[Imagen impulsada por IA]
¿Alguna vez has terminado un día de trabajo productivo y, de pronto, sentiste como si, en realidad, no hubieras hecho nada? En esas horas de la noche en las que se supone que deberías descansar, convivir con tu familia, con amigos o disfrutar de un libro, en realidad revisas tu correo. Seguramente piensas en qué más podrías hacer y adelantas el estrés de las tareas del día siguiente. Quizá incluso te dices ahora: “¡Siempre me pasa!” y “¿A poco Christopher de Fast Company México me lee la mente?”. Afortunadamente, la respuesta a esa última es no.
Personas altamente productivas caen cada vez más en una condición llamada dismorfia de productividad: sentir que no lograron nada incluso cuando objetivamente hicieron mucho. Vale aclarar que no es un diagnóstico médico oficial, pero en mi experiencia, la mayoría de los perfiles de alto desempeño tropiezan con este reto en distintos momentos de su carrera. ¿Por qué sucede y qué podemos hacer al respecto? Y sí, yo también he padecido esta famosa dismorfia de productividad.
Sin claridad humana, no hay inteligencia artificial que alcance
Tal vez te preguntes por qué escribo sobre este tema si hace poco dije que mis próximas columnas se enfocarían en lo que necesitas saber para construir una carrera capaz de prosperar y resistir la automatización en la era de la inteligencia artificial (IA). Buena observación. Por fortuna, esto enlaza perfecto con esa promesa; más aún, puede ser una de las ideas más valiosas para entender tu propio desempeño en estos tiempos.
Suelo decirles a mis estudiantes que la única manera de construir un buen modelo o sistema de IA es ser experto en el dominio en el que se va a aplicar. Si no son expertos y no toman acciones reales para aprender más sobre ese campo, la probabilidad de fracaso se dispara. Puede parecer obvio, pero nunca deja de sorprenderme cuántos líderes brillantes, desde el mundo académico hasta las empresas más grandes del planeta, pasan por alto este punto tan básico.
Lo mismo aplica para quienes buscan construir una carrera que no sea tan automatizable en esta era de IA: todos necesitamos ser expertos en cómo funcionan nuestra carrera, nuestra mente y nuestra personalidad antes de intentar aplicar la IA a eso. En otras palabras: es esencial entender tu nivel real de productividad frente a lo que necesitas lograr para tu negocio, tu trayectoria o tus metas. Solo así podrás medir con claridad qué tanto te ayuda la IA y con qué facilidad alcanzas aquello que te propones.
Además, entender tu verdadero nivel de productividad facilita observar y no idealizar a las personas hiperproductivas que ves en LinkedIn, Instagram, TikTok o cualquier otra red social. Compararnos es natural, pero sin una reflexión cuidadosa podemos interpretar mal lo que vemos o lo que intentamos aprender. A veces incluso puede detonar o agravar la dismorfia de productividad. Te deja más triste, menos satisfecho, pero “más productivo”. Eh… no, gracias.
Tres pasos para volver a medir lo que importa
Entonces, la pregunta inevitable es: ¿qué podemos hacer? Sobre todo si sospechas que tienes alguna forma de dismorfia de productividad. Hay tres pasos clave que he usado en los últimos años y que han sido sorprendentemente útiles para mí y para otros que intentan adaptarse de forma consciente al apoyo de la IA en la búsqueda de la excelencia.
- Define con claridad qué esperas lograr con la IA. ¿Tu objetivo es ser mejor, más rápido o estar al nivel de los mejores del mundo? Según tu respuesta, tendrás tu primer punto de referencia.
- Establece expectativas claras y medibles. Una vez que sabes qué meta estás optimizando, te será posible establecer expectativas razonables que se puedan medir. Por ejemplo: si tu objetivo es ser más rápido, mídete sin IA y luego establece tu tiempo ideal usando IA como asistencia.
- Revisa mensualmente si tus expectativas se desfasan. Porque aunque lo hayas dejado por escrito, eso no impide que tus estándares crezcan sin darte cuenta durante el mes. En serio: asegúrate de llevar un registro metódico de tu avance.
No hay duda de que la IA es una herramienta extraordinaria capaz de disparar tu productividad y llevar tu carrera al siguiente nivel. Pero nada de eso importa si eres miserable en el proceso o si ni siquiera sabes cuánto logras realmente, con y sin IA, desde el inicio. En un momento en donde parece que todos saben de todo, no se nos puede olvidar lo más importante: conocernos a nosotros mismos.
![[Imagen: Christopher Dombres/Wikimedia Commons]](https://fc-bucket-100.s3.amazonaws.com/wp-content/uploads/2025/12/08112358/Teorias-de-la-conspiracion-Fast-Company-Mexico-Wikimedia-Commons.jpg)
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