Un seguidor de toda la vida del Manchester City se encuentra frente a un avatar virtual 3D de la estrella del equipo, Erling Haaland, en un evento previo al lanzamiento de EA Sports FC. Imponente y realista, cada sonrisa, gesto y movimiento del avatar está perfectamente sincronizado con el propio Haaland. El aficionado juega, interactúa e incluso comparte una risa durante una improvisada batalla de baile con el Haaland digital en tiempo real. Durante unos instantes electrizantes, es como si su ídolo futbolístico cobrara vida ante sus ojos, difuminando la línea entre la realidad, la afición y la tecnología.
Esto no es un escenario de ciencia ficción futurista; ya es una realidad.
Los avatares digitales 3D están empezando a transformar la forma en que las personas se conectan en espacios virtuales, ofreciendo un nivel de inmediatez, capacidad de respuesta y personalización que antes era imposible.
Para las marcas, esto representa una enorme oportunidad para conectar con el público de maneras que se sienten humanas, escalables y dinámicas.
El cambio ya está en marcha
Según Gartner, 54% de las marcas utilizan algún tipo de chatbot o plataforma de IA conversacional para interactuar con sus clientes. Si bien los avatares 2D y los chatbots de texto allanaron el camino, los avatares digitales 3D están listos para llevar esta evolución al siguiente nivel. Gracias a los avances en IA, animación en tiempo real y modelado emocional, las marcas ahora pueden crear avatares que se mueven, reaccionan e incluso expresan emociones como los humanos, logrando que las interacciones digitales se sientan tan auténticas como las reales.
Y el público está preparado. La Generación Z, en particular, está predispuesta a las interacciones animadas. Casi la mitad (48%) de esta generación prefiere la animación a la acción real, y los adultos de entre 18 y 34 años son ahora los mayores fans del contenido animado. Desde Roblox hasta los VTubers, el lenguaje de la animación se ha convertido en el lenguaje de la autoexpresión. Para una generación que socializa en línea y personaliza avatares digitales, interactuar con identidades animadas en 3D resulta natural: una extensión de su forma de vivir y conectar.
La oportunidad para las marcas
El reto para las marcas siempre ha sido cómo crear conexiones significativas a gran escala. Los embajadores de marca son una opción, pero el talento no es escalable. Un embajador famoso no puede grabar videos personalizados para cada fan, y un atleta de élite no puede estar en tres ciudades a la vez.
Los avatares digitales en 3D están cambiando las reglas del juego. Con herramientas de animación en tiempo real y modelado de IA, las marcas pueden crear contenido con una calidad que se asemeja a la de una producción en vivo, pero con una rapidez asombrosa. Esto permite a las marcas ser reactivas, espontáneas y humanas, sin tener que esperar a un día de rodaje o a un hueco en la apretada agenda de un embajador de marca.
Imaginen al gemelo digital de Shaquille O’Neal dando la bienvenida a clientes a múltiples eventos de Home Depot simultáneamente, con cada interacción adaptada a la audiencia; el avatar 3D de Lionel Messi presentando una sesión de preguntas y respuestas en vivo con los fans después de un partido importante; O la icónica mascota de Wendy’s interactuando con los fans en tiempo real, gracias a años de ingeniosos tuits de la marca.
¿Por qué limitarse a usar palabras en X cuando se puede conectar visualmente en tiempo real?
¿Por qué los avatares digitales 3D se sienten reales?
Una pregunta común es: ¿cómo puede un avatar digital sentirse “real”? La respuesta reside en la expresividad. La diferencia entre un personaje 3D y un avatar 3D radica en la emoción. Personajes como las mascotas de M&M’s se comunican mediante chistes y diálogos. Los avatares, en cambio, reflejan la sutileza de la interacción humana: una sonrisa peculiar, una pausa o una mirada que crea una auténtica resonancia emocional.
Los primeros prototipos ya muestran cómo los usuarios pueden hacer preguntas a un avatar digital y recibir respuestas personalizadas y emocionalmente sensibles. Este vistazo a la interacción basada en avatares sugiere un potencial transformador, no solo en marketing, sino también en educación, atención al cliente y sanidad. Imagina a un niño preparándose para un tratamiento médico intensivo, reconfortado por un personaje animado en 3D que le brinda calidez y comprensión durante el difícil proceso que le espera. Los avatares pediátricos podrían responder a las preguntas e inquietudes del niño con calma y tranquilidad, brindándole apoyo en la comodidad de su hogar.
Integrando empatía en el sistema
Para que los avatares se sientan auténticos, los modelos de IA se entrenan con información que abarca desde entrevistas hasta gestos y patrones de habla. Si alguien tiene una risa, un gesto o una forma de hablar característicos, el avatar también los aprende. Esto garantiza que las interacciones se sientan personales, no producidas en masa.
Lo que más me entusiasma es la escalabilidad de la empatía. Dos personas pueden tener experiencias completamente diferentes, pero igualmente reales, con el mismo avatar; cada interacción se adapta a sus intereses, preguntas y tono emocional. Este nivel de personalización es revolucionario para las marcas que buscan fortalecer su conexión con el público.
Cómo pueden las marcas tomar la delantera
Técnicamente, este ecosistema se basa en motores de animación en tiempo real como Unreal, modelado facial y de voz impulsado por IA y almacenamiento de datos en la nube. El factor humano es igualmente crucial. No se trata de un software listo para usar; se necesitan productores creativos, animadores e ingenieros de IA para que un avatar parezca vivo.
Para que las marcas se apropien por completo de esta tecnología, necesitarán encontrar socios con experiencia o crear pequeños estudios internos de avatares que combinen la narrativa con el dominio de la tecnología. Es una inversión tanto en personas como en infraestructura.
Si eres líder de una marca, aquí te mostramos cómo prepararte para este cambio:
- Identifica tus activos expresivos. ¿Quién en tu ecosistema (mascotas, embajadores, talento) representa mejor los valores y la historia de tu marca?
- Comienza a recopilar información. Los datos de video, voz y movimiento son la materia prima que impulsa la autenticidad.
- Establece límites creativos. Define claramente lo que tu avatar puede y no puede hacer, asegurando la coherencia con los valores de tu marca.
- Crea equipos híbridos. Necesitarás una combinación de creatividad y conocimientos de IA para dar vida a los avatares.
- Experimenta. Empieza poco a poco. Deja que un avatar salude a los fans, aparezca en un evento o responda a un conjunto limitado de preguntas. El objetivo es aprender cómo se conecta la gente.
La siguiente fase de la conexión humana
Para comprender hacia dónde se dirige este ámbito, basta con observar el progreso que ya ha alcanzado la representación virtual. Cuando jugaba a Madden NFL en la universidad, los jugadores eran pixeles. Hoy en día, parecen atletas reales. En dos años, nuestros avatares digitales podrían verse y sonar exactamente como nosotros, en 3D, y estar completamente entrenados para interactuar en nuestro nombre.
La próxima frontera de la experiencia digital no se centra únicamente en la tecnología, sino en la presencia emocional. Las marcas que aprendan a hablar este nuevo lenguaje de la presencia tendrán una clara ventaja.
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