Voto latino: en Pensilvania puede llegar a definir las elecciones

Después de que Taylor Swift apoyara a Kamala Harris como candidata presidencial a principios de septiembre de 2024, publicando un mensaje a sus 284 millones de seguidores en Instagram, algunos estrategas demócratas sugirieron que un apoyo del artista puertorriqueño Bad Bunny podría tener más impacto en la elección, particularmente en el estado clave de Pensilvania, que alberga a aproximadamente 300,000 votantes puertorriqueños elegibles.

Sin embargo, cuando muchos estadounidenses piensan en los condados desindustrializados del este de Pensilvania —incluyendo condados decisivos en elecciones presidenciales como Northampton— podrían pensar más en la canción “Allentown” de Billy Joel que en “Una Velita” de Bad Bunny, una canción sobre las secuelas del huracán María.

Como profesor de historia y director de Estudios Latinos en Penn State, considero que ambos artistas —el legendario cantautor y el gigante ganador del Grammy en reguetón y trap— pueden ayudar a explicar el terreno político en el estado clave de Keystone, ampliamente visto como el campo de batalla que determinará al próximo presidente.

“CLOSING ALL THE FACTORIES DOWN”

En 1982, cuando Billy Joel grabó su sombría canción sobre los trabajadores que quedaron atrás porque “están cerrando todas las fábricas”, describía principalmente la situación en Bethlehem, Pensilvania, a seis millas de Allentown.

A partir de finales de la década de 1970, la gigantesca Bethlehem Steel Corp. comenzó a despedir a decenas de miles de trabajadores. Sin embargo, Joel descubrió que no había muchas palabras que rimaran con “Bethlehem”, por lo que usó la ciudad vecina en su lugar.

Para la década de 1970, las pequeñas ciudades industriales de Pensilvania, como Bethlehem, Hazleton, York, Reading y Lancaster, estaban perdiendo población y vitalidad, y en muchos casos habían estado en declive durante décadas.

Y para muchos estadounidenses, especialmente aquellos fuera de Pensilvania, la imagen de estas ciudades no ha cambiado desde entonces. Todavía piensan en ciudades en declive, pobladas por trabajadores blancos de fábricas.

CRECIENTE PRESENCIA LATINA

Sin embargo, Allentown, Bethlehem y otras ciudades industriales antiguas en Pensilvania han experimentado una recuperación notable, gracias en parte a la llegada de nuevos residentes, en su mayoría latinos de Puerto Rico y la República Dominicana. Desde la década de 1990, estos recién llegados han ayudado a restaurar el crecimiento de la población, estabilizar los mercados de vivienda y proporcionar mano de obra a nuevas industrias como el almacenamiento y el transporte.

Allentown ahora es 54% latino, un porcentaje más alto de latinos que Los Ángeles.

Lancaster y York, que tienen un 40% y un 38% de población latina, respectivamente, tienen proporciones significativamente más altas de latinos que Chicago y Nueva York. Y Reading, con un 69% de latinos, es casi tan latina como Miami, que tiene un 70%. Por supuesto, el número total de votantes latinos en esas grandes ciudades es mucho mayor.

Tres factores impulsan a los latinos a establecerse en estas ciudades: tienden a tener empleos en almacenamiento y logística, viviendas accesibles y un ambiente comunitario pequeño, especialmente en comparación con la ciudad de Nueva York, de donde provienen muchos de estos nuevos residentes, en lugar de llegar directamente desde Puerto Rico o la República Dominicana.

BASTIONES DEMÓCRATAS

Las ciudades industriales como Allentown, Bethlehem y Reading han sido durante mucho tiempo bastiones demócratas debido al movimiento laboral. Y aún lo son, aunque ahora es el resultado tanto de la influencia de los sindicatos como de las inclinaciones políticas de los votantes hispanos.

Según una encuesta de 2022 del Pew Research Center, el 60% de los adultos latinos en Estados Unidos dice que el Partido Demócrata representa los intereses de “personas como ellos”, en comparación con el 34% que opina lo mismo del Partido Republicano.

El censo de Estados Unidos de 2020 encontró por primera vez que había más de 1 millón de latinos en Pensilvania, una cifra que desde entonces ha aumentado a más de 1.1 millones. Esto incluye alrededor de 580,000 votantes elegibles, aunque los latinos tienden a registrarse y votar en porcentajes mucho más bajos que los votantes blancos y negros no latinos.

Es ciertamente una simplificación atribuir el margen de victoria estatal o nacional a un solo grupo demográfico, ya sean las “soccer moms” en los 90, los “office-park dads“ y los “value voters” en los 2000, o los latinos en 2024.

