
Para afrontar los diversos problemas relacionados con la salud mental y otros riesgos a los que están expuestos los menores de edad en internet, han comenzado a implementarse diferentes leyes e intentos enérgicos de protección contra entornos en línea catalogados como nocivos para niños y adolescentes.
A través de iniciativas como la Online Safety Act de Reino Unido que entró en vigor recientemente se ha dado inicio al debate sobre los sistemas de verificación de edad. Allí, el ente regulador de las comunicaciones Ofcom (Office of Communications) estableció que todas las plataformas, aplicaciones y sitios web incluyendo redes sociales y motores de búsqueda están obligadas a verificar la edad de todos los usuarios que intenten acceder a entornos digitales nocivos —entiéndase sitios web de pornografía, contenido violento, videojuegos, y otros catalogados como perjudiciales para los menores—.
Spotify para mostrar videos musicales con etiqueta de “explícito”; Xbox para mantener acceso completo a los chats y solicitudes de amistad; Reddit y X para mostrar el contenido sexual que abunda en sus servidores; son solo algunas de las plataformas que han comenzado a implementar sistemas para verificar la edad de los usuarios tras la entrada en vigor de la ley “Online Safety Act”, aunque solo en usuarios de Reino Unido. También se ha encontrado que el popular videojuego GTA podría introducir un sistema de verificación de edad y limitar algunas opciones entre el público menor de edad.
En una medida similar, la Unión Europea presentó las directrices para la protección de los menores en internet junto a un prototipo de aplicación de verificación de la edad en virtud de la Ley de Servicios Digitales. Este llamado “estándar de oro” propone no solo verificar la edad de los usuarios sino también incluir o eliminar herramientas para limitar el ciberacoso, el contacto no deseado de extraños, la visualización de contenido nocivo e incluso sugiere eliminar el “visto” en los mensajes argumentando que esto puede estimular el comportamiento adictivo en los menores.
En general, gobiernos y expertos en protección infantil coinciden en que ha llegado el momento de actuar a medida que las nuevas generaciones están expuestas todo el tiempo a entornos digitales.
“Exigir la verificación de la edad para acceder a contenidos no aptos para menores sería un paso decisivo en la seguridad en línea. Sin embargo, tal y como están las cosas, la mayoría de los métodos se eluden con demasiada facilidad”, explica Ivan Crewkov, quien tiene experiencia desarrollando herramientas digitales de aprendizaje para menores de edad. “Incluso la verificación parental, que es un método bastante fiable, se alude con frecuencia porque los niños de todo el mundo suelen utilizar los dispositivos de sus padres. Aunque controvertida, la biometría, como el escaneado facial, es la forma más infalible de verificar la edad”.
Protección y privacidad, ¿una combinación incompatible?
A pesar del bien común que estas medidas promueven, la implementación de sistemas de verificación de edad genera bastante controversia. Hay quienes no están de acuerdo con estas medidas alegando que va en contra de la “libertad de internet”, riesgos ante la exposición de datos sensibles y otros argumentos debatibles.
Con métodos como mostrar en vivo el documento de identidad; inteligencias artificiales que calculan la edad mediante una selfie; o verificación de cuentas bancarias, la privacidad de los usuarios no estaría del todo garantizada.
“Los sistemas de verificación también pueden resultar riesgosos. Aunque muchos usuarios mantienen una falsa sensación de anonimato en internet al crear cuentas falsas, la obligación de verificar las cuentas mediante documentos oficiales o credenciales privadas implica un riesgo elevado ante una posible exposición de datos”, explica Stiven Mayorga, experto en ciberseguridad y Chief Technology Officer de AntiFraude.
“Además, entregar los datos de todos los ciudadanos de un país a cientos de plataformas externas también puede poner en riesgo la seguridad nacional, en este caso la del Reino Unido. Por ello, no siempre lo que parece más “lógico” es necesariamente lo mejor”, explica.
A nivel de ciberseguridad, las amenazas podrían aumentar. Como explica el experto, “la verificación de edad podría incrementar la aparición de sitios web fraudulentos que buscan obtener este tipo de información con otros fines, algo que podría pasar casi desapercibido para usuarios con poca experiencia en el entorno digital”.
Por otra parte, quienes están a favor de controlar este tipo de espacios han expresado preocupación sobre la eficacia real de estas medidas, especialmente ante métodos como sistemas VPN y otros mecanismos capaces de evadir las restricciones geográficas.
“Es posible que, mediante herramientas como las VPN, se logre evadir los controles que plantea el Reino Unido. Sin embargo, esta regulación también contempla el bloqueo de sitios web directamente desde los ISP locales, lo que les permitiría, de forma arbitraria, restringir todas aquellas conexiones salientes desde el Reino Unido hacia servidores o servicios VPN utilizados para eludir estas limitaciones”, concluye el experto en ciberseguridad consultado.
El rol de las fabricantes de dispositivos
Si bien los smartphones, tablets, computadoras, y otros dispositivos que brindan acceso a la red no se crearon originalmente pensando en los menores, con el paso de los años la digitalización nos ha llevado a un punto en el que incluso niños que no cumplen la edad para ir a la escuela acceden a internet.
Ante esto, muchas de las fabricantes integran en sus equipos sistemas de control parental, pero por alguna razón estas herramientas ni siquiera son utilizadas por la mayoría de los padres.
“La verificación de edad online no funciona. No protege a los niños y expone los datos de millones de usuarios a violaciones de privacidad y ataques informáticos”, dice Aylo, grupo matriz de varias de las plataformas de contenido para adultos más populares de internet.
Aunque reconoce que el modelo de la Ofcom implementado en Reino Unido es el más sólido en términos de protección real y significativa hasta la fecha, la compañía propone algo que han llamado verificación basada en dispositivos, que básicamente responsabiliza a las fabricantes de facilitar a los menores de edad la entrada al mundo digital.
“Todo lo que requiere es que el gobierno haga cumplir las regulaciones en tres compañías: Apple, Google y Microsoft, los tres fabricantes de sistemas operativos más usados a nivel mundial, para que Internet sea más seguro para todos, cada teléfono, tableta o computadora debe comenzar como un dispositivo seguro para niños. Esta es la premisa central de la verificación de edad basada en dispositivos, que creemos que es la opción más segura”, aseguró Aylo en una publicación.
Un enfoque global como próximo paso
Estos esfuerzos que buscan velar por un internet más seguro para los más jóvenes coinciden con las crecientes preocupaciones sobre las redes sociales debido a posibles afectaciones a la salud mental. Australia es pionera global en la regulación de este tipo de plataformas mediante su Ley de Edad Mínima para Redes Sociales. En el país ningún menor de 16 años podrá acceder a redes como Instagram, Facebook, TikTok, Snapchat y muchas más. Incluso recientemente se añadió a la lista YouTube por, según el ente regulador, su potencial para “causar daño social”.
A pesar de los desafíos y cuestionamientos, estas iniciativas están estableciendo una serie de iniciativas que representan un giro en la narrativa que conocíamos hasta ahora.
Lamentablemente, en este punto las normativas están completamente fragmentadas entre algunos Estados o países que han tomado la iniciativa. Solo un marco global que obligue a las compañías a velar por la seguridad de los menores en internet sin importar desde dónde se conectan podría traer beneficios significativos para los niños y jóvenes de todo el mundo.