La última edición de la gorra “Make America Great Again” de la campaña del expresidente Donald Trump se puso un tanto Inception. La gorra blanca “Little Red MAGA” de 40 dólares muestra al frente la imagen de una clásica gorra roja MAGA en la parte frontal, junto con una bandera de Estados Unidos y el lema secundario de Trump, “Never Surrender” (nunca rendirse), en los costados. La campaña de Trump también vende una camiseta blanca a juego por 36 dólares para completar el conjunto.
Un universo de gorras MAGA
La gorra MAGA cumplirá 10 años el próximo verano, pero su continua popularidad entre los seguidores de Trump muestra que la campaña aún encuentra valor en su mercancía más famosa. Trump usó una gorra MAGA por primera vez en el verano de 2015 cuando anunció su candidatura. Su yerno, Jared Kushner, escribió en sus memorias que la campaña llegó a vender hasta 80,000 dólares en gorras al día en 2016.
El día de las elecciones de 2016, la campaña de Trump vendía la gorra en solo tres estilos: rojo, blanco y camuflaje. Para 2020, ese número había crecido a nueve estilos diferentes. Para entonces, Trump había apostado completamente por las gorras con una versión de “Keep America Great” para su breve eslogan de 2020, así como versiones de MAGA que solo llevaban las iniciales en lugar de escribir todo el lema. También hubo gorras “MAGA Mama” y gorras que decían “Make Farmers” y “Space” great again. Incluso han habido ediciones limitadas para festividades como Pascua, Navidad y Halloween.
La vida útil del branding político
La vida útil de una marca de campaña presidencial exitosa de dos términos es de aproximadamente seis años, si se considera que los candidatos típicamente anuncian su campaña el año anterior a una elección y se postulan para la reelección cinco años después. Para Trump, quien ha estado postulándose para presidente durante casi una década, los marcadores visuales de su campaña, desde las gorras rojas y la corbata larga roja hasta su logo de campaña cuadrado, son antiguos en términos de branding político.
Sin embargo, la campaña de Trump ha encontrado formas de renovar los antiguos símbolos y crear nuevos, como actualizar su logo de campaña e introducir un segundo logo “Never Surrender” en blanco y negro para acompañar un mensaje más oscuro de venganza en este ciclo electoral. Su campaña también ha enfatizado y recaudado fondos a partir de la imagen de su ficha policial y su puño en alto después del intento de asesinato. La “Little Red MAGA Hat” es otro ejemplo de diversificación del branding.
Así es como luce MAGA en 2024.