Pero en una elección muy reñida como esta, pequeños cambios en los márgenes entre grupos clave, como los votantes latinos en Pensilvania, pueden determinar quién será el próximo presidente.

LOS PUERTORRIQUEÑOS TIENDEN A SER DEMÓCRATAS

El voto latino abarca diversas nacionalidades e identidades, y las preferencias partidistas difieren considerablemente entre ellas.

Por ejemplo, los mexicanos y puertorriqueños han mostrado la mayor lealtad al Partido Demócrata, mientras que los cubanos son famosos por inclinarse más hacia el Partido Republicano, seguidos por los venezolanos.

Además, la población hispana de Pensilvania muestra una distribución muy diferente a la del panorama nacional. En todo Estados Unidos, las personas de ascendencia mexicana representan alrededor del 60% de todos los latinos, los puertorriqueños constituyen el 9.5%, y los cubanos, dominicanos y salvadoreños representan alrededor del 4% cada uno.

Pero en Pensilvania, el 53% de los latinos son puertorriqueños y el 13% se identifican como mexicanos. Mientras tanto, el 11% dice ser dominicano, y solo el 3% cubano.

Y esto nos lleva de nuevo a Bad Bunny, quien nació y creció en Vega Baja, una pequeña ciudad en la costa norte de Puerto Rico. Las personas nacidas en Puerto Rico son ciudadanos estadounidenses, pero solo pueden votar en las elecciones de Estados Unidos cuando viven en el territorio continental. Y aquellos que viven en Pensilvania podrían ser clave en noviembre.

VOTO LATINO: ¿90,000 INDECISOS?

En general, los latinos fueron parte de la coalición que en 2020 ayudó a Joe Biden a ganar en su estado natal y llegar a la Casa Blanca.

Biden obtuvo alrededor del 75% de los votos latinos de Pensilvania frente al 25% de Trump. Dado que Biden ganó Pensilvania por solo 80,000 votos en 2020, cómo se dividan los votos de los 580,000 latinos del estado en 2024 podría determinar al próximo presidente.

Esto se refleja en las encuestas más recientes de los latinos en el condado de Northampton, considerado un indicador clave. En una encuesta de septiembre de 2024, se encontró que Harris aventajaba a Trump entre los latinos con un 60% frente a un 25%.

Si bien este es un liderazgo sólido para Harris, la importancia está en los márgenes.

La encuesta mostró que Harris no alcanzó la participación de voto latino que Biden obtuvo a nivel estatal en 2020, y Trump también está por debajo de sus propios totales latinos de 2020. Por lo tanto, según los números, aproximadamente 90,000 votantes latinos podrían estar indecisos, y esto podría ser decisivo en sus decisiones sobre a quién apoyar y por qué margen.

EL APOYO DE LAS ESTRELLAS LATINAS

Por esta razón, ha habido tanto debate sobre si Bad Bunny hará un respaldo en la carrera. Ambas campañas creen claramente que el apoyo de latinas y latinos de alto perfil podría ayudar a persuadir a miembros de la comunidad.

Además del apoyo nacional de estrellas como America Ferrera y Rosario Dawson, la campaña de Harris celebró recientemente un mitin en Allentown con la actriz ganadora de un Emmy Liza Colón-Zayas, de The Bear, y la estrella de Hamilton y In the Heights Anthony Ramos, ambos de ascendencia puertorriqueña.

Mientras tanto, la campaña de Trump llevó al escenario a los raperos puertorriqueños Anuel AA y Justin Quiles para respaldar al expresidente en su mitin en Johnstown a fines de agosto.

Los latinos, como cualquier otro votante, toman decisiones en función de una combinación de intereses económicos, valores culturales y el sentimiento comunitario. Nadie sabe si el apoyo de una celebridad marcará la diferencia, pero las campañas intentarán cualquier cosa para lograr que los votantes indecisos se identifiquen con su candidato.

El Comité Nacional Demócrata anunció el 29 de septiembre que gastaría más dinero en las semanas finales previas al Día de las Elecciones para involucrar a los votantes puertorriqueños y otros latinos en Pensilvania.

Por lo tanto, aunque las mayores concentraciones de votantes hispanos en Estados Unidos siguen estando en el suroeste, el grupo más decisivo de votantes latinas y latinos podría estar viviendo lejos de la frontera, en el este de Pensilvania.

A. K. Sandoval-Strausz, es profesor de historia en Penn State.

Este artículo es una republicación de The Conversation bajo la licencia de Creative Commons. Lea el artículo orginal.