto de inflexión vital que condujo a lo que vino después, para bien o para mal. Nuestro apocalipsis también lo será.

Nos guste o no, nuestro mundo está cambiando. Si podemos superar la negación, el miedo y mirar directamente al apocalipsis, tendremos la oportunidad de participar, e incluso guiar, nuestras propias transformaciones.

En griego antiguo, la palabra “apocalipsis” significa “revelación”. Los apocalipsis son momentos en los que podemos ver la verdad de lo que es nuestra sociedad y en lo que podría convertirse. El mundo en el que creíamos vivir se acabó. ¿Qué mundo queremos construir ahora?


Lizzie Wade es una galardonada periodista científica y corresponsal de la prestigiosa revista Science. Cubre temas de antropología, arqueología y Latinoamérica. Escribe para Wired, The Atlantic, Slate, The New York Times, Aeon, Smithsonian y Archaeology.

Este artículo apareció originalmente en la revista Next Big Idea Club y se publicó con permiso.

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