ADVERTISEMENT

| Tech

La tercera fase de las fintech necesita visión humana

Durante un primer período, el momento en que vimos el desarrollo de los primeros unicornios fintech, se hizo un énfasis en la adopción de usuarios.

La tercera fase de las fintech necesita visión humana [Ilustración: Fast Company México con asistencia de IA]

Caminé recientemente por la Ciudad de México y vi anuncios publicitarios de varias fintech. No me sorprendió, dado que conozco bien al segmento y he visto su crecimiento en el país, además, escenas como esta se pueden ver a lo largo y ancho de toda América Latina.

El dinamismo es evidente. Según nuestro Finnovista Fintech Radar México 2024, solo de 2022 a 2023 hubo 18.9% más empresas locales dentro del sector. Y, aunque 112 de las 650 empresas fintech mexicanas abandonaron el escenario por diversos motivos, como adquisiciones o transición a otros modelos de negocio, solo 63 de ellas suspendieron operaciones. En contraparte, en 2023, surgieron 234 iniciativas que compensaron esa pérdida con creces.

Estos datos confirman que estamos llegando a un punto de adopción de masa crítica en México y en América Latina sobre el concepto fintech, y que se percibe confianza en el sector. 

Viendo de cerca el panorama mundial, también pienso que ya estamos viviendo una nueva etapa en la industria. Durante un primer período, el momento en que vimos el desarrollo de los primeros unicornios fintech, se hizo un énfasis en la adopción de usuarios, donde los innovadores construían producto y creaban negocio, con la capacidad de escalar rápidamente sin pensar en la rentabilidad, ya que la llave del financiamiento estaba muy abierta y extremadamente activa.

LLEGÓ LA HORA DE VER A LAS PERSONAS

Pasamos a una segunda etapa, donde hubo un poco de reflexión y tal vez menos financiamiento. Ahí todavía se experimentaron fuertes ritmos de crecimiento, pero se empezó a considerar el tema de  la optimización de los gastos. Se hizo evidente la conciencia de que ninguna empresa, startup o no, puede vivir en números rojos y la palabra rentabilidad se asomó en el horizonte.

Siento que en esas dos fases nos olvidamos de las personas, tanto la que conforma la industria como las que se benefician de estas innovaciones tecnológico-financieras. Precisamente, considero que esta tercera fase consiste en hacer una pausa para enfocarnos en las personas, no olvidarnos de aquellos individuos que están construyendo e invirtiendo pero, sobre todo, las personas que utilizan estas soluciones Fintech: los consumidores directos y los propietarios de pequeñas y medianas empresas, en los cuales estas innovaciones deben causar un verdadero impacto; una transformación de sus vidas.

Estoy convencido de que hay necesidades que pueden y deben ser cubiertas por las tecnologías e innovaciones que llegan al mercado a través de estos emprendedores. Por ello, debemos profundizar y comprender cabal y constantemente las necesidades de los usuarios. Asimismo, debemos evitar actuar de la manera en que se hizo en las dos primeras etapas: como, por ejemplo, en algunos casos se hizo copy paste de soluciones de otros países sin tomar en cuenta las enormes diferencias que tiene una persona que está, por ejemplo, en Chiapas contra otra al otro lado del mundo.  

También hay que tener en cuenta temas cotidianos de accesibilidad. No podemos asumir que todas las personas tienen acceso al más reciente smartphone o al internet más rápido. Las soluciones deben considerar las brechas en el acceso a tecnología avanzada.

UNA ERA CON EL PODER DE LA IA

El uso de inteligencia artificial y machine learning es el otro gran tema de este tercer capítulo. En nuestro reciente Radar vimos que, en los últimos tres años, las fintech han incrementado su uso de estas tecnologías en 24%, en aplicaciones enfocadas principalmente en el desarrollo de algoritmo para la predicción y la toma de decisiones, la detección y predicción de fraudes, y la automatización de tareas y procesos internos.                                     

La tecnología se desarrolla en búsqueda de una mayor eficiencia, pero no debemos olvidar que el uso de esas tecnologías es una responsabilidad de los seres humanos. Somos nosotros, los participantes y usuarios de la industria, quienes decidiremos cómo utilizar estas herramientas y quienes tendremos la responsabilidad de resolver las implicaciones éticas que se presenten.

Ahora contamos con una base tecnológica bastante importante, que está haciendo realidad el desarrollo de muchas ideas. Ver a las personas y entender sus necesidades reales, nos permitirá tener mejores bases para decidir de manera idónea en dónde pondremos estos recursos.

Author

Author

Sobre el autor

es Co-Founder & Managing Partner de Finnovista y CEO de Finnosummit.

ADVERTISEMENT

ADVERTISEMENT