El estadio de 1.9 mil millones del Real Madrid cancela todos los conciertos porque la música era demasiado fuerte

El Real Madrid ha suspendido oficialmente todos los conciertos en su renovado Estadio Santiago Bernabéu hasta al menos 2025. Esta pausa es el resultado de meses de quejas crecientes, fallos técnicos y promesas incumplidas que convirtieron el estadio futurista en una molestia ruidosa para los residentes de Madrid.

El problema comenzó en mayo de 2024, cuando Taylor Swift se presentó en el estadio durante su Eras Tour. Los conciertos de Swift debían ser una celebración para la ambiciosa transformación de 1.91 mil millones de dólares del estadio por parte del Real Madrid, convirtiéndolo en un espacio multifuncional que generaría ingresos durante todo el año, incluso cuando el equipo no estuviera jugando. En lugar de eso, la gira reveló la incapacidad del estadio para contener el estruendoso rugido de los altavoces de los conciertos y decenas de miles de fanáticos.

Los shows de Swift fueron solo el principio de un problema mucho mayor que empeoró a medida que más artistas y bandas se subían al escenario. El nivel de sonido seguía aumentando y los fanáticos se volvían cada vez más problemáticos, con grupos ebrios y ruidosos invadiendo todo el vecindario.

Ahora, después de meses de presión creciente por parte de los residentes locales y funcionarios gubernamentales, el Real Madrid finalmente decidió suspender todos los conciertos futuros en el Bernabéu, incluidos los de importantes artistas españoles como Aitana, Dellafuente y Lola Índigo, que serían pospuestos sine die. Un festival de K-Pop programado para octubre de 2024 fue cancelado de forma definitiva.

Según el Real Madrid, esta decisión se tomó para asegurar el cumplimiento de las regulaciones municipales. “El Real Madrid ha decidido reprogramar provisionalmente su agenda de eventos y conciertos en el Santiago Bernabéu”, anunció el club.

EL MILLONARIO Y DESASTROSO REDISEÑO DEL BERNABÉU

El Real Madrid había gastado más de seis años y 1.91 mil millones de dólares transformando el Bernabéu en un estadio futurista, capaz de albergar no solo partidos de fútbol, sino una amplia gama de eventos de gran escala como conciertos. Diseñado por L35 Arquitectos, gmp Architekten y Ribas & Ribas Arquitectos, la renovación buscaba crear un recinto que pudiera adaptarse rápidamente a diferentes tipos de eventos con características de última generación.

En el corazón de este rediseño estaba un techo retráctil, soportado por dos enormes vigas de acero, cada una de 577 pies de ancho, y un campo retráctil que podía ser reemplazado por un piso de concreto sólido en solo 25 minutos. Todo el sistema de techo se construyó con 33,000 toneladas de acero—equivalente a 120 Airbus A380. Esto permitía transiciones rápidas entre partidos de fútbol, conciertos y otros eventos.

Pero en su afán por construir un estadio que pudiera albergar a estrellas de la música global, el Real Madrid no había anticipado la magnitud del problema del ruido. A medida que los conciertos continuaban, se hizo evidente que el diseño abierto del estadio—pensado para proporcionar ventilación—estaba filtrando el sonido hacia el vecindario circundante. Las promesas hechas por el Real Madrid y la ciudad no fueron suficientes para detener el torrente de quejas.

En julio de 2024, un juez aceptó una demanda de la Asociación de Vecinos Afectados por el Bernabéu, que acusaba al Real Madrid de violar las ordenanzas municipales. La demanda señalaba que los permisos de construcción del estadio no incluían eventos que no fueran de fútbol, y que el Real Madrid no había realizado estudios de prevención de ruido antes de albergar conciertos.

Finalmente, enfrentado a los desafíos legales, las limitaciones técnicas y una gigantesca crisis de imagen pública para un club deportivo que se enorgullece de su herencia y respeto por los aficionados, la ciudad y el país, el Real Madrid decidió suspender todos los conciertos hasta que se pudiera resolver el problema. El club reconoció la necesidad de medidas de aislamiento acústico más estrictas y prometió reanudar los eventos solo cuando pudieran garantizar el cumplimiento de las regulaciones municipales.

PRESIÓN INSUPERABLE

“Sabemos que esta es una batalla ganada, pero no la guerra”, dijo Enrique Martínez de Azagra, portavoz de la asociación vecinal que presentó la demanda contra el club en marzo, antes de que el club finalmente hiciera su anuncio. Su frustración creció al ver a los asistentes ebrios de los conciertos orinando en público, pisoteando jardines y dejando las calles llenas de basura. Una pelea entre asistentes durante un evento incluso terminó con la muerte de un hombre, añadiendo a la sensación de que las cosas se estaban saliendo de control.

Ante la creciente presión legal y el clamor público, el Real Madrid y el Ayuntamiento de Madrid comenzaron a implementar una serie de soluciones. Intentaron de todo: instalar pantallas acústicas y aislamiento, imponer un toque de queda a las 11 p.m., y prometer a los vecinos que las mejoras estaban en camino. En julio de 2024, el alcalde José Luis Martínez-Almeida anunció que la ciudad había limitado el número de conciertos a veinte al año, esperando que esto aliviara la presión.

Pero ninguno de estos esfuerzos funcionó. De hecho, empeoraron. Las cortinas acústicas y el aislamiento instalados por el Real Madrid no redujeron el ruido a los límites legales. Conciertos como el de Romeo Santos en julio de 2024 todavía resultaron en quejas de ruido. Durante la actuación de Santos, las tensiones estallaron entre el equipo técnico del artista, el personal del estadio y los funcionarios de la ciudad, lo que resultó en apagones durante el concierto. Desde el escenario, Santos culpó a los funcionarios de la ciudad por las interrupciones técnicas, avivando aún más la tensión.

EL CAMINO A SEGUIR

Ahora, la única posibilidad de solucionar esto puede estar en manos de una empresa británica llamada Vanguardia. Trabajando junto a Arup, otra importante consultora de ingeniería, se dice que Vanguardia está desarrollando un plan que incluye la instalación de cortinas acústicas y pantallas de nanogel para contener el ruido dentro del estadio (contactamos a Vanguardia para obtener un comentario, pero aún no hemos recibido respuesta). Se espera que estas medidas tarden al menos seis meses en implementarse, pero no está claro cómo—o si—funcionarán.

El Real Madrid espera que el nuevo sistema de aislamiento acústico les permita reanudar los conciertos del Bernabéu para 2025, pero el escepticismo sigue siendo alto entre los residentes locales. Aunque Vanguardia tiene un sólido historial de resolver problemas de sonido en recintos como el Wembley Stadium y el O2 Arena de Londres, muchos creen que el diseño abierto del Bernabéu presenta un desafío único que puede ser imposible de resolver. “Continuaremos trabajando para garantizar que durante los conciertos, las condiciones necesarias en producción y emisión de sonido permitan que se lleven a cabo en nuestro estadio”, dijo el Real Madrid en un comunicado oficial.

Por ahora, el futuro de los eventos de gran escala en el Bernabéu depende de si Vanguardia o cualquier otra empresa puede solucionar lo que salió mal, un defecto de diseño de 1.9 mil millones de dólares que de alguna manera fue pasado por alto (o ignorado a propósito). Hasta que logren realizar esa hazaña, el brillante y acampanado Santiago Bernabéu sigue estancado en el hiperespacio mientras el club termina los últimos detalles en los parques que lo rodean.