El gigante detrás de las gafas inteligentes Meta tiene grandes ambiciones de expansión

“Las gafas, ante todo, tienen que verse bonitas”, afirma Francesco Milleri, presidente y director ejecutivo de EssilorLuxottica, el gigante de los lentes y el cuidado de la vista, propietario de Ray-Ban, Oakley, Persol y otras marcas. “Es una forma de expresar tu personalidad”.

Fue este mantra el que finalmente popularizó la realidad aumentada, con las elegantes gafas inteligentes de Meta Ray-Ban, que se lanzaron a finales de 2023 y están disponibles en tres armazones, incluyendo el clásico Wayfarer. 

Un poco más voluminosos que los típicos armazones sin CPU, las Ray-Ban Meta cuentan con una cámara de video, altavoces sorprendentemente decentes y un micrófono para chatear con un amigo por WhatsApp o activar con la voz el asistente de chat Meta AI.

Según EssilorLuxottica, la segunda generación de armazones –una versión con funciones más limitadas lanzada en 2021– superó en ventas los dos años de su predecesora en tan solo nueve meses, y al cierre de esta edición se han vendido 2 millones de pares.

¿Qué hace EssilorLuxottica aparte de las gafas inteligentes Meta?

Pero EssilorLuxottica no solo apuesta por las gafas inteligentes Meta. Gracias a la adquisición en 2023 de la startup israelí Nuance Hearing, la compañía lanzó recientemente las gafas Nuance Audio, que también funcionan como audífonos de venta libre.

También adquirió una participación mayoritaria en la empresa de imágenes médicas Heidelberg Engineering y, en diciembre, anunció sus planes de adquirir Espansione Group, fabricante de instrumentos de diagnóstico óptico.

Milleri predice que los próximos armazones ofrecerán funciones ampliadas de seguimiento de la salud, incluso exámenes de retina que podrían detectar signos de diabetes.

EssilorLuxottica también es el mayor fabricante mundial de lentes oftálmicas y opera con importantes minoristas como LensCrafters y Pearle Vision, lo que significa que las empresas tecnológicas podrían necesitarla más. “Se necesita una infraestructura que nadie más tiene”, afirma Milleri. “Para nosotros, esta es una barrera mucho más relevante que la IA”.