Cómo los ejecutivos pueden cerrar la brecha de conocimiento en inteligencia artificial

Desde la simplificación de tareas administrativas hasta la mejora de las sesiones de lluvia de ideas, la inteligencia artificial se está convirtiendo en un compañero esencial en el lugar de trabajo. Sin embargo, a pesar de su promesa transformadora, su integración no es tan simple como pulsar un interruptor.

Recientemente, realizamos una investigación en Lucid Software para descubrir el uso de la inteligencia artificial en el lugar de trabajo. Descubrimos que más de un tercio de los trabajadores a nivel mundial ya están utilizándola para tareas fundamentales como generar ideas (39%), crear contenido (37%), comunicar resúmenes (33%) y encontrar documentación (31%). Al pensar en cómo hemos adoptado la tecnología en nuestros productos, nuestra inversión de una década en inteligencia ha sido clave para construir una plataforma preparada para la IA que automatiza la visualización de datos y permite una iteración rápida al tiempo que se alinea perfectamente con la forma en que trabajan las personas.

El verdadero potencial de la inteligencia artificial para seguir transformando las tareas diarias e incluso el trabajo estratégico más amplio solo será posible si esta se adapta a los flujos de trabajo de los empleados de formas iterativas y prácticas que permitan a los equipos dominar la tecnología.

Los empleados se sienten optimistas sobre la inteligencia artificial

La encuesta global de más de 2,500 trabajadores del conocimiento reveló información crítica sobre el creciente impacto de la inteligencia artificial en el lugar de trabajo. En general, los resultados muestran un panorama optimista: casi dos tercios (63%) de los empleados consideran que la IA es la puerta de entrada a un trabajo más satisfactorio y a un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal.

Cuando analizamos más a fondo qué es lo que alimenta esta perspectiva positiva, surgieron tres beneficios clave: el 62% de los empleados destaca las ganancias de productividad, el 40% valora el ahorro de costes y la consolidación de la pila tecnológica, y el 38% ve una mejora en la comunicación y la toma de decisiones.

Pero lo que realmente me llamó la atención es el sorprendente impacto tangible en la productividad: más del 50% de los trabajadores creen que la IA les ahorrará al menos tres horas de trabajo a la semana. Ese es tiempo que pueden planificar para reorientar e invertir en iniciativas estratégicas de mayor valor. De hecho, 45% de los empleados ya están utilizando la IA para avanzar con eficacia en los proyectos. Y aunque ahorrar tres horas a la semana es significativo para los trabajadores, es probable que sea solo el principio.

A medida que las herramientas de inteligencia artificial avancen y aumente su adopción, el tiempo ahorrado podría crecer significativamente en los próximos años.

Las barreras para la adopción de la IA persisten

En las conversaciones con clientes y clientes potenciales, hemos notado un sentimiento interesante: si bien están entusiasmados con lo que la IA puede hacer, se sienten abrumados por la cantidad de herramientas de IA disponibles. Estos comentarios subrayan una idea clave: la IA no debería sentirse como una capa adicional de complejidad. Cuando la IA se integra perfectamente en las herramientas que las personas ya conocen y aman, agiliza sus flujos de trabajo diarios sin agregar otro sistema para aprender o administrar.

Cuando analizamos más a fondo las barreras que frenan la adopción de la IA, nuestra encuesta descubrió una gran brecha entre los niveles organizacionales. Si bien 83% de los ejecutivos usa activamente herramientas de colaboración impulsadas por IA, este porcentaje se reduce a solo 42% de los trabajadores de nivel inicial. También estamos viendo una correlación directa entre el uso y la confianza. El noventa por ciento de los ejecutivos se sienten seguros al usar funciones impulsadas por IA, mientras que 41% de los empleados de nivel inicial se sienten poco o nada informados.

La regulación de la IA es una prioridad

La regulación y la seguridad adecuadas son importantes para las empresas y los empleados. La IA es una herramienta poderosa y emocionante, pero deben implementarse pautas para mantener segura la información de la empresa. Nuestra investigación revela que el 88 % de las empresas están implementando pautas estrictas para proteger su negocio y a sus empleados, pero la implementación efectiva demuestra ser el mayor obstáculo.

La desconexión actual entre la creación de políticas y la concienciación en la fuerza laboral es significativa: si bien el 70 % de los ejecutivos dice que su empresa ha establecido políticas de IA, solo el 29 % de los empleados de nivel inicial confía en que existan estas barreras. Los ejecutivos deben dedicar tiempo a comunicar e implementar estos sistemas para que los equipos estén capacitados para usar la IA teniendo en cuenta la seguridad.

El camino hacia una IA más estratégica

El impacto de la IA se extiende más allá de la productividad y la eficiencia: se trata de mejorar la forma en que trabajamos, mejorar la satisfacción laboral y cultivar un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Debe implementarse de manera estratégica y práctica a través de una capacitación integral de los empleados y estrategias de integración de IA transparentes, cerrando las brechas de conocimiento en los niveles organizacionales y abordando las preocupaciones de seguridad y privacidad.

La IA no se trata de reemplazar a las personas, se trata de empoderarlas. El futuro del trabajo es colaborativo y la IA es un socio poderoso que amplificará el potencial humano. En Lucid, nuestro objetivo es hacer que la IA sea accesible, confiable y eficaz, algo que realmente ayude a los equipos a hacer las cosas mejor y más rápido. Adoptar esta tecnología de manera reflexiva e inclusiva será clave para el éxito organizacional y el empoderamiento de los empleados.

Dave Grow es el CEO de Lucid Software.