Esta gorra MAGA de mármol de 13 kilos cuesta 48,000 dólares

La escultora Robin Antar afirma que toda su práctica artística ha estado dedicada a crear un registro de los eventos culturales y personales que han impactado su vida. Un ejemplo de ello: esta gorra de béisbol MAGA de mármol blanco, de 13 kilos, que Antar ahora vende por 48,000 dólares.

A pesar de su relevancia, la escultura de 18x25x35 cm no fue creada durante este ciclo electoral. Fue la primera pieza de la serie en curso de Antar, titulada “¿Qué está pasando en Estados Unidos ahora?”, que representa el entorno político actual de Estados Unidos. La colección también incluye un par de guantes de boxeo y la Constitución de los Estados Unidos en forma de nudo, todos tallados en el mismo mármol de Carrara con el que se hizo la gorra. Actualmente trabaja en una nueva obra para la serie: una bolsa de basura de mármol de 545 kilos que, según dice, representa “el caos que está ocurriendo”.

Una obra controversial

Antar realizó su gorra MAGA de mármol después de ver por primera vez a Donald Trump usarla durante su campaña. Recuerda que, cuando la obra salió en 2016, generó tanta controversia en sus redes sociales que tuvo que retirar las fotos de su sitio web y de su página de Instagram durante varios meses. Ahora, mientras nos preparamos para la “secuela” de Trump, ha decidido darle otra oportunidad. La semana pasada, sacó la pieza del almacenamiento y la puso a la venta (un regalo perfecto para que Elon Musk la use irónicamente para probar los cristales del Cybertruck).

Antar cuenta que hizo la gorra MAGA utilizando una máquina CNC, un dispositivo que usa un archivo de modelo CAD para dirigir un taladro y convertir un bloque de mármol blanco sólido en un objeto 3D. Después de que la máquina CNC creara la forma básica, ella “volvió a tallar todos los detalles para lograr el efecto ultrarrealista” que buscaba.

El ultrarrealismo es uno de los aspectos clave de su trabajo de registro de la cultura pop. “Todo mi trabajo está basado en la observación; lo que sea que esté sucediendo, lo expreso en piedra”, me dice. Uno de los días más felices de su vida, añade, fue cuando el gobierno de Estados Unidos le escribió para informarle que no podía registrar una de sus obras porque se parecía demasiado al producto que eligió recrear en piedra.