
En su más reciente ronda de anuncios, Apple presentó su nuevo chip M5 y con este renovó una serie de dispositivos para la productividad como la MacBook Pro, la iPad clásica y las gafas de realidad aumentada Vision Pro.
Como es costumbre en este tipo de lanzamientos, llegan mejoras en rendimiento, autonomía y capacidades gráficas, pero si hay algo a destacar en esta recta final del año es que con la nueva iPad M5 la marca no solo refuerza su presencia en el segmento de tablets premium, sino que también confirma algo más grande: la consolidación de su independencia tecnológica.
Un año clave para la independencia soñada de Apple
Es común que productos de electrónica de consumo como laptops, tabletas y smartphones lleven en su interior componentes de diversas marcas. Sin embargo, del mismo modo que Apple está en contra del software fragmentado, la marca busca cada vez más independencia de hardware de terceros.
Entre otras cosas, la nueva iPad M5 incorpora los chips C1X y N1, ambos desarrollados por la propia Apple. Con ello, la compañía reafirma su apuesta por reducir la dependencia de proveedores externos y tener un control cada vez mayor sobre los componentes críticos de sus dispositivos.
Cuando se presentó el iPhone Air, los titulares se centraron en su diseño ultradelgado, así como detalles fundamentales como cámara, pantalla y la batería. Sin embargo, la gran hazaña de la compañía fue menos visible: la introducción de los chips C1X y N1, que marcan el inicio de una nueva etapa en la integración del hardware propio de Apple.
Este movimiento representa el paso más significativo desde 2010, cuando la compañía abandonó los procesadores licenciados y comenzó a diseñar sus propios chips A-series. Con el tiempo, esa decisión dio origen a los potentes chips M que hoy impulsan sus Mac y iPad. En 2025, la historia se repite, pero ahora con los módems y chips de conectividad.
C1X: eficiencia energética y conectividad celular mejorada
El chip C1X es la evolución del C1 que debutó con el iPhone 16e a comienzos de año. La nueva versión se anunció junto al iPhone Air y ahora llega también a la nueva iPad M5 en su versión con conectividad móvil.
Diseñado para optimizar la conectividad móvil y reducir el consumo energético, este chip promete un rendimiento superior en redes 5G, especialmente en los dispositivos más delgados y ligeros de la marca.
Según Apple, crear sus propios módems para redes celulares permite una mayor autonomía en sus dispositivos, algo que será clave en los futuros lanzamientos de la marca gracias a un diseño más eficiente que reduce el consumo de energía sin sacrificar velocidad. Por ejemplo, en la iPad M5 promete un rendimiento de datos 50% superior y un consumo de energía 30% menor respecto al iPad Pro con M4.
N1: conectividad inalámbrica 100% Apple
El N1 es el otro gran protagonista. Este chip, que gestiona todas las funciones de conectividad inalámbrica, integra Wi-Fi 7, Bluetooth 6 y Thread, el estándar que potencia el ecosistema del hogar inteligente.
La incorporación del N1 a la iPad M5 refuerza la visión de Apple de ofrecer una experiencia fluida y optimizada entre todos sus dispositivos. Además de mejorar el rendimiento y reducir la latencia en las conexiones inalámbricas, promete una integración más eficiente de funciones como AirDrop, Handoff y Continuity, pilares de su ecosistema.
Aunque algunos modelos de iPhone 17 aún utilizan chips de Qualcomm y el acuerdo con este proveedor para el suministro de chips de conectividad está vigente hasta 2026, la transición hacia chips totalmente propios ya está en marcha.
Para muchos analistas, el avance de Apple en el diseño de sus chips la pone un paso más cerca de la filosofía de Steve Jobs: controlar el diseño y la ejecución de cada componente esencial. Al hacerlo, la empresa puede crear productos más integrados, con un rendimiento superior y una experiencia de usuario más consistente, o al menos eso es lo que se espera.
La realidad es que desde los procesadores A y M hasta los nuevos C1X y N1, Apple está demostrando que, aunque la competencia no descansa, se las ha arreglado construyendo un ecosistema de hardware cada vez más propio. Ahora la compañía deja claro que su logro más grande de 2025 no es un nuevo iPhone, sino el haber consolidado su independencia tecnológica.
Por Sergio Ramos Montoya / SocialGeek