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¿Reemplazarías a tu jefe por IA?

Los pros y contras de un gerente no humano o un líder máquina.

¿Reemplazarías a tu jefe por IA? [Foto: DrRave/Getty Images]

Es innegable que la IA influyó en casi todos los aspectos de nuestras vidas, desde cómo compramosaprendemos y recibimos atención médica, hasta cómo trabajamos… incluso con nuestro jefe. Aún no sabemos con exactitud hasta qué punto automatizará tareas y trabajos, en comparación con potenciar a los humanos y liberar su potencial, pero una cosa es segura: la IA ya transforma nuestra manera de pensar sobre el trabajo.

Tomemos como ejemplo a un analista financiero que antes dedicaba días a crear modelos en Excel; ahora la IA puede generar un primer borrador en segundos, lo que le permite centrarse en la planificación de escenarios y la toma de decisiones. O a un gerente de marketing que solía dedicar horas a compilar informes; con la IA, puede dedicar más tiempo a la estrategia creativa y la interacción con el cliente. Incluso dentro del mismo puesto, las habilidades que generan valor se orientan hacia el juicio, la creatividad y las relaciones, áreas donde los humanos aún dominan.

Pero el impacto no se limita a empleos específicos. Afecta a todos los niveles de la empresa. Esto nos lleva a una de las preguntas más intrigantes (y quizás provocativas) en el mundo empresarial: ¿podría la IA reemplazar a los líderes humanos?

¿Podría su próximo jefe ser una máquina?

La potenciación de la IA ya está aquí. La IA permite a los líderes automatizar una lista de tareas cada vez más grande a las máquinas: programar y priorizar, redactar correos electrónicos y presentaciones, detectar amenazas competitivas, modelar opciones estratégicas e incluso ejecutar simulaciones de decisiones difíciles para ver posibles resultados. Esto deja más tiempo para los aspectos “humanos” del liderazgo: inspirar, motivar, escuchar y entrenar.

Pero ¿qué pasaría si la IA no sólo ayudara a tu jefe… sino que fuera tu jefe?

A continuación exponemos algunos argumentos a favor y en contra de sustituir a tu jefe o gerente por una máquina, pero estás en tu derecho de estar en desacuerdo (incluso si no eres el jefe).

Las ventajas de un jefe con IA

1. Una IA más inteligente y racional

No se cansa, no se distrae ni se enoja. Toma decisiones basadas en datos, no en cambios de humor, rencores personales o políticas de oficina. En teoría, esto sugnifica decisiones más consistentes y basadas en el mérito, sin favoritismo hacia la voz más fuerte.

2. Más predecible

Si tu jefe es un algoritmo, sabes qué esperar. Nada de mal humor de lunes por la mañana, ni giros inesperados en las prioridades estratégicas. Esta previsibilidad podría reducir el estrés y la incertidumbre en el trabajo. Al fin y al cabo, la gente suele preferir trabajar con gerentes fiables, predecibles y, bueno, bastante aburridos (en el buen sentido).

3. Mejor aprender… y desaprender

 La IA puede asimilar grandes cantidades de información, adaptarse a nuevos patrones y descartar suposiciones obsoletas más rápido que la mayoría de los humanos. Los líderes suelen aferrarse a lo que funcionó en el pasado; la IA puede cambiar de rumbo en cuanto los datos lo indiquen. Cabe destacar también que ningún entrenamiento en sesgos inconscientes eliminará las inferencias estereotipadas y prejuiciosas de la mente humana (ser humano implica estar sesgado por diseño). Sin embargo, la IA puede entrenarse para desaprender los sesgos humanos y prestar atención a las verdaderas señales de talento y rendimiento.

4. Más barato que un ejecutivo

Muchos directores ejecutivos y altos directivos son caros no solo en salario, sino también en beneficios, bonificaciones (en Estados Unidos, la compensación ejecutiva aumentó un asombroso 1,085% en las últimas cuatro décadas, en comparación con solo 24% para los trabajadores promedio y el costo político de las malas decisiones. Un jefe con IA puede ser “actualizado” en lugar de “comprado”.

Mejor en personalización

Un gerente de IA podría adaptar la retroalimentación, los planes de desarrollo e incluso las tácticas de motivación a la personalidad y estilo de trabajo de cada empleado, de la misma manera que Netflix personaliza su lista de seguimiento. A los jefes típicos no les gusta personalizar porque puede evocar sentimientos de injusticia (por eso a menudo se oponen a los acuerdos de trabajo híbridos o flexibles, en lugar de obligar a todos a estar en la oficina). La personalización requiere pensar, planificar y evaluar el rendimiento real de los empleados: cosas en las que los algoritmos de IA son buenos, pero los humanos no.

Si esto suena descabellado, considera que millones de conductores de Uber (y, de hecho, cualquier trabajador de apps de reparto de comida) ya reciben órdenes de un algoritmo que fija precios, asigna viajes y califica el rendimiento.

Los empleados de almacén de Amazon siguen rutas y listas de selección generadas por IA. Los fondos de cobertura y las empresas de logística utilizan sistemas basados en IA para establecer prioridades y asignar recursos. Y surgen investigaciones que demuestran que la IA puede superar a los humanos no solo en la toma de decisiones repetitiva, sino también en ciertos aspectos de estrategia e innovación, como la identificación de nuevas oportunidades de mercado o la optimización de las cadenas de suministro. Ah, y si usa un anillo Oura u otro dispositivo portátil que monitoriza sus estadísticas de salud y actividad física, ¡sabrá lo que significa ser controlado por un entrenador de bienestar con IA!

