La IA está cambiando la forma en que pensamos del trabajo, pero hay un área en la que no puede competir contra los humanos: la imaginación. De hecho, el último informe Future of Jobs del Foro Económico Mundial destacó la creatividad como una de las habilidades más importantes para los trabajadores hoy en día.
El problema, sin embargo, es que la mayoría de las personas no se consideran particularmente dotadas en esa área, dice Duncan Wardle, autor de The Imagination Emporium: Creative Recipes for Innovation y ex vicepresidente de innovación y creatividad de Disney. “Cuando hablo con las audiencias, les pregunto si se consideran creativos”, comentó. “Menos del 5% levantan la mano. Pero creo que todos pueden ser creativos en el entorno adecuado”.
La idea de ser innovador puede resultar intimidante, pero la solución está en infundir juego en tu día. Lamentablemente, el entorno laboral no está diseñado para fomentar el juego.
“¿Dónde estás cuando tienes tus mejores ideas?”, preguntó Wardle. “Nadie responde ‘en el trabajo’. El 90% de las personas dice que en la ducha”.
El mayor obstáculo para la innovación en el trabajo, según Wardle, es lo que él llama nuestro “flujo de pensamiento”. “No importa en qué industria hayas trabajado o cuánto tiempo lo hayas hecho, estás atrapado en un flujo de pensamiento que te permite tomar decisiones rápidas e informadas basadas en tu experiencia”, explicó.
Aunque este ajuste predeterminado puede ser útil en circunstancias de emergencia, obstaculiza las nuevas ideas. “En los últimos cuatro años, hemos tenido una pandemia global, el cambio climático y la inteligencia artificial”, dijo Wardle. “No podemos seguir pensando de la misma manera que hace cuatro años. Necesitas dejar de pensar como siempre y pensar de manera diferente”.
La solución está en mover tu mente consciente a tu subconsciente. La mente consciente representa solo el 13% de la capacidad de tu cerebro, esa materia gris que se encarga de los detalles del día a día y se activa cuando sientes estrés. La mente subconsciente ocupa el 87% restante, pero su puerta está cerrada porque ambas partes del cerebro rara vez se activan al mismo tiempo, según Wardle.
“En ese 87% está todo tu estímulo creativo”, comentó. “Guarda tu experiencia, tu conocimiento y cada innovación que has visto. Cada problema creativo está ahí esperando a que resuelvas el desafío. Cuando está cerrada, no puedes acceder a ella”.
Las actividades de juego con propósito te ayudan a mover tu cerebro al “Estado Asombroso Alfa”, lo que Wardle describe como la puerta de entrada entre la mente consciente y subconsciente.
Comienza con dinámicas para impulsar la creatividad
Para activar tu cerebro y entrar en un estado mental de creatividad, Wardle compartió varias actividades para lograrlo, que también llama “zings”, en su libro. Por ejemplo, una actividad llamada “Expertos y Gurús”. Divide a los equipos en parejas y haz que una persona interprete a un experto y la otra sea un reportero de noticias.
“Le digo, ‘Persona A, eres el diseñador líder de paracaídas para elefantes. Nada de lo que digas está mal porque eres el gurú en este tema. Persona B, eres un reportero de noticias. Entrevista al diseñador sobre su trabajo'”, comentó Wardle. “Cuando escuchas algunas de las respuestas que las personas dan, te das cuenta de que cualquiera puede ser increíblemente creativo”.
Otro “zing” es “Conexiones Aleatorias”. En esta actividad, cada participante tiene 60 segundos para encontrar un objeto aleatorio en la habitación. Luego, el grupo se divide en parejas y tiene que inventar un nuevo negocio que utilice esos dos objetos como estímulo. Después, tienen 60 segundos para presentar la idea al equipo.
Un tercer “zing” es crear un “érase una vez”. Los equipos crean una historia añadiendo una oración por persona. Wardle explicó que este zing fomenta la creatividad y fortalece el trabajo en equipo a través de la colaboración para crear un relato.
Implementar comportamientos creativos
Las dinámicas son herramientas que te ayudan con el “hacer” de la innovación. Los comportamientos creativos, o lo que Wardle llama “chispas”, modelan tu mentalidad y son el “ser” de la innovación. Wardle los considera la clave secreta para desbloquear la creatividad de manera regular.
Una chispa es adoptar una práctica de mindfulness, que mejora el enfoque, aumenta la observación y conciencia y reduce el estrés y la ansiedad. “El mindfulness ayuda a fomentar una actitud no crítica, lo que te permite estar más abierto a nuevas ideas y experiencias”, dijo Wardle. “Abrazar una mentalidad de principiante, libre de tu flujo de pensamiento, puede ayudar a fomentar un pensamiento más innovador y creativo”.
Otro ejemplo de chispa es usar tu intuición. Esto implica estar dispuesto a confiar en tu instinto y escuchar tu conciencia. Para ser más intuitivo, Wardle recomienda tomar una respiración profunda, despejar tus pensamientos y escuchar lo que tu corazón te dice. “Escucha ese momento de ‘eureka'”, comentó Wardle. “Ese momento de iluminación que aparece en un destello puede valer la pena considerar”.
También puedes reflexionar sobre tus sueños para encontrar tu chispa. Captura las ideas que surgen cuando te estás quedando dormido. Participar en actividades que te pongan en una mentalidad infantil también puede potenciar el pensamiento intuitivo.
Todos tienen la capacidad de ser creativos, dijo Wardle. “No defino la creatividad como la habilidad para pintar, dibujar o componer música”, explicó. “Esas son formas de creatividad. Yo defino la creatividad como la capacidad de tener una idea. Todos podemos hacer eso. Todos tenemos cientos de ideas cada día. La innovación es la habilidad de llevar esa idea a cabo. Ahí es donde está lo difícil”.