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¿Deberíamos culpar a los multimillonarios de nuestros propios problemas económicos? Cada vez más estadounidenses opinan que sí

Cada vez más personas consideran que la riqueza extrema contribuye a una sociedad injusta, y este sentimiento es especialmente fuerte entre la Generación Z y los millennials.

¿Deberíamos culpar a los multimillonarios de nuestros propios problemas económicos? Cada vez más estadounidenses opinan que sí [Fotos: Andrew Harnik/Getty Images (Musk), Barry Williams/New York Daily News/Tribune News Service/Getty Images (Mamdani), Angela Weiss/AFP/Getty Images (Eilish), alexsl/iStock/Getty Images Plus]

Los estadounidenses llevan mucho tiempo admirando a los ricos, pero la creciente desigualdad y problemas económicos del país —y los multimillonarios que la alimentan— es objeto de un escrutinio cada vez mayor.

La noticia de que Elon Musk está a punto de convertirse en el primer billonario del mundo se conoció la misma semana en que un juez ordenó al gobierno de Trump financiar completamente los cupones de alimentos, ya que 42 millones de estadounidenses se quedaron sin las ayudas necesarias para comprar comida (el gobierno de Trump apeló la sentencia).

El alcalde electo de la ciudad de Nueva York, Zohran Mamdani, un socialista demócrata, acaparó titulares nacionales durante su campaña al destacar la crisis de asequibilidad en la ciudad. Mamdani recibió el apoyo de figuras como el exsecretario de Trabajo Robert Reich y el senador Bernie Sanders de Vermont, quienes han criticado frecuentemente a los multimillonarios.

Incluso la cantante Billie Eilish criticó recientemente a los ultrarricos. “Si eres multimillonario, ¿por qué lo eres?”, dijo al anunciar una donación de 11.5 millones de dólares (aproximadamente 23% de su patrimonio neto), antes de instar a los multimillonarios a donar su dinero.

Una nueva encuesta de Harris Poll, compartida en exclusiva con Fast Company, destaca cómo los estadounidenses comunes y corrientes prestan cada vez más atención a esta desigualdad y cómo oscilan entre la admiración y la crítica hacia los ricos.

Un sistema económico que beneficia principalmente a los ricos

En la encuesta “Estadounidenses y Multimillonarios”, que ya cumple su tercer año, solo 28% de los encuestados afirmó que el sistema económico estadounidense actual funciona bien para la mayoría de las personas.

En cambio, 35% dijo que prioriza a los ultrarricos y 36% que ofrece oportunidades, pero no de forma equitativa. Casi tres cuartas partes de los estadounidenses consideran que la desigualdad de la riqueza es un grave problema nacional.

Los estadounidenses también culpan directamente a los multimillonarios de las dificultades financieras que enfrentan. 67% afirmó que los multimillonarios “crean una sociedad más injusta”, un aumento de ocho puntos con respecto a la encuesta de 2024.

Este sentimiento fue aún mayor entre la Generación Z y los millennials, de los cuales 72% estuvo de acuerdo con la afirmación, en comparación con 62% de la Generación X y los baby boomers.

Además, 55% de los estadounidenses afirmó que los multimillonarios “dificultan la consecución del sueño americano”; para la Generación Z y los millennials, el porcentaje ascendió a 65%.

Además, están hartos de ver tanta ostentación de riqueza: 74% de los encuestados opina que los multimillonarios son sobrevalorados en la cultura estadounidense.

“La era del multimillonario intocable ha terminado”.

Al denunciar la desigualdad, a menudo se señalan las maneras en que los multimillonarios podrían ayudar al resto del mundo.

Mamdani basó parte de su campaña en gravar a los ricos para financiar guarderías y transporte público gratuitos; otros han señalado cómo gravar a los ricos podría financiar la sanidad universal, erradicar el hambre en el mundo y combatir el cambio climático.

Según la encuesta de Harris, los estadounidenses creen, en general, que cuanta más riqueza posee una persona, mayor es su responsabilidad con el mundo.

72% de los estadounidenses coincidió en que los multimillonarios tienen la responsabilidad ética de abordar las crisis humanitarias mundiales (un aumento de cuatro puntos con respecto al año anterior), y 69% afirmó que tienen la responsabilidad de mejorar la sociedad y deberían contribuir a ella.

En todos los grupos de edad, la encuesta Harris Poll registró un aumento en el porcentaje de estadounidenses que desean limitar la acumulación de riqueza, en comparación con 2024.

“La era del multimillonario intocable ha terminado”, declaró Libby Rodney, directora de estrategia y futuróloga de The Harris Poll. “Los estadounidenses quieren que la riqueza trabaje más para la sociedad, no solo para los accionistas”.

Sin embargo, no parecen tener mucha esperanza de que los multimillonarios lo hagan; 76% de los encuestados coincidió con la afirmación de que los multimillonarios “se preocupan más por protegerse a sí mismos que por ayudar a los demás”.

Un ámbito en el que los multimillonarios sí se están involucrando es la política. Multimillonarios como Bill Ackman gastaron millones oponiéndose a la candidatura de Mamdani a la alcaldía, y Musk se involucró notoriamente en el gobierno federal este año.

Los estadounidenses desconfían cada vez más de esta tendencia: siete de cada 10 desean que los multimillonarios tengan un papel menor en la política estadounidense.

Los estadounidenses buscan riqueza para tener seguridad.

Estos sentimientos hacia los ricos no impiden por completo que la gente quiera unirse a sus filas.

Aunque 76% de los estadounidenses admite que los multimillonarios se benefician de un sistema corrupto, seis de cada 10 afirman que quieren ser multimillonarios algún día.

Pero también es evidente que los estadounidenses aspiran a la riqueza porque parece ser una de las pocas maneras de sobrevivir a las continuas y crecientes crisis económicas.

Dos tercios de la Generación Z y los millennials afirman que aspiran a una riqueza extrema no por el éxito, sino por la seguridad en una economía cada vez más inestable. En general, 52% de los estadounidenses estuvo de acuerdo con la afirmación: “Si fuera multimillonario, todos mis problemas se resolverían”.

“La Generación Z no quiere ser multimillonaria para presumir, sino para tener seguridad en una economía incierta”, dice Rodney. “Redefinen el concepto de ambición, convirtiendo la riqueza en una estrategia de supervivencia, no en un símbolo de estatus”.

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Sobre el autor

Es editora staff de la sección Impact de Fast Company.