Las desventajas de un jefe de IA

1. La gente anhela conexión humana

Puede que tu pareja robot no exprese muchas emociones, pero es valioso tener a alguien con quien compartir ideas. El liderazgo no se trata solo de eficiencia; se trata de significado, confianza y experiencias compartidas. Muchos empleados quieren un jefe que pueda empatizar con sus dificultades y celebrar sus logros.

2. El problema de la empleabilidad

Si la IA asumiera el liderazgo, ¿qué harían esos ejecutivos? El desplazamiento de puestos directivos podría tener un impacto en las organizaciones y crear un exceso de exlíderes que buscan trabajo en un mercado que no los necesita. Es cierto que, en revoluciones industriales pasadas, la disrupción a corto plazo de los empleos (y, especialmente, de las tareas) finalmente condujo a períodos de prosperidad a largo plazo, que es lo que predicen los expertos con respecto a la IA. Sin embargo, esto aún implica algunas pérdidas de empleo a corto plazo.

3. La IA de contexto y matices

Puede ser brillante en el reconocimiento de patrones, pero aun así pasa por alto señales culturales, zonas éticas grises o dinámicas interpersonales sutiles. Un algoritmo podría optimizar la productividad sin darse cuenta de que generan agotamiento, por no hablar de desigualdad.

4. Resistencia al cambio

Las personas pueden confiar en la IA para recomendar música o planificar un viaje al trabajo, pero confiar en ella para guiar sus carreras, evaluar su rendimiento o decidir quién asciende es un paso más grande. La imagen y la política de informar a un robot puede ser confuso.

5. Riesgos éticos y de sesgo:

La IA es tan justa como los datos y las reglas en las que se basa. Si se entrena con patrones de toma de decisiones sesgados, puede replicar e incluso amplificar la discriminación en ascensos, salarios o asignación de carga de trabajo. Peor aún, las decisiones de la IA pueden ser opacas, lo que dificulta cuestionar o incluso detectar el trato injusto. Por eso, hoy en día son tan solicitados los especialistas en ética de la IA y los equipos que gestionan la IA con los más altos estándares éticos y legales.

6. Brechas de rendición de cuentas

Cuando tu jefe es un algoritmo, ¿a quién recurres si una decisión es incorrecta o perjudicial? Sin líneas de responsabilidad claras, los resultados poco éticos o perjudiciales podrían pasar desapercibidos o pasarse indefinidamente entre el sistema y las personas que lo gestionan.

7. Ser mejor que el promedio no significa que una gran

IA pueda superar al jefe promedio (el gerente distraído, parcial o mediocre), pero es improbable que supere a un líder eficaz que combine visión, inteligencia emocional y valentía moral. Es cierto que esta última variante es inusual.

8. La verdadera oportunidad: mejores líderes, no menos líderes

En lugar de reemplazar a los líderes por completo, la IA nos brinda la oportunidad de repensar cómo los seleccionamos y desarrollamos. Imagínate si la IA pudiera asumir la carga rutinaria, analítica y administrativa del liderazgo y liberar a los líderes humanos para que se centren en las cualidades que las máquinas no pueden replicar: empatía, inspiración, análisis en situaciones de incertidumbre y la capacidad de construir cultura organizacional.

También podríamos usar la IA para optimizar los nombramientos de líderes desde el principio. Predeciría quiénes poseen los rasgos de personalidad y la agilidad de aprendizaje necesarios para prosperar en el puesto. Además, brindaría desarrollo específico antes de su incorporación. Esto rompería el ciclo de ascensos basados en la experiencia técnica o la experiencia laboral, en lugar del potencial de liderazgo.

El mejor camino a seguir podría ser una colaboración: las máquinas manejan la lógica, los humanos el significado. No se trata solo de eficiencia; se trata de humanizar el liderazgo más de lo que se ve en años.

Entonces, ¿reemplazarías a tu jefe por la IA? La respuesta depende menos de tu confianza en la tecnología que de la calidad de tu jefe actual: si es bueno, querrás que la IA lo complemente; si es malo, quizá prefieras que el algoritmo tome el control.

De cualquier manera, el modelo de liderazgo ya cambia y no deberíamos esperar a que la IA elija a nuestro próximo jefe para empezar a mejorar.

Author

  • Tomas Chamorro-Premuzic

    El Dr. Tomas Chamorro-Premuzic es Director de Innovación en ManpowerGroup, profesor de psicología empresarial en University College London y la Universidad de Columbia, cofundador de deepersignals.com y asociado del Laboratorio de Finanzas Emprendedoras de Harvard.

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    El Dr. Tomas Chamorro-Premuzic es Director de Innovación en ManpowerGroup, profesor de psicología empresarial en University College London y la Universidad de Columbia, cofundador de deepersignals.com y asociado del Laboratorio de Finanzas Emprendedoras de Harvard.

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Sobre el autor

El Dr. Tomas Chamorro-Premuzic es Director de Innovación en ManpowerGroup, profesor de psicología empresarial en University College London y la Universidad de Columbia, cofundador de deepersignals.com y asociado del Laboratorio de Finanzas Emprendedoras de Harvard.

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