¿Por qué la contratación y la salida son oportunidades para fortalecer la relación con tus trabajadores?

Lidiar con las transiciones profesionales puede ser un torbellino de emociones para los empleados, ya sea al comenzar un nuevo trabajo o  al dejar una empresa. La incorporación de nuevos empleados es esencial para crear un sentido de pertenencia y un propósito compartido que se extienda a lo largo de la trayectoria del nuevo empleado. Esta iniciativa vital debería ir más allá de seguir una lista de verificación.

La incorporación brinda la oportunidad de que tus nuevos compañeros se sientan realmente conectados con el equipo y seguros de su contribución. Esto garantiza que puedan prosperar desde el primer día hasta su último día en la empresa.

La importancia de la incorporación

Los primeros 90 días son cruciales para que los empleados se establezcan y para que el liderazgo marque la pauta. Es un excelente momento para animar a los nuevos empleados a visualizar su contribución al éxito de la empresa. Cuando el liderazgo involucra activamente y guía a los nuevos miembros del equipo a través de este proceso, se fomenta un sentido de alineación con los objetivos de la organización. Esto transforma la incorporación de una tarea rutinaria en una iniciativa a largo plazo de motivación, compromiso y fidelización.

Sin embargo, con frecuencia, las empresas no dan en el blanco. Una encuesta reciente  de Gallup reveló que solo 12% de los trabajadores coincidió plenamente en que su empresa sobresalió en su incorporación, y solo 29 % afirmó sentirse apoyado y plenamente preparado para asumir su puesto. Estas cifras revelan una enorme brecha de oportunidades.

Cuando las empresas abordan la incorporación como una mera formalidad, los nuevos empleados pueden sentirse desconectados y desvinculados, lo que conlleva una costosa rotación y la pérdida de potencial.

La salida de empleados es otro aspecto de la experiencia del empleado que las empresas pasan por alto. Sin embargo, cabe destacar que la forma en que apoyamos a los trabajadores tras su salida es tan importante como su incorporación. Una encuesta de Gallup a 150 directores de recursos humanos de empresas Fortune 500 reveló que solo 10 % consideraba que su empresa era muy eficaz en la gestión de salidas de empleados.

Los líderes desempeñan un papel vital a la hora de conectar a los empleados con sus compañeros y la organización, especialmente durante las temporadas de transición.

La seguridad psicológica invita a la pertenencia

Los procesos de incorporación y renuncias cuidadosamente diseñados fomentan un entorno de apoyo donde la empresa hace que tanto los nuevos empleados como los veteranos se sientan valorados.  La seguridad psicológica es un elemento fundamental.

Garantiza que los empleados puedan expresarse —hacer preguntas, aportar ideas o admitir errores— sin temor a consecuencias negativas. Cuando los gerentes promueven esta sensación de seguridad desde el primer día, sientan las bases para que sus colegas contribuyan significativamente al éxito de la empresa a lo largo de su trayectoria.

Inclusión desde el principio

Los primeros tres meses son cruciales para que los nuevos empleados comprendan sus tareas, la cultura y los valores de la empresa. La preincorporación y el inicio de la incorporación antes del primer día pueden facilitar la transición.

Iniciativas sencillas como ofrecer un recorrido, emparejar a los nuevos empleados con compañeros para responder preguntas o compartir información con antelación tienen un impacto significativo. Al escalonar los detalles clave, permite que los nuevos empleados se adapten gradualmente. Esto garantiza que se sientan apoyados e incluidos desde el principio.

Un enfoque comunitario para la reincorporación

La incorporación no se trata solo de capacitar a nuestros nuevos compañeros. Se trata de ayudarlos a verse como miembros integrales del equipo. Cuando se hace bien, la incorporación va más allá de la capacitación básica y permite a los nuevos empleados visualizar el impacto único que pueden tener en el éxito de la empresa. Este sentido de pertenencia y alineación con los valores de la empresa es fundamental; sin embargo, muchas empresas aún adoptan un enfoque único.

La incorporación debe ser una herramienta estratégica para impulsar el compromiso y el crecimiento a largo plazo, beneficiando tanto al empleado como a la empresa. Crear esta conexión requiere un esfuerzo de equipo: todos contribuyen a que los nuevos miembros del equipo se sientan bienvenidos y valorados.

Celebrar las victorias desde el inicio

Los nuevos empleados suelen experimentar una mezcla de entusiasmo y ansiedad. Si bien pueden estar ansiosos por demostrar lo que pueden hacer, también podrían dudar sobre cuándo y cómo involucrarse.

Capacitar a los nuevos empleados para que se responsabilicen de su trabajo logrando logros tempranos, ya sean proyectos o tareas alcanzables, puede generar confianza rápidamente. Asignarles un proyecto familiar que se alinee con su experiencia previa valida sus contribuciones desde el principio y es una excelente manera de facilitarles la adaptación a su nuevo puesto.

Un triunfo temprano es más que una inyección de confianza. Crea una conexión con el equipo en general, lo que permite a los nuevos empleados encontrar su lugar durante esos primeros tres meses cruciales y más allá.

Tener un plan para las renuncias

La forma en que una empresa aborda la salida de un empleado revela más sobre la  cultura de liderazgo que sobre la persona que se marcha. Un proceso de renuncia respetuoso y comprensivo debe ser una extensión del sentido de pertenencia que el empleado cultiva a lo largo de su trayectoria profesional en la empresa. 

Sin embargo, los procesos de renuncia no tienen mucha responsabilidad afectiva. Si es inclusivo busca recopilar retroalimentación, mejorar la retención y generar confianza entre los empleados actuales y futuros.

Las entrevistas de salida efectivas permiten a los empleados que se marchan expresar sus opiniones, lo que ayuda a las organizaciones a comprender sus motivos. Cuando los exempleados se sienten valorados, abogan por la empresa, lo que fomenta una reputación positiva en el mercado laboral.

Una experiencia de salida valiosa refleja los valores de la organización y deja una huella duradera, fortaleciendo el sentido de pertenencia del empleado que se marcha y de los miembros actuales y futuros del equipo.

Fomentar la unión a través de la pertenencia

Adoptar un enfoque de equipo para la incorporación fortalece el sentido de pertenencia de todos. Fomenta la colaboración y la empatía, a la vez que refuerza la unidady la satisfacción. Al trabajar juntos para integrar a los nuevos empleados, los miembros del equipo pueden perfeccionar sus habilidades de liderazgo. Este enfoque ayuda a combatir las tendencias hipercompetitivas que pueden resultar destructivas en algunos entornos laborales.

Cuando los nuevos empleados sienten que son parte de un equipo que trabaja en conjunto, tienen más probabilidades de participar plenamente y contribuir al éxito a largo plazo de la empresa; luego, cuando están listos para seguir adelante, sus experiencias y conocimientos dan forma e informan a la próxima generación de talentos.