La historia de 2024 contada con portadas de revistas

No necesitas ser un estudioso de los medios para saber que, en un mundo digital, el panorama de las revistas impresas ha sido desafiante durante la última década. Según el estudio del mercado global de publicaciones de revistas de IBIS World, la categoría –que este año tiene un valor de 105,200 millones de dólares– ha estado disminuyendo a una tasa compuesta anual del 2.4% desde 2019, una tendencia que se espera continúe.

Y, sin embargo, las portadas de revistas impresas están en todas partes en línea y son más relevantes que nunca.

Esto es una prueba de la influencia duradera de ciertos medios tradicionales y sus talentosos directores de arte. Pero, más que nada, las portadas de revistas ofrecen una instantánea estática de la cultura en general y colectivamente forman una línea de tiempo visual de los tiempos.

2024: un año intenso

Este último año tuvo un ciclo de noticias particularmente implacable, y una persona polarizante estuvo a menudo en el centro de todo: Donald Trump. A medida que el ciclo electoral de Estados Unidos se aceleraba, los diseñadores una vez más estaban allí para opinar sobre él y el resto del mundo político.

“Seguimos en la ola de usar las portadas de revistas como protesta [artística]”, dice Jaap Biemans, director de arte de Volkskrant Magazine y curador de la popular cuenta de Instagram Cover Junkie, en un intercambio escrito desde Países Bajos. “Me encanta eso. [Mantiene] su relevancia”.

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No sorprende que Biemans no vea desaparecer esas omnipresentes portadas de Trump en el corto plazo. Pero es optimista en que los creativos podrán seguir encontrando enfoques frescos sobre el presidente entrante y la política en general en el futuro.

“Eso es lo que hace un buen diseñador. Siempre encontrará algo diferente, algo sorprendente. […] Quizás sea hora de no mostrar al hombre en sí, sino centrarse en sus planes, sus ideas, y visualizar eso en lugar de otra portada con su extraño cabello naranja”.

Por supuesto, hubo más en 2024 que Trump: la caída de Joe Biden y el ascenso (y caída) de Kamala Harris. Gaza. Ucrania. Los Juegos Olímpicos. El dominio cultural continuo de The Eras Tour de Taylor Swift.

Y todo estuvo en impresión, dominando portadas de revistas, y difundiéndose en línea mucho más allá del alcance físico de cualquier periódico.

A continuación, presentamos 15 portadas impactantes que contaron la historia de 2024 de manera única, con algunos comentarios de Biemans.

Biemans también incluyó cinco portadas independientes que encarnan un gran diseño por el diseño mismo porque, bueno… este año fue mucho, dentro y fuera de las páginas.

Bloomberg Businessweek

Como si su director de arte tuviera acceso a una bola de cristal, Bloomberg Businessweek acertó con esta portada en enero, anticipándose con precisión al año que se avecinaba con un laberinto complicado.

“¿No pensamos todos lo mismo al ver esta portada?”, pregunta Biemans. “Qué mundo en el que vivimos. Un año de caos desenfrenado, pero con un enfoque encantador”.

Politico

Mientras que las interminables portadas de Trump siguen rutas predecibles, aquí el concepto sobresale, ofreciendo un giro simple y brillante sobre las imágenes rutinarias mencionadas.

“¡Este arte lo clavó! En contenido y visualmente, [es] la mejor portada de Trump del año”.

The New York Times Magazine

¿Esta foto es de 1948 o de 2024? No está claro de inmediato, y ahí radica el poder de esta portada.

The Atlantic

Poner el índice contenidos directamente en la portada de The Atlantic podría parecer un enfoque adecuadamente caótico y anti-establishment para un político caótico y anti-establishment. Sin embargo, esta portada sirvió como advertencia, dejando claro lo que estaba en juego en las elecciones.

A Biemans le encanta este enfoque y explica que David Carson hizo algo similar en algún momento de su carrera. Si lo hizo, diría que le faltó el golpe sobrio del tratamiento del director creativo Peter Mendelsund y su equipo aquí.

The Wall Street Journal

Esto no es una portada de revista. Pero al destacar el vacío dejado por el periodista Evan Gershkovich, quien fue prisionero político en Rusia hasta agosto, The Wall Street Journal llevó el diseño editorial de periódicos a nuevas alturas, rivalizando con las mejores revistas brillantes de hoy.

“El espacio en blanco dice más que mil palabras”, dice Biemans. “Bravo a The Wall Street Journal por contar la historia de esta manera”.

The Economist

Esta imagen inquietante del presidente ucraniano Volodímir Zelenski asediado no utiliza espacio blanco, sino negro. El resultado es una portada al borde del abismo, donde se siente cada gramo de gravedad.

NYT Mag

Como señala Biemans, esta portada hace que el espectador sienta curiosidad al instante, y su austeridad hace una declaración. Además, al cometer la herejía visual de borrar una imagen de la marcha de Selma a Montgomery de Martin Luther King Jr., The New York Times Magazine subraya hábilmente la tesis de su historia de portada.

Time

Una palabra fue suficiente en la primera portada tras el desastroso desempeño de Joe Biden en el debate de finales de junio. No se necesitaron palabras en la segunda, cuando el partido rápidamente se apresuró a apoyar a Kamala Harris en la carrera contra Trump.

Según Biemans: “Un pensamiento genial del departamento de arte. La discusión en ese momento era que Biden tenía que irse por su edad. Bueno, ¡que se vaya y salga de la portada! […] Pero cuando añades al otro candidato una semana después en la misma composición, eso merece un aleluya de diseño”.

L’Officiel Hommes China

Los Juegos Olímpicos de 2024 fueron un respiro de la política (al menos en teoría). Y ninguna revista los capturó con tanta vitalidad y vida como L’Officiel Hommes China.”¡Esta serie —es una tirada dividida— es tan fresca y llena de alegría! ¡Los colores! ¡La diversión! Lo mejor del año. Esto me hace sonreír”.

‘The New European’

La portada de National Lampoon de 1973 “Si no compras esta revista, mataremos a este perro” se convirtió en un clásico, y fue clasificada en el número 7 en los “40 Mejores Portadas de Revistas de los Últimos 40 Años” de la Sociedad Americana de Editores de Revistas. The New European reutilizó este clásico visual cuando Trump afirmó que los inmigrantes estaban comiendo perros en Ohio.
“Un gran reconocimiento a The New European. Intentan hacer algo espectacular cada semana”.

Variety

Gracias a la cultura Swiftie, las pulseras de amistad se convirtieron en uno de los elementos efímeros definitorios de 2023/2024. Como tal, eso fue todo lo que realmente necesitó Variety para capturar un fenómeno.

“Así es como haces una portada atractiva”, señala Biemans. “¡Colores nítidos! ¡Partes del cuerpo! ¡Una pose simple! Parece simple, pero esas son las más difíciles de hacer”.

Bloomberg Businessweek

La casi inmediata coalescencia del Partido Demócrata en torno a Kamala Harris sorprendió a algunos, y sin duda fue para muchos una especie de hoja en blanco. Aquí, Bloomberg Businessweek buscó añadir algunos trazos.

The New Yorker

Barry Blitt en la víspera de las elecciones presidenciales.

New York

Y, sí. Independientemente de qué lado del espectro político te encuentres, eso lo resume.

“La revista está hablando con el lector aquí”, concluye Biemans. “Un enfoque directo con impacto”.

Un poco de alegría visual

Y ahora, para limpiar la línea del tiempo del año que fue…

The New Yorker

The New Yorker a veces recibe críticas por sus portadas estacionales más suaves en momentos en que el mundo parece estar ardiendo. Pero aceptaremos un momento de zen del artista Peter de Sève cualquier día. (Puntos extra si puedes encontrar el Easter Egg).

Vogue Arabia

Una hipnótica portada de Vogue Arabia con una surrealista Monica Belluci.

New York

La tipografía. Los gatos. Los colores. El hecho de que no se tratara de política.

NYT Magazine

Una portada conmovedora y hermosa de Gaia Alari para un ensayo conmovedor y hermoso de Sam Anderson. (Está bien llorar aquí. Yo lo hice).

Paris Review

Y, finalmente, un momento de felicidad artística que no está ni aquí ni allá, cortesía de Nicolas Party.
“Esta revista no grita, pero dice, con mucha calma: ‘Levántame, léeme'”, señala Biemans. “¿No es una belleza?”

Sí. Sí lo es. Y, a veces, eso es suficiente.