
Ser noctámbulo tiene sus ventajas. Científicos han descubierto que las personas que suelen desvelarse pueden ser más creativas, e incluso más inteligentes, que quienes se acuestan y se despiertan más temprano. Pero también tiene sus desventajas: existe evidencia de que los noctámbulos pueden ser más susceptibles a problemas psiquiátricos y deterioro cognitivo que quienes madrugan.
Y ahora, un nuevo estudio que involucró a participantes de la Generación Z agrega más razones por las cuales quedarse despierto hasta tarde puede no ser lo mejor para el cerebro.
En un artículo publicado la semana pasada en la revista PLOS One, investigadores descubrieron que los noctámbulos de la Generación Z parecen ser más propensos al uso problemático de celulares y a la adicción a las redes sociales que los madrugadores. La razón es particularmente preocupante: la soledad y la ansiedad eran los principales impulsores tras evaluar la salud mental de 407 adultos jóvenes de entre 18 y 25 años
Por qué desvelarse en el celular es malo para el cerebro
Muchos de nosotros somos culpables de navegar en las redes por la noche, pero el estudio destaca algunas desventajas graves. Los jóvenes que se desvelaban no solo mostraban un uso más perjudicial del celular, sino que también presentaban tasas más altas de problemas de salud mental, como depresión, ansiedad, soledad y mala calidad del sueño.
El estudio también encontró que, si bien tanto la soledad como la ansiedad conducían a un uso más problemático de los celulares y a la adicción a ellos, la soledad era el causante más fuerte.
Un “círculo vicioso”
Los hallazgos sugieren que los adultos jóvenes que se encuentran solos y despiertos por la noche podrían usar las redes sociales en ausencia de formas alternativas de sentir una conexión social, dijeron los investigadores.
“Nuestros hallazgos apuntan a un círculo vicioso”, afirmó la autora del estudio, Anna-Stiina Wallinheimo, profesora asociada de la Universidad de Portsmouth (Inglaterra). “Los adultos jóvenes que son naturalmente más activos por la noche a menudo se encuentran socialmente desincronizados, lo que puede generar sentimientos de soledad y ansiedad”.
“Muchos recurren entonces a los celulares y a las redes sociales para afrontar la situación, pero, lamentablemente, estas herramientas pueden empeorar las cosas, no mejorarlas”, añadió Wallinheimo.
Los hallazgos deberían hacer reflexionar a las personas antes desvelarse o recurrir a sus teléfonos a altas horas de la noche. “Se debe disuadir a los jóvenes adultos de recurrir a las redes sociales y el uso de teléfonos inteligentes como mecanismos de afrontamiento, y en su lugar, informarles sobre estrategias e intervenciones eficaces para abordar su soledad y ansiedad”, se lee en el estudio.