[Fotos: Lynk & Co; FC México]
Con más de 70 marcas activas en México, diferenciarse no es un discurso, es una estrategia. Y para Gustavo Lara, director de marketing de Lynk & Co, esa estrategia se basa más que en diseño o tecnología: empieza por entender qué necesita el cliente.
La marca llegó hace apenas unos días a México, como parte del portafolio de Geely, el holding que también agrupa a Volvo, Lotus y Seeker. Hablamos con Lara durante el AdWeek LATAM 2025, y nos dijo que el objetivo es claro: “No queremos ser una marca más. Queremos ofrecer opciones reales”.
La entrada de Lynk & Co se da en medio de una ola de electrificación. La marca propone un modelo mixto. Ofrece desde vehículos híbridos ligeros —que no requieren carga— hasta híbridos enchufables con 200 km de autonomía en modo eléctrico. Y, para 2026, planea lanzar un modelo 100% eléctrico con cinco estrellas de seguridad en pruebas europeas.
“No se trata de obligar al cliente a dar un salto inmediato; se trata de acompañarlo en su proceso”, dijo Lara. Por eso, la marca ofrece un abanico de posibilidades que busca adaptarse a cada usuario: quienes tienen espacio y cargadores, quienes no, quienes apenas empiezan y quienes ya están listos para el cambio completo.
La apuesta de Lynk & Co es construir confianza
Para Lara, el reto no es solo técnico o logístico, es cultural. “El auto en México sigue siendo una adquisición clave. A veces más importante que una casa. No estamos seguros de que un modelo de suscripción funcione aquí como en Europa”, explicó. Lynk & Co ha experimentado con esquemas de leasing mensual en Francia, donde el cliente puede devolver el vehículo cuando lo decida. En México, por ahora, apuestan por construir confianza a través del servicio, el respaldo de marca y la calidad del producto.
Pero competir con marcas centenarias requiere más que un catálogo robusto. “El diferenciador tiene que estar en el trato, en el servicio postventa, en la disponibilidad de refacciones”, dijo. Hoy el consumidor llega al distribuidor con más información que nunca. Para Lara, eso obliga a las marcas a replantear su forma de vender: “Ya no podemos vender con folletos ni por teléfono. Hay que hablar distinto. Más humano, más natural, menos hard selling.”
La marca comparte infraestructura con Volvo en Europa y en algunos países de América Latina. En México, sus puntos de venta son compartidos con Seeker, otra marca del grupo. Ya tienen 12 distribuidores operando y planean seguir expandiendo su presencia en Centroamérica y Sudamérica. Su objetivo no es crecer rápido, sino bien. “Somos cautelosos con nuestros socios de negocio porque ellos son la cara de la marca”, dijo Lara.
Y si hay algo que la marca entiende bien, es que el prestigio se construye o se derrumba en tiempo real. “Hoy un TikTok o un post en Instagram puede hundir una marca. Hacemos social listening todas las semanas, monitoreamos redes, medios, y tenemos war rooms para atender casos críticos.”
La estrategia es más escucha y menos improvisación; más atención directa y menos promesas. Según Lara, en una industria que lleva cien años en evolución, eso ya es decir mucho.
![[Foto: Freepik]](https://fc-bucket-100.s3.amazonaws.com/wp-content/uploads/2025/11/13123848/FastCompanyMexico-cortesia-lideres-cortesia.webp)
![[Render: cortesía Vela]](https://fc-bucket-100.s3.amazonaws.com/wp-content/uploads/2025/11/13084018/Vela-embarcacion-Fast-Company-Mexico-Cortesia.webp